Carlos Toledo Manzur

El Plan Nuevo Guerrero, una oportunidad

La semana pasada estuvo el Presidente Peña Nieto de otra vez en Guerrero, ahora para dar a conocer el Plan Nuevo Guerrero que consiste en un planteamiento estratégico que busca atender la grave situación que las lluvias recientes provocaron, a la vez que persigue impulsar el desarrollo del estado.  Para ello, el Presidente anunció que se canalizarán 30 mil millones de pesos adicionales al presupuesto del estado que se calcula será de una cantidad similar. En principio, este anuncio resulta esperanzador para los guerrerenses, especialmente para los que fueron directamente afectados por la tragedia de septiembre, pero además resulta importante que se pretenda no nada más prestar ayuda ante el desastre climático, sino que además se persiga dar un impulso estratégico al desarrollo del estado a través no solo de la reparación de la infraestructura dañada, sino por medio de la construcción de importantes obras que  también se plantean  impulsar al estado como una zona estratégica de articulación económica.
En el proceso de gestión y concertación de este Plan, destaca el papel del senador Armando Ríos Piter, quien  tuvo una relevante participación en su diseño, y sobre todo en el proceso de construcción del acuerdo con las más altas autoridades federales para hacerlo realidad. En efecto, el senador Ríos Piter contribuyó especialmente en el planteamiento de adicionar al proceso de reconstrucción de la infraestructura, la idea de dar un impulso estratégico al desarrollo. Esta importante participación fue la razón por la cual fue invitado al evento presidencial, como uno de los principales oradores;  en su discurso se refirió precisamente a la coincidencia que tuvo con las autoridades federales en la idea de que además de reconstruir, se trataba también de “pensar en un Guerrero diferente, con un nuevo destino, que le permita convertirse en un locomotora para el desarrollo del país”.
Esta idea resulta realmente relevante ya que se alinea con la urgente necesidad de tener una orientación a las políticas públicas que impulsen una verdadera transformación estructural de las condiciones que vive la entidad. El cambio verdadero que los guerrerenses necesitan no puede ser producto solo de dádivas clientelares ni de acciones sin planeación estratégica; debe ser resultado de la aplicación de una estrategia realmente alternativa que busque transformaciones de fondo que conduzcan a la entidad hacia un estadio superior en su desarrollo y se superen los terribles obstáculos estructurales que el crecimiento desigual e injusto ha generado.
La gestión del senador Ríos Piter además, representa una nueva alternativa de relación y negociación de la izquierda con el gobierno federal priista. Esta corriente ideológica ha estado mucho tiempo atrapada entre una posición demasiado negociadora que llega a acuerdos fáciles sin lograr reales beneficios para la izquierda y solo prebendas para los líderes, y por otro una posición intransigente que se niega a negociar y por ello pierde oportunidades. La gestión encabezada por el senador, que por supuesto incluyó el paquete fiscal, mostró que existe una alternativa de negociación que además de avanzar aunque sea mínimamente en la imposición de correcciones por parte del Estado a conductas incorrectas impulsadas por el interés privado, como los impuestos a los alimentos chatarra, y establecer correcciones a desigualdades regionales, como  aquella que permitía a los estados ricos del norte pagar menos impuestos que los pobres del sur, también se pueden obtener beneficios para la población, como los 30 mil millones adicionales para Guerrero.
Sin embargo, la buena noticia que este anuncio representa se pone en duda por los riesgos que existen de que la aplicación de estos recursos redunden más en negocios para ciertos grupos empresariales y en su utilización incorrecta por parte de los funcionarios públicos. Por ello la población debe tomar medidas para que se vigile que la aplicación de este Plan sea realmente en beneficio de todos, y para ello  es importante que más allá del Consejo que se estableció el mismo día del anuncio, integrado por destacadas personalidades a nivel nacional, aquí en el estado se debería instalar un observatorio ciudadano integrado por organizaciones sociales y civiles y personalidades locales y regionales, que le dé seguimiento al desarrollo del Plan y vigile la correcta aplicación de los recursos, a nivel estatal, en cada una de las regiones y de los municipios donde se lleven a cabo las obras programadas.