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Las playas, lo mejor del puerto; la falta de limpieza, lo peor, opinan visitantes

Salvador Serna

El pasado fin de semana largo confirmó una vez más que Acapulco es el preferido por el segmento del turismo nacional familiar, tal como se observó en las playas más populares de la bahía como Papagayo, Icacos, Tamarindos, El Morro, Carabalí y Tlacopanocha.
Entrevistados en playa Icacos, minutos antes de partir hacia la ciudad de Cuautla, en Morelos, integrantes de la familia Gómez Nava compartieron algunas impresiones de cómo vivieron sus días de asueto en Acapulco.
Al respecto, el pilar de la familia, Gilberto Gómez Toscano, consideró que “lo mejor de Acapulco son todas sus playas, por eso estamos aquí disfrutándolas con la familia. “Ayer fuimos a la playa preferida de los niños, que es la de Caleta. Lo peor y más feo son sus calles, banquetas, guarniciones, jardineras y los cientos de árboles sin podar”, aseveró el visitante.
“Anoche le cayó un ramalazo a una turista que estaba hospedada en el mismo hotel que nosotros, el tronco de la rama le pegó en la espalda y la tuvo que atender el doctor del hotel. Están muy crecidos los arboles ¿por qué no los cortan los empresarios o los del gobierno?”, preguntó el señor Gómez
Por su parte, la señora Estela Nava de Gómez dijo que “las playas lucen limpias y el mar también. Se nota un buen trabajo en ese aspecto pero las calles están llenas de basura, sin pintar las banquetas, semáforos descompuestos. Lo mejor de Acapulco son sus playas, sus discotecas con ambiente familiar y los centros comerciales donde puedes comprar ropa, artesanías y divertirte”.
“Mis hijos se la pasaron muy bien con los deportes acuáticos como el paseo de la banana en playa Icacos, los que rentan las motos nos trataron muy bien y rentan las motos a buen precio, lo único malo es que es solo media hora de paseo”, dijo en broma la turista morelense.
La pareja no vino sola. Trajeron a sus dos pequeñas hijas, y a un cuñado, tío materno de las nenas.
Brevemente, los esposos compartieron ayer que desde niños han visitado el puerto de Acapulco, cada quien con su respectiva familia, “somos padres jóvenes, hace 10 años vine con mis padres y Acapulco no estaba así de desordenado, sucio y sin pintar. Se respiraba otro ambiente en las calles. Mi esposa también venía cuando era soltera y hemos platicado que Acapulco está descuidado y lo único bonito y rescatable son sus playas, falta más empeño para modernizar al puerto”, opinó el paterfamilia.
Finalmente, su cuñado Félix Rafael Nava Preciado afirmó que le gusto más la piscina del hotel: “es mejor nadar en la alberca sin peligros de olas grandes, ni animales que pican como los erizos y las malagüitas. Solo me metí al mar para cuidar a mis hermanitas que no saben nadar, pero solamente en la orilla porque la marea a veces es fuerte y peligrosa. Los vendedores ambulantes nos molestaron mucho y venden todo tipo de cosas y a mis sobrinas pues se les antoja casi todo”.

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