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Muestran los panistas su división en la entrega de la medalla Belisario Domíguez

*Se le entrega en el Senado la presea post mortem a Manuel Gómez Morín

Era la fiesta en honor a su máximo líder, Manuel Gómez Morin, aquel que fundó el PAN en 1939. Sin embargo, en el salón de la vieja casona de Xicoténcatl quedaba clara la división entre los panistas.
El ex coordinador de los senadores, Ernesto Cordero, ni por equivocación se acercó al líder blanquiazul Gustavo Madero. Ésta, a su vez, no se paseó por los escaños de su bancada en el Senado, y se mantuvo cerca de la familia del homenajeado que murió en 1972 y ayer fue galardonado con la Medalla Belisario Domínguez.
Ahí, en una banca a un costado de la tribuna, entre empleados de los senadores y funcionarios que sirven de enlace entre el gobierno federal y el poder legislativo, fueron colocados los tres líderes del PAN que acudieron a la ceremonia: Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena y Madero.
La primera fila estuvo reservada para familiares de Gómez Morín; el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera; el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco; y miembros del gabinete del Presidente Enrique Peña Nieto.
Fue una ceremonia sobria, pero sin efusividad blanquiazul, pese a que, por cuota partidista, ese partido eligió al personaje que conmemorarían con el máximo reconocimiento de la Cámara alta.
La lectura del discurso que pronunció Belisario Domínguez en contra de Victoriano Huerta en el Senado el 22 de septiembre de 1913 se dio en voz de la legisladora mexiquense, María Elena Barrera, quien erró en varias ocasiones.
El relato del legado político del fundador panista quedó en manos de un ex priista, el coordinador del PAN nombrado por Madero, Jorge Luis Preciado, y quien aún tiene en constante confrontación al albiazul en el Senado.
Y pese a que el PAN ha descalificado la conducción económica de Peña Nieto y el aumento de impuestos, no fue un día de reclamos al presidente.
“Recientemente pusimos a debate reformas que tienen repercusiones profundas sobre la sociedad en su conjunto. Hoy, cuando estamos por iniciar la construcción de una de las reformas más importantes como la energía, es un tema que preocupa a naciones, no se puede dejar de lado la importancia de Gómez Morín”, dijo.
Tras la ceremonia, Juan Pablo, nieto de Gómez Morín y panista de antaño, afirmó que él no vio el comportamiento de los panistas, sin embargo, advierte, que el partido que fundó su abuelo ha sido víctima de intereses personales y grupales.
“Sus descendientes creemos que el partido tiene que cambiar su derrotero que tiene actualmente, hay que retomar las raíces que dieron motivo a Gómez Morin para crear un partido, son unas ideas muy claras, se requiere hacer algunos cambios”, sostiene.
Luis H. Álvarez agrega: “Absolutamente no es una fiesta panista, es de todos los mexicanos. ¿No vio la unidad de todos los legisladores? Como no soy Gómez Morin, no sé qué pensaría de su partido hoy”.
En territorio donde los proyectos presidenciales han mostrado resistencia por parte de la Oposición, Peña Nieto mostró una actitud sobria, sin efusividad ante los aplausos de los priistas.
Fue su primera entrega de la Medalla Belisario Domínguez y optó por saludar de mano al mayor número de senadores posible. Incluso, antes de retirarse de la vieja casona soltó delante del perredista Miguel Barbosa “Mejor saludo a todos”. Aunque minutos antes, esquivó a Madero.
Eso sí. Tardó casi 20 minutos en abandonar el viejo recinto senatorial, en tomarse fotos con legisladores y hasta con las edecanes. (Érika Hernández y Claudia Guerrero / Agencia Reforma / Ciudad de México).

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