Abelardo Martín M.

La violencia reloaded

Como maldición bíblica la violencia no descansa y las autoridades pierden, como si estuviéramos en el espacio, la orientación, el rumbo y la forma de enfrentar tan grave problema.
La violencia es la hidra de nuestro tiempo. Michoacán, Guerrero y Tamaulipas han sufrido su embate sin respiro y sin reposo. El miedo paraliza a la población que teme sufrir cualquier ataque en cualquiera de sus distintas expresiones, un asalto, un robo, un secuestro, un asesinato.
Hasta ahora, el apoyo federal ha servido, si acaso, para contener el avance de la delincuencia, no significa que se haya detenido, controlado y mucho menos resuelto. La presencia de los policías federales, los marinos o los soldados no representó la superación. Los seis años de la administración calderonista sirvieron para hacer o lograr el efecto contrario, la mercadotecnia de la violencia y el miedo. Eso lo tiene presente el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, así como también el gobernador Ángel Heladio Aguirre Rivero, pero sobre todo el alcalde de Acapulco, Luis Walton, a quien le tocó hacer frente a varias administraciones municipales permisivas y hasta cómplices de grupos delictivos en cualquiera de sus múltiples expresiones, desde el crimen organizado, hasta la construcción de edificaciones en lugares de alto riesgo.
En el corazón de Acapulco, en plena Costera, fue asesinado el jefe de la mafia italiana en Montreal, Moreno Gallo, en lo que tiene toda la apariencia de ser una vendetta al más puro estilo siciliano. Gallo, de origen calabrés, llegó a Acapulco en 2012, tras ser expulsado de Canadá, al final de una larga batalla legal para evitar la deportación. Ligado a la Rizzuto Clan, la mayor organización de la mafia activa en la costa oeste de Canadá, Gallo fue condenado a cadena perpetua por el asesinato de un traficante de drogas en 1975, se había presentado como defensa propia, pero que según el fiscal era en realidad un ajuste de cuentas para el control del tráfico ilegal de Montreal. En 1983 obtuvo su libertad condicional, la cual fue revocada en 2007, cuando se descubrió mientras distribuía grandes sumas de dinero en efectivo en las diferentes áreas del Clan Rizzuto durante una redada.
El presidente municipal del puerto, Luis Walton, dijo que se dispondrá de todas las facilidades que estén a su alcance para la investigación del crimen del italiano. “No es que se estén complicando las cosas, es muy condenable y lamentable. El señor italiano perdió la vida. Como también es condenable y preocupante para nosotros que cualquier acapulqueño o mexicano pierda la vida y sobretodo de esta manera”, dijo.

La muerte, sin descanso

Aparte del clima de violencia, este último fin de semana fallecieron dos personajes totalmente distintos pero ambos relevantes en la historia reciente del país. Uno, Guillermo Tovar y de Teresa, cronista de la ciudad de México, quien falleció el domingo a los 57 años de edad.
Tovar y de Teresa murió a consecuencia de una caída en su casa a la que no dio importancia.
El otro fue el líder sindical petrolero, Joaquín Hernández Galicia La Quina, a quien así apodaban desde niño por su complexión delgada y en torno a cuyo desempeño se tejieron todo tipo de historias vinculadas al abuso de liderazgo y poder. Lo cierto es que formó parte del grupo que detonó el crecimiento de la industria petrolera. En los últimos años, después de los que pasó en la cárcel, los dedicó a criticar la corrupción de líderes sindicales del gremio, empezando por el actual senador Carlos Romero Deschamps.