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Urge tratado global que regule el comercio de armas pequeñas, coinciden Calderón y el Papa

Mayolo López / Agencia Reforma

León

El presidente Felipe Calderón y el Papa Benedicto XVI coincidieron en la necesidad de que hay que dar forma a un tratado internacional que regule el comercio de armas pequeñas y ligeras.
En Casa del Conde Rul, donde ambos Jefes de Estado desahogaron una reunión de al menos 30 minutos, diagnosticaron que la proliferación de este tipo de armamento ha favorecido la acción criminal de la delincuencia organizada.
La agenda del acercamiento incluyó también temas como el cambio climático, la seguridad alimentaria y la lucha contra el hambre en el mundo.
“(El Papa y Calderón manifestaron) el deseo de avanzar hacia el desarme nuclear y la necesidad de lograr un tratado internacional sobre comercio de armas pequeñas y ligeras, toda vez que su proliferación ha favorecido la acción criminal de la delincuencia organizada”, se consignó en el comunicado oficial.
El Papa y el Mandatario mexicano, según el comunicado, destacaron la labor de coadyuvancia que la Iglesia católica brinda a nivel internacional en temas de desastres naturales y de asistencia humanitaria.
Acompañaron al Obispo de Roma el Secretario de Estado de la Santa Sede, Cardenal Tarcisio Bertone, y Monseñor Dominique Mambertti, encargado de las relaciones con los Estados.
La comitiva papal sostuvo también un encuentro de trabajo con la comitiva mexicana encabezada por los Secretarios de Gobernación y de Relaciones Exteriores, Alejandro Poiré y Patricia Espinosa, respectivamente.
Al término del encuentro, el Papa apareció en uno de los balcones de la Casa del Conde Rul, para la algarabía de miles de fieles que se congregaron en la Plaza de la Paz, en uno de cuyos puntos se alza la Catedral de Guanajuato.
Las pantallas que reproducían imágenes captaron al presidente Calderón detrás del Pontífice, junto a su esposa.

Llama a proteger a los niños

El Papa Benedicto XVI lanzó un llamado para proteger y cuidar a los niños y dijo que ese sector de la población no está solo.
“Su familia, la Iglesia, la escuela, y quienes tienen la responsabilidad en la sociedad han de trabajar unidos para que ustedes puedan recibir como herencia un mundo mejor, sin envidias ni divisiones.
“Por ello, deseo elevar mi voz invitando a todos a proteger y cuidar a los niños para que nunca se apague su sonrisa, puedan vivir en paz y mirar al futuro con confianza”, afirmó ante unos mil 800 niños en la Plaza de la Paz, en Guanajuato.
Desde el balcón de la Casa del Conde Rul, después de reunirse con el Presidente Felipe Calderón, el Obispo de Roma dijo a los infantes que no están solos y que cuentan con la ayuda de la Iglesia católica.
Los conminó a involucrarse en las actividades que ofrece la institución católica, así como a rezar en su casa por todas las personas e, incluso, por él.
“Participen en la misa del domingo, en la catequesis, en algún grupo de apostolado, buscando lugares de oración, fraternidad y caridad”, aseguró.
“Yo rezaré por ustedes, para que México sea un hogar en el que todos sus hijos vivan con serenidad y armonía”.
Informado sobre los problemas del País, el Pontífice dijo que deseaba que todos los niños de México supieran que ocupan un lugar muy importante en su corazón.
“Particularmente los que soportan el peso del sufrimiento, el abandono, la violencia, o el hambre, que en estos meses, a causa de la sequía, se ha dejado sentir fuertemente en algunas regiones”, expresó.
Mientras el Pontífice hablaba, se veían los rostros sonrientes de Calderón así como del séquito papal ante la respuesta de la gente.
Al finalizar el discurso del jerarca católico, niños soltaron palomas blancas y el Papa dio la bendición a los reunidos. Enseguida la orquesta de niños ejecutó el Himno a la Alegría.

Recibe a víctimas de  la violencia

A instancias del presidente Felipe Calderón, el Papa Benedicto XVI recibió anoche, por separado, a ocho familiares de víctimas de la violencia.
Durante reuniones de no más de diez minutos, el Papa ofreció consuelo y bendiciones a los deudos.
En Los Pinos, en los preparativos de la visita papal, Calderón y su esposa, Margarita Zavala, escogieron al grupo y decidieron que éste fuera representativo de las diversas manifestaciones que ha asumido la violencia: el secuestro, la desaparición, el asesinato despiadado de jóvenes en Villas de Salvárcar, Chihuahua, el “fuego cruzado”, y la pérdida de elementos de las Fuerzas Federales a manos del crimen organizado.
El Pontífice recibió a los familiares tras desahogar una reunión privada con el Presidente Calderón en la Casa Conde del Rul de esta capital.
La Presidencia hizo pública la lista de los familiares que pudieron hablar con el Papa.
Se trata de María Elvia Valencia, madre de un elemento de la Policía Federal desaparecido por el crimen organizado en Ciudad Hidalgo, Michoacán.
De María Herrera, michoacana cuyos cuatro hijos permanecen desaparecidos: José de Jesús, Raúl, Gustavo y Luis Armando Trujillo Herrera.
Alicia Ulloa, hermana de Gabriella Ulloa, una víctima de secuestro.
Araceli Quintanilla Ocaña, de Monterrey, Nuevo León, cuya hermana falleció víctima de “fuego cruzado”. Estudiaba en la Universidad de Nuevo León.
María Guadalupe Dávila, de Ciudad Juárez, Chihuahua, uno de cuyos hijos, Rodrigo Cadena, murió en el trágico asesinato de Villas de Salvárcar.
Josefina Torres Espinosa, viuda de un militar que falleció en un operativo contra el crimen organizado en Durango.
Verónica Cavazos, viuda del alcalde de Santiago, Nuevo León, Edelmiro Cavazos.
Norberto Ortega Tafoya, víctima (liberada) de un secuestro.

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