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Reabren el cementerio de Tixtla a 63 días de la inundación causada por Manuel

Aún está bajo el agua la mitad del panteón, que sigue siendo inaccesible

Fernando Hernández

Chilpancingo

Después de 63 días de inundación, ayer fue reabierto el panteón municipal de Tixtla, que permaneció bajo el agua durante el pasado Día de Muertos.
En un recorrido por el municipio se observó que tras las inundaciones que trajo consigo la tormenta tropical Manuel fue reabierto el cementerio, que es el más antiguo de esa localidad.
Debido a que los niveles de agua han disminuido se alcanzan a ver las tumbas en las que reposan los ancestros de los habitantes de este pueblo de la región Centro de Guerrero.
Pero a pesar de que se ha reportado una disminución en los niveles de la inundación todavía la mitad del panteón está bajo el agua y es prácticamente inaccesible.
El cementerio está ubicado en la zona oriente de Tixtla, a no más de 2 kilómetros de una de las bombas que drena las aguas anegadas hacia el emisor norte, las cuales se desfogan por la barranca de la comunidad de Atliaca y fluyen por el río Mezcala atravesando los cauces de la zona indígena del Alto Balsas en la que confluyen pueblos indígenas de los municipios de Huitzuco, Mártir de Cuilapan (Apango), y Tepecoacuilco.
El administrador del panteón, Amador Anastasio precisó que desde ayer se abrieron las puertas del camposanto, las cuales estuvieron cerradas durante el pasado Día de Muertos, que en Tixtla se conmemora desde tiempos inmemorables.
Sobre algunas de las lápidas se observan cadenas de flores de cempasúchil que fueron dejadas por personas que acudieron al panteón a visitar a sus difuntos después de casi dos semanas de que pasaron las fechas de los fieles difuntos.
El gobierno del estado informó la tarde de ayer que para arrancar los trabajos del emisor sur se rehabilitaron más de 2 kilómetros de caminos rurales que resultaron afectados por la tormenta tropical Manuel.
Mediante un boletín se dio a conocer que “se instalaron 1.8 kilómetros de tubería de hierro, de 24 pulgadas de diámetro, con dos bombas que expulsan alrededor de 300 litros de agua por segundo, mismo que son conducidos a un resumidero que desemboca al río Azul”.
“Esta cantidad de agua se suma a los 800 litros por segundo que está expulsando el emisor Norte -que desemboca en el río Balsas- y a los 400 litros desalojados por medio del canal de desagüe que conduce a la planta tratadora de la comunidad de Atliaca y los resumideros naturales de la laguna lo que significa en total la expulsión de 500 litros de agua por segundo”, se mencionó en el comunicado.

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