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Reporta el alcalde de Cuetzala otros dos secuestros y el retiro de los militares

Rosalba Ramírez García

Chilpancingo

El alcalde de Cuetzala, municipio de la zona Norte, Feliciano Álvarez Mesino, informó del secuestro de dos comerciantes de la cabecera municipal el martes pasado, sin que hasta el momento se haya incrementado la seguridad en el municipio, sino que por el contrario, ha disminuido.
Ayer en una llamada a la redacción de El Sur, el alcalde perredista informó que el martes aproximadamente a las 7 de la noche un grupo de hombres armados a bordo de una camioneta detuvo a una unidad del transporte público de la ruta Iguala-Cuetzala, de donde se llevaron a dos comerciantes.
El alcalde perredista comentó que el hecho ocurrió cerca de la comunidad de Tianquizolco,?perteneciente a Cuetzala; ahí bajaron al chofer para golpearlo mientras que el resto de individuos apuntaba a los pasajeros con sus armas y privaban de su libertad a los comerciantes.
Feliciano Álvarez consideró que se trata de un secuestro que realizó uno de los dos grupos de la delincuencia organizada que opera en el municipio “y que siempre se llevan a gente inocente y trabajadora para pedir dinero a cambio de su libertad”.
Los comerciantes secuestrados son de la cabecera municipal y son una mujer, Silvia Colima Mendoza, que vende comida, e Iván Bailón Arteaga, que tiene una tienda.
Represalias por pedir seguridad

El alcalde perredista informó que después de que el jueves 7 de noviembre declarara a El Sur que?los pobladores estaban organizando un grupo de autodefensa contra los grupos de la delincuencia organizada, “ante la indolencia del gobierno estatal y federal”, información que fue publicada al día siguiente (8), de inmediato el sábado 9 del mismo mes el Ejército dejó de realizar recorridos en su municipio.
En la cabecera únicamente quedaron los tres grupos de la policía estatal conformada por 15 elementos, que son quienes resguardan a los trabajadores de los programas como Oportunidades y “70 y más” cuando acuden a pagar, “si no fuera por ellos ni eso se podría hacer”, reconoció el perredista.
“Yo creo que tomaron a mal mis declaraciones, pero no se puede negar lo grave de la inseguridad, pero ahora nos dejaron peor”, insistió Feliciano Álvarez.
También comentó que a partir de la declaración, de inmediato lo llamó el secretario General de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, para que acudiera a su oficina en el Palacio de Gobierno a “una reunión”.
Dijo que esperaba que en ese encuentro, tras las demandas públicas de seguridad personal y para el municipio, el funcionario estatal le diera respuesta a sus solicitudes, pero por el contrario, la reunión fue para “reclamarme o regañarme por lo que declaré, y yo le dije que únicamente dije lo que es, no dije ninguna mentira”.
En esa reunión dijo que volvió a solicitar seguridad y una reunión con el gobernador Ángel Aguirre Rivero, para pedirle una respuesta a sus solicitudes y poder decidir si continúa o pide licencia de manera definitiva al Congreso local para separarse del cargo y salir del país por temor por su vida y la de su familia.
Por lo pronto dijo que seguirá sin regresar a su municipio, “porque a qué voy, para que ese mismo día que llegue me fusilen allá y adelante de toda la gente, porque no hay seguridad”, por eso dijo que insiste en que se le asigne seguridad personal, “porque yo no quiero quedar en mal con mi municipio y abandonarlos, quiero seguir trabajando”.

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