Enfrenta Walton el reto de hacer resurgir el Festival de La Nao que hoy comienza

El alcalde de Acapulco aceptó el año pasado que el acto fue un fracaso, pero se justificó diciendo que el presupuesto asignado se lo había etiquetado la adminstración anterior, razón por la cual no pudo modificarlo

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Con el objetivo de avanzar, activar y ampliar las opciones de turismo cultural en Guerrero, así como estrechar lazos con países de Asia, fue como se instauró en el 2007 uno de los festivales más polémicos de Guerrero y que más discusiones ha generado entre la comunidad política y cultural de la entidad, así como en el público en general.
Entre denuncias de malos manejos, poca calidad y discriminación para con los artistas locales, ahora, en su séptima edición, el Festival Internacional la Nao Acapulco 2013 busca de manera desesperada una reivindicación e instaurarse dentro de las actividades culturales a nivel nacional con más renombre.

A navegar con viento en popa

Fue en 2007, cuando era alcalde de Acapulco el perredista Félix Salgado Macedonio, cuando se anunció con bombo y platillo la realización de un festival que en primera instancia ejercería recursos por no más de 2 millones de pesos.
No obstante, ante el gigantismo del programa de actividades se solicitó en su momento la participación y apoyo de instancias federales, como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), el Festival Internacional Cervantino (FIC) y el Museo Fuerte de San Diego; instituciones que proporcionaron de muy buena gana algunos grupos artísticos, conferencistas y espacios para celebrar este festival.
Durante el festival dirigido por Fabiola Vega Galeana, secretaria de Desarrollo Social municipal en aquel entonces, se llevaron a cabo la actuación de 23 grupos musicales; 26 compañías de artes escénicas y dancísticas, así como un amplio programa de actividades infantiles, conferencias y talleres relacionados con el tema de la Nao que, al término del festival, dejó satisfechos a la gran mayoría de los porteños.
Entre las actividades más sobresalientes, estuvieron el homenaje a Alí Chumacero y la exposición?de tesoros artísticos de la China antigua.
Al año siguiente, para su segunda emisión, con una experiencia previa a superar y teniendo como país invitado a Cuba, el festival logró acaparar los reflectores nacionales en el 2008 cuando en la ceremonia de inauguración se presentó la?Compañía Karma Urban Dance and Martial Arts Fantasy?y?Performance,?con su espectáculo?Fantasy performance,?bajo la dirección artística de?Jae-Hyun Woo, de la República de Corea. Ésta fue su primera presentación en México y correspondió a Acapulco tenerla en exclusiva, luego de que la compañía actuara entre otros lugares, entre ellos la ceremonia de clausura del Campeonato Mundial de Futbol en Francia en 1998.
Si el espectáculo pudo resultar inmejorable, el epítome llegó cuando se presentaron también el grupo de tambores taiko que hizo la música de la película?Matrix:?Gocoo & Goro, Japan´s Magic Taiko Drummer.
Luego de 15 días de actividades y con la participación, además, de la?Compañía Sarruga, de España, quien presentó un espectáculo de insectos gigantes que deambularon por calles céntricas de Acapulco, las quejas mayores resultarían desde el propio Cabildo porteño que cuestionó la inversión de 8 millones de pesos. Asimismo, existieron otras en el sentido de menospreciar el trabajo de los artistas locales, quejas encabezadas por la delegada en Acapulco de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) Verónika con K.

Tormenta a la vista

Al año siguiente y luego del cambio de gobierno municipal, y de partido en el poder, la responsabilidad del festival de la Nao de 2009 recayó en Mari Trini Suchowitzki Stadelmann, otrora publirrelacionista de un centro comercial y de la entonces nueva administración encabezada por el priista Manuel Añorve Baños.
La falta de experiencia dio al traste con el deslinde de Conaculta, debido a que no se realizaron los trámites para conseguir el apoyo de la institución, según aseguró en su momento la coordinadora de Animación Cultural del Conaculta, Janet Cruz Rebolledo.
Del mismo modo, se supo a posteriori, instituciones como el INBA, el INAH, el FCC y hasta la Cámara de Diputados, quienes en los dos primeros festivales coadyuvaron a la realización del festival, se harían a un lado por diversas causas.
Además, decir de los diarios locales de aquellos días del segundo semestre de 2009, tanto el Museo Fuerte de San Diego se deslindaba de participar en el festival al tiempo que el Instituto Guerrerense de la Cultura aseguraba no haber tenido contacto con Suchowitzki Stadelmann, ni con el director de Cultura Municipal de Acapulco, Hugo Vázquez Mendoza.
Se manejó en la opinión pública que la causa profunda del alejamiento de las instituciones se debió a la intención de darle un “giro comercial y turístico” al Festival de la Nao y de la inversión de poco más de 4 millones de pesos, se destinaron más de 1 y medio en la remodelación del parque Papagayo.
A decir de la información oficial, ese año en el festival, que además pasó de 15 a tres días, tuvo como invitados a 12 países y como sede principal el parque Papagayo y algunos de los barrios históricos de Acapulco, donde se ofrecieron más de 60 actividades, entre ellas conciertos, danzas, exposiciones fotográficas, predominantemente de artistas locales y algunos nacionales.
Atrás quedaron los actos masivos de grupos internacionales y en su lugar se ofrecieron un ciclo de cine de Corea del Sur, India y Chile, conferencias, obras de teatro, una muestra gastronómica, cata de vinos chilenos, espectáculos infantiles y un encuentro editorial.
De entre los actos a rescatar despuntan la presentación de la cantante Tania Libertad, quien acompañó a la Orquesta Filarmónica de Acapulco; así como la escenificación de la?Leyenda de la China Poblana, a cargo de la actriz Angélica Aragón.

Una Nao a pique

Bajo la misma tendencia se realizó al siguiente año el festival que entonces duraría cinco días, y contaría con la participación de artistas de 15 países.
Al coincidir el año con la celebración del bicentenario de la Independencia, tanto la comunidad cultural como el público en general esperaban un festival de mejor calidad, al anunciarse una inversión de 6 millones de pesos.
Sin embargo el acto, organizado por el gobierno municipal a través de su Secretaría de Desarrollo Social, cuyo titular era entonces Óscar Rangel Miravete, y Mari Trini Suchowitzki Stadelmann nuevamente como directora, y que entonces ahora contó con la colaboración del Instituto Nacional de Bellas Artes, dejó mucho que desear.
A pesar de una pequeña representación artística de los países participantes (China, India, España, Indonesia, Japón, Corea del Norte, Corea del Sur, Vietnam del Norte, Chipre, Turquía, Filipinas, Tailandia, Perú, Chile y México) y la presencia de la República de Chile como país invitado de honor, la precepción del público no mejoró.
Ni las conferencias, exposiciones, conciertos, muestras gastronómicas, ofrendas del Día de Muertos, callejoneadas a cargo de tunas y estudiantinas del estado, rock y justas deportivas en la playa hicieron mella en el ánimo de la gente que repercutió en los medios.
Artistas como Guadalupe Pineda, Susana Harp, la Compañía Nacional de Danza del INBA, la Orquesta Filarmónica de Acapulco y Erick del Castillo y sus corridos de la Revolución, entre otros, fueron los que más destacaron.

De a muertito

En el último año de la administración encabezada por un gobierno priista, que dicho sea de paso fue abandonada por Manuel Añorve dejando en su lugar a José Luis Ávila Sánchez, el Festival ade la Nao Acapulco 2011 fue el segundo peor de los que se han realizado con 4 millones de pesos como inversión.
Con la participación de 15 países, entre ellos, Filipinas (invitado de honor), Alemania, Chile, China, Cuba y España, durante cinco días y 20 escenarios para su desarrollo, el festival ofreció un concierto a cargo de Guadalupe Pineda y Tania Libertad acompañadas por la Orquesta Filarmónica de Acapulco, un concierto con Susana Harp, y una más de la Internacional Sonora Santanera quien festejó sus 56 años de trayectoria en la explanada del parque Papagayo. Así también, los intérpretes Carlos Cuevas y César Rodríguez ofrecieron un concierto de bolero-ópera en el Fórum del Mundo Imperial, nueva sede donde Francisco Céspedes se presentó también.
Dentro las actividades internacionales, sólo cabría mencionar una muestra dancística a cargo de Filipinas, un espectáculo de la compañía Tari-Bali de Indonesia y la Banda de Gaitas y Floklore Asturiano.
En aquella edición se contó con una programación especial integrada por una programación académica y de formación para artistas guerrerenses, según declararía la directora del festival, Mari Trini Suchowitzki Stadelmann, nuevamente, quien contaría con el apoyo de Erika Lorena Lührs desde la Secretaría de Turismo Municipal.
Una vez más, el objetivo del festival de La Nao fue dejado de lado para ponderar, por ejemplo, actividades como las “After-Nao”, fiestas que se realizaron en diversos bares de la Costera, en donde hubo música electrónica creada por los países invitados.
En una nota publicada por este diario en aquel entonces, la reportera Karla Galarce afirma: “la Nao se restringió a la realización de actividades comerciales, develación de placas, exposiciones gastronómicas en las que participan escuelas locales y, sobre todo, una remarcada participación militar, pues son el Ejército, la Marina Armada y la Fuerza Aérea, con sus orquestas, sinfónicas y coros, las instituciones que abren desde 2009 el Festival, bajo fuertes dispositivos militares de seguridad. Ahora se presumen espectáculos de la Fuerza Aérea, desfiles de la Orquesta de La Marina y el Coro del Ejército, así como su banda de Guerra que han ofrecido conciertos en el Zócalo porteño y el parque de la Reina a partir de 2009”.

Tocar fondo

Con la llegada de un nuevo gobierno y un nuevo partido a la alcaldía de Acapulco, la esperanza de recuperar al festival campeó el ánimo de la gente. Sin embargo, la situación tocó fondo.
Luego de los rumores iniciales acerca de su cancelación, y tras una inversión de 6 millones de pesos, según cifras oficiales, y teniendo al Reino de Tailandia como país invitado, tanto las presentaciones, las conferencias, los talleres y demás actividades no dejaron a nadie satisfechos ni por la calidad de los participantes y ni la distribución de los eventos importantes.

Tanto así, que fue denominada “la Nao patito”, por lo que el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, reconoció ante los medios que sin duda el Festival de la Nao Acapulco 2012 fue un fracaso. Es más, el alcalde aceptó que se había hecho el peor festival de la Nao de la historia, pero se justificó diciendo que el presupuesto asignado se lo había etiquetado la adminstración anterior, razón por la cual no pudo modificarlo.
En esta ocasión los países invitados fueron Chile, Chipre, Corea del Norte, Filipinas, Honduras, Indonesia, Japón, Malasia, República Socialista de Vietnam y Perú. Diversos personajes de la cultura cuestionaron la inversión realizada, al señalar que por la calidad presentada no debió ser mayor a los 2 millones de pesos.
    
¿Vientos de cambio?

Para el Festival la Nao Acapulco 2013, a iniciar este sábado, las autoridades afirman haber invertido 5 millones de pesos para contar con más de 60 actividades con la participación de países como España, China, Japón, India e Indonesia, país invitado de honor.
En su presentación en el Palacio de Bellas Artes, el gobierno de Acapulco presumió que el festival contará con 10 sedes fijas, varias itinerantes y que tendrá por primera vez una programación infantil, bajo la batuta del dramaturgo José Dimayuga como director artístico. Informó que se contará nuevamente con la colaboración del Conaculta, el INAH, la UNAM y el INBA.
No obstante el reto es grande al tomar como referencia los primeros festivales. Para ello ahora se ofrecen presentaciones mayúsculas como la de la cantante española Luz Casal o la de la soprano veracruzana Olivia Gorra; quedan, diría la frase popular, ¿polvos de aquellos lodos?.