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Ya había inundaciones en la zona donde se construirá el Macrotúnel, dice ecóloga

Es necesario realizar los estudios hidrológicos y complementarlos con análisis de retorno del agua que detallen dónde se podrían registrar los problemas, indica la especialista Guadalupe Pérez Rivas

Karla Galarce Sosa

La presidenta del Colegio de Ecólogos, Guadalupe Rivas Pérez, dijo que en la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) aprobada por la delegación de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para la construcción del Macrotrúnel o Escénica Alterna, incluyó un modelo de la dinámica hidrológica de la cuenca que conforman los cuerpos de agua ubicados en la zona Diamante.
En entrevista, la ecóloga marina dijo que el área que quedó inundada por el paso de la tormenta Manuel tuvo un antecedente que comenzó con el relleno de diferentes puntos de la zona, y puntualizó que con las medidas de mitigación propuestas en la MIA –en la cual colaboró en su realización–, se buscan evitar más afectaciones a las que ya se han provocado con rellenos en la zona, encauzamientos y otras actividades antropogénicas.
Opinó que Acapulco como ciudad no está planeada de manera integral, y pocas veces se toma en cuenta la opinión de técnicos especialistas que conocen áreas torales como las del equilibrio del entorno.
Criticó que la propuestas del Programa de Ordenamiento Ecológico y Territorial (POET) “son para obedecer intereses”, y celebró que no hayan tenido una trascendencia las más recientes promovidas por el gobierno estatal de Zeferino Torreblanca Galindo.
Rivas Pérez dijo que es necesario realizar los estudios hidrológicos y complementarlos con estudios de retorno del agua que detallen dónde se podrían registrar los problemas de inundación, porque “no existía un canal meándrico que alimenta a las lagunas Negra de Puerto Marqués ni a la de Tres Palos”, sino que se han construido canales para conducir escorrentías que resultaban del desarrollo de las obras.
“Como ecóloga lo dije: hay que hacer ese estudio para conocer los riesgos porque esa zona ha estado modificada y los problemas existen, lo que no quiere decir que la obra (la carretera de cuatro carriles que comunicará la salida del Marcotúnel con la autopista Metlapil y para la cual serían rellenados algunos kilómetros de humedales y elevaría un dique de 4 metros) va a ocasionar los problemas; los problemas existen y si acaso llegaran a haber más porque no se atendieran las medidas de mitigación, se sumarían, pero no son los que detonarían los problemas, esos están allí y son los rellenos, las obras que ya se hicieron, los desvíos”, comentó Guadalupe Rivas.
Enfatizó en que “jamás existió un canal meándrico, todo eso era una llanura de inundación, su nombre, geomorfológicamente hablando eso es lo que nos dice, no era que había un cauce bien delimitado que iba de La Sabana a la laguna de Tres Palos, o del río de La Sabana a la laguna Negra, se hacían lagunetas porque era un área muy plana”.
Lo que hicieron los desarrolladores, continuó, porque alguien le permitió algún cambio, Semarnat en su momento y la CNA principalmente. CNA nunca delimitó los humedales, pero mientras no exista una delimitación tampoco se puede hacer algún trámite ante esa dependencia, no existen.
Argumentó que la zona por donde ICA pretende construir el terraplén de 4 metros de altura para comunicar la autopista Metlapil con la salida del Macrotúnel, jurídicamente hablando es un ejido y, por lo tanto, se deben establecer aspectos legales que detengan el desarrollo urbano sobre humedales.
Como colegio de ecólogos, agregó, se insistió en que se deben aplicar las medidas de mitigación en la obra, como los drenes para impedir que haya inundaciones.
A pregunta expresa de si sabía qué consultora o persona realiza el estudio de la dinámica hidrológica de la zona que pide la resolución emitida por la Semarnat, respondió que carecía de información detallada, “es alguien que ha hecho estudios hidrológicos toda la vida, no conozco más a fondo”.
“Tengo la confianza de que se van a acatar las medidas de mitigación porque sí pagaron, (ICA) ya pagó el estudio hidrológico y están en la espera de la respuesta. Ya invirtieron en eso y tengo mucha fe en que tienen que hacerlo para que con base en ello se neutralicen las afectaciones o se minimicen los daños. El daño ya existe allí, no fue provocado, se está provocando por esta obra, el daño en esa zona, existe y lo provocaron otras cosas en otros tiempos. Pienso que sí va a haber modificaciones al proyecto, si hay necesidad de hacerlas, que sea con base en los resultados que nos arroje el estudio”, insistió.
Al preguntarle si debía de modificarse algún trámite o hacer alguna modificación al proyecto después de las inundaciones ocurridas en septiembre pasado, Rivas Pérez respondió que no. “No porque los estudios están hechos, es lo que resulte del estudio hidrológico pero si en un momento dado el estudio hidrológico muestra otra cosa, legalmente, Semarnat en su normatividad establece que si es necesaria una modificación al proyecto, se hará en la parte específica o donde se requiera, pero eso lo indicará el estudio”.
Añadió que “el daño existe y no sería provocado por esta obra, el daño lo provocaron hace más tiempo y lo que queremos es que no se sume… los estudios se hicieron, se emitió un documento (MIA), la autoridad acató, dictaminó, se resolvió en medidas de mitigación y los responsables de la obra ya lo mandaron a hacer, se están esperando los resultados y que éstos se apliquen”.
Sugirió que en los grupos o consejos ciudadanos que se han conformado se abran a todas las asociaciones y no sólo las más cercanas de quienes toman las decisiones. “Esto es para cuidar la integridad de los acapulqueños, de los seres humanos, realmente deben participar quienes son los que emiten las opiniones técnicas porque eso es lo que le falta a Acapulco, independientemente de que se apruebe el POET”.

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