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Amenazan operadores de la Cruzada Contra el Hambre a un comisario de Atlamajalcingo

El comisario municipal de la comunidad de Huehuetepec del municipio de Atlamajalcingo del Monte, Antonio García Benito denunció amenazas de los encargados de la Cruzada Contra el Hambre.
El comisario, quien estuvo en la reunión del Consejo de Damnificados, dijo que encargados de ese programa federal lo amenazaron con quitar el comedor comunitario que se instaló en este lugar me’phaa para atender a las familias ya que no estaba “funcionando como debía ser”.
“También me dijeron que si el comedor se va, ya no tendremos apoyo de ningún tipo del gobierno federal, como el de Oportunidades y eso es una amenaza”, dijo.
Agregó que el coordinador municipal, Alberto Villarreal lo invitó a trabajar porque tenía conocimiento de que “los comedores se iban de los lugares con problemas y conflictivos”.
García Benito contó que la llegada del comedor les ha traído problemas en la comunidad desde la integración del comité y luego porque no hay dinero para comprar el gas o los condimentos para los guisos, ya que esos no están incluidos en lo que llega de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Manifestó que tampoco se puede implementar la cuota de recuperación que le sugirieron sea de dos a tres pesos para que de ahí agarren para los gastos extras “la gente no tiene a veces para ello”.
Otro reclamo es que las mujeres le dedican todo el día y desatienden a su familia sin que perciban algún pago ya que sólo uno de su familia es beneficiado y si tienen cinco hijos, cuatro se quedan sin atención.
Además no están acostumbrados a comer cosas enlatadas o envasadas como se las entregan para que hagan la comida “les dije a los del comedor que eso no estaba bien porque no estamos acostumbrados a comer eso y si ellos aguantarían a comerlo todos los días”.
Indígenas de La Ciénega del municipio de Malinaltepec dijeron que ellos rechazaron la entrada del comedor porque sería manejada por los militares, pero que al final se instaló en la Universidad Intercultural del Estado de Guerrero (UIEG) para los alumnos, pero sin militares.
Consideraron que los soldados alientan la descomposición social y dañan el bienestar familiar porque se dedican a enamorar a las menores de edad durante el tiempo que andan en las comunidades y tienen conocimiento que las engañan con la promesa de casarse y muchas ceden a tener relaciones sexuales, “en Paraje Montero nos encontramos en la barranca a un militar con una jovencita abrazados y luego las inducen a la prostitución”.
Denunciaron que en la comunidad de Tlalquetzalapa, del municipio de Copanatoyac, los habitantes nahuas se quejaron con el responsable de la unidad militar que atendía el comedor comunitario de que sus elementos de dedicaban a enamorar y engañar a las menores de edad, “mantenían una relación de noviazgo” y por las tardes se veía en el pueblo a los militares con las jóvenes en lugares solitarios y apartados.
El militar responsable les respondió que él no intervendría porque las jovencitas también lo querían. (Carmen González Benicio / Tlapa).

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