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Asesinan a Luis Olivares en su casa en Coyuca de Benítez, a una semana de que fue amenazado

*El dirigente de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande estaba tomando café, en la colonia Fuerte Emiliano Zapata, y llegaron dos hombres con la cara tapada que le dispararon cinco balazos. También mataron a su pareja, Ana Lilia Gatica Rómulo

Carlos Moreno A. y Francisco Magaña

Coyuca de Benítez

El dirigente de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG), José Luis Olivares Enríquez, fue asesinado a balazos junto con su pareja, Ana Lilia Gatica Rómulo,  dentro de su casa en la colonia Fuerte Emiliano Zapata, de Coyuca de Benítez.
De acuerdo con versiones de testigos, Olivares Enríquez estaba tomando un café, sentado en una hamaca que estaba colocada en el patio de la humilde casa de madera con lámina de cartón, cuando dos hombres llegaron al patio y le gritaron “Olivares”.
El dirigente alzó la cabeza, se levantó de la hamaca y ahí los asesinos le dispararon en cinco ocasiones, fue en ese momento (ayer a las 8 de la mañana) que su pareja, Ana Lilia Gatica Rómulo salió a la entrada de la casa y al ver tirado a Luis Olivares Enríquez y al agresor con la pistola, gritó y corrió hacia la casa, pero el asesino le disparó en la cabeza y cayó al suelo, casi en la entrada.
Los homicidas huyeron a pie hacia la parte de atrás de la colonia que está a unos 100 metros del río de Coyuca.
El cuerpo del dirigente, de 48 años, quedó tirado en el suelo a un costado de la hamaca y recibió cinco impactos, tres de ellos en la cabeza, uno en el cuello y otro en el tórax a la altura del pecho, mientras que su pareja –desde hace cinco años–,  Ana Lilia Gatica Rómulo de 33 años tuvo un disparo en la cabeza del lado derecho.
Al lugar llegaron policías municipales, ministeriales y efectivos del Ejército para resguardar la zona, la entrada de la casa y en el patio fue colocada una cinta amarilla de seguridad; también acudió el titular de la agencia del Ministerio Público de Coyuca y un agente con un perito de la PGJE para realizar las diligencias correspondientes.
En estas investigaciones fueron hallados cinco casquillos percutidos calibre 9 milímetros, uno de ellos en la entrada a la vivienda y dieron apertura a la averiguación previa TAB/COY/01/0214/2013. Una de las versiones, según testigos es que los dos asesinos iban con el rostro tapado.
Los familiares no permitieron que las autoridades policiacas ni los trabajadores del Servicio Médico Forense (Semefo) se llevaran el cuerpo del dirigente; fue llevado a la casa de su esposa, Zeferina Romero Hernández, de la cual estaba separado desde hace nueve años aproximadamente, para ser preparado y velado.
El cuerpo de Ana Lilia Gatica fue llevado a la casa de su abuelita en la colonia Venustiano Carranza colindante con la Tierra y Libertad. Tampoco permitieron que se llevaran el cuerpo al Semefo.
Consultada afuera de su casa, la esposa de Olivares Enríquez, Zeferina Romero dijo que un día antes (sábado) el dirigente estuvo de lo “más normal” y que afiló su motosierra porque tenía planeado hacer arreglos en esa vivienda, (la de Romero Hernández), incluso tomó medidas con mi sobrino para los arreglos que iba hacer de mi casa”.
Relató que ayer por la mañana, su hijo subió a la casa de Luis Olivares pero que de repente escuchó los disparos y corrió hacia la casa del dirigente, la cual se ubica a unos 300 metros de la casa de Romero Hernández hacia el cerro.
“Lo vi tirado en el suelo (a Olivares Enríquez), después vi a Ana Lilia, ella estaba agonizando, la agarré del cuerpo pero murió ahí, se ahogó con su sangre”, contó llorando la viuda mientras sostenía un ramo de flores rojas.
A la casa de Romero Hernández llegó el nuevo fiscal regional de Acapulco, Mario Salmerón Ballina –quien no hizo declaraciones– junto con el titular del MP y policías ministeriales y se entrevistaron con los familiares dentro de la casa de Romero Hernández.
Hace una semana, Olivares Enríquez fue amenazado con un mensaje en una cartulina que decía, “Aquí te dejamos este regalito ¡Luis Olivares!, así te metas debajo de las piedras, vamos por ti, te vamos a sacar de donde estés, te va a pasar como le paso a los tres del río. Atte: La Santa M”. Este mensaje fue dejado de debajo del cuerpo de David Romero Téllez de 64 años, –primo del dirigente–, que fue asesinado cuando regresaba del río rumbo a su casa, en la colonia Fuerte Emiliano Zapata de Coyuca de Benítez.
El martes 30 de octubre, cuatro integrantes de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande (OPPCG) fueron detenidos por efectivos del Ejército y la Marina y la Policía Ministerial en la misma colonia, quienes fueron arraigados y acusados por el asesinato del dirigente de la Liga Agraria Revolucionaria de Sur Emiliano Zapata (LARSEZ), Raymundo Velázquez Flores.
Los detenidos son Daniel Ruano García, Uriel Ruano García, Rey David Galeana Pastrana y Salvador del Carmen Vázquez. Después se informó que la Procuraduría del Estado tenía a un quinto detenido.
El asesinato del dirigente, ocurrió poco después de las 8 de la mañana dentro de su casa ubicada frente a una cancha de basquetbol, en la colonia Fuerte Emiliano Zapata que es colindante con la colonia Tierra y Libertad.
Esta colonia se ubica a las afueras de Coyuca en el camino que va a Aguas Blancas, se puede llegar en una combi y después se camina unos 100 metros, hacia la parte alta, por una vereda para subir un cerro; está colonia se compone de poco más de 100 viviendas humildes.
La mayoría de las casas son de madera con techos de lámina de cartón, las cercas de sus viviendas estás construidas con huesos de palma, en algunos casas cocinan en fogones y el agua es acarreada de un pozo, las calles no tienen nombre y ni están pavimentadas.
Ni en esta colonia ni en las colindantes se observó patrullaje de ninguna corporación policiaca ni tampoco de efectivos del Ejército luego el homicidio. Vecinos del lugar informaron que es casi nula la vigilancia en esas colonias.
El asesinato de Luis Olivares Enríquez ocurre a 20 días del asesinato de la dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS) Rocío Mesino, en Atoyac.
Luis Olivares había denunciado públicamente ante la prensa que había recibido amenazas de muerte. También había hecho trabajo con Raymundo Velázquez Flores, el dirigente Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata, quien fue asesinado junto con otros dos miembros de su organización en Coyuca de Benítez donde los cuerpos fueron dejados en el río de esa localidad.

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