Eliana García Laguna

Carta al Sam

Hola Sam:
Ha pasado ya un año desde que recibí el mensaje urgente de que habías sido golpeado por un grupo de priistas. Salí corriendo de la casa hacia el hospital Los Ángeles. En el camino iba pensando que estabas lastimado, pero jamás imaginé la gravedad de la agresión que habías sufrido: politraumatismo con traumatismo craneoencefálico.
En el hospital me encontré a tus hijos (Javier, Raúl, Paty, Claudia) y conocí a Tella; José Miguel se había quedado en Chilpo. El neurocirujano, Rodolfo Ondarza, que como caído del cielo te ha atendido, reportó que te recibió con contusiones hemorrágicas cerebrales diversas y profundas, inflamación y un hematoma en el lado superior izquierdo de tu cabeza que recibió el impacto de los golpes. Descartaron de inmediato cualquier presencia de alcohol o drogas en tu organismo.
El 11 de enero de 2011 llegaste al hospital, querido Sam, en coma, inconsciente, sin reacción a estímulos, en condiciones de extrema gravedad y con un 50 por ciento de posibilidades de morir. Es de reconocer que tanto la dirigencia del PRD como el candidato a gobernador estuvieron al pendiente y apoyaron toda la atención médica que había que dar ante la terrible emergencia. Por cierto, mal hubieran hecho si no.
En esas terribles condiciones médicas te dejaron los priistas que arrancaban la propaganda del entonces candidato de la Coalición Guerrero nos Une, a la postre gobernador constitucional ahora en funciones.  ¿Por qué Guillermo, por qué fuiste tan solito?, nos hemos preguntado todos tus compañeros y amigos de la vida y de la lucha.
Tu estado se fue estabilizando y a los nueve días el doctor te intervino exitosamente a través de un procedimiento de invasión mínima y de precisión milimétrica llamado cirugía estereotáctica para succionar 21 centímetros cúbicos de sangre que tenías coagulada en la parte izquierda del cerebro; ya para el 25 de enero te trasladaron a terapia intermedia. Habías salvado la vida, salías del estado crítico, estabas en un estado neurológico de somnolencia.
Al mes, el 11 de enero, te trasladaron al Instituto Nacional de Neurología en donde no nos fue muy bien. Recuerdo que estábamos afuera varios de nosotros, Mario, Saúl, Humberto, tus hijos, Raúl, Paty, Javier, intentando contactar a los compañeros de la dirección del PRD para que nos ayudaran a que te atendieran; llegó el ahora secretario general de Gobierno y apoyó. Tu estancia en Neurología no sirvió mucho, sin compromiso médico ni institucional. De ahí, a las tres semanas, nos pasamos contigo al Centro Nacional de Rehabilitación (CNR) donde se inició la verdadera rehabilitación. De 7 a 7, doce horas continuas.
Ha pasado ya un año Sam que se cumple hoy. La mejoría es importante, pero aún no eres el Sam que eras el día 11 de enero a las 22 horas cuando como representante de la Coalición ante el IFE decidiste ir a confrontar a la brigada priista. Doce meses del cambio profundo de tu vida y la de tu familia. Doce meses, Guillermo, en los que el tiempo ha corrido para bien y para mal.
La Coalición y el candidato cuya propaganda fuiste a defender a costa del daño brutal a tu integridad física, ganaron la elección, pero en Guerrero, Sam, otra vez, no gobierna la izquierda.
En junio detuvieron a tres de los priistas que materialmente te agredieron, pero hasta la fecha no se ha actuado contra los responsables intelectuales; el imaginario popular barajea nombres.  La impunidad persiste.
Pasó otro 20 de agosto y de los asesinos de Armando ni una luz y resulta que hasta perdieron el expediente. La impunidad persiste.
En septiembre, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad pasó por el estado recogiendo testimonios de los cientos de víctimas que ha dejado la violencia política institucional y la violencia criminal; compartieron dolores y consuelos; pero Sam, tú ya no supiste de este movimiento surgido a fines de marzo, cuando un poeta al que le mataron a su hijo, rompió el silencio, convocó y dio voz a las víctimas.  La impunidad persiste.
En octubre de 2011 se lanzó la Operación Guerrero Seguro porque la delincuencia había aumentado en Guerrero 100 por ciento y la violencia en Acapulco, 300 por ciento, lo que lo convirtió en el segundo municipio con mayor violencia después de Ciudad Juárez; se ha militarizado aún más el estado. La impunidad persiste.
En noviembre, amigo querido, perdimos la elección en Michoacán.
El 12 de diciembre, los normalistas de Ayotzinapa tomaron la Autopista del Sol, así como son ellos, radicales como éramos nosotros a su edad, irreverentes ante la ley y ante la autoridad, como son miles de ciudadanos que enfrentan el autoritarismo y la cerrazón gubernamental. Para vergüenza  nacional e internacional, los gobiernos federal y estatal mandaron a sus policías, se presume que fue la ministerial la que asesinó a dos muchachos al disparar a mansalva para desalojarlos, incumplieron todo protocolo de uso legítimo de la fuerza necesaria. También murió recién un trabajador que con gran valor apagó un incendio que amenazaba con tener consecuencias terribles.
Y luego, en lugar de salir a reconocer la responsabilidad política, Sam, hicieron como antaño cuando el PRI-gobierno reprimía, salieron a mentir, a buscar chivos expiatorios, a echarse la bolita entre ellos. La CNDH ha determinado que se cometieron violaciones graves a derechos humanos. Hay policías arraigados, pero ningún consignado. La impunidad persiste.
Y el 7 de diciembre desaparecieron a dos ecologistas guerrerenses, Eva Alarcón y Marcial Bautista. Ya han pasado 34 días.  La impunidad persiste.
Por fin se constituyó la Comisión de la Verdad para investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos en Guerrero a partir de los 60, pero me inquieta cómo van a desarrollar su delicada misión de conocer la verdad, coadyuvar a proveer justicia, generar garantías de no repetición y brindar reparación integral de violaciones a derechos humanos del pasado, si se siguen cometiendo un día sí y otro también, esos crímenes en el presente.  Espero, Sam, que con la Comisión, la impunidad no persista.
Ya empieza otra vez, la efervescencia electoral. Se logró la unidad de la izquierda en la Coalición Movimiento Progresista que lleva de candidato a Andrés Manuel. En el PRD hay más de 4 mil candidatos para ocupar una diputación federal y cientos para una senaduría. Hay siete elecciones estatales, una de ellas el gobierno del Distrito Federal con todo y sus 16 delegaciones y sus 60 asambleístas. Todo de pronóstico reservado.
Y así, hoy Sam, se cumple un año de que el priismo de siempre, el de la impunidad, te cambió la vida a ti y a todos los que más cerca o más lejos, te extrañamos y seguimos necesitándote.  ¡Cuánta falta nos estás haciendo Guille-rmo Sánchez Nava!