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Minera inglesa dice que tiene concesión para explotar Corazón de Tinieblas en La Montaña

*De acuerdo con el portal web de Hochschild Mining el desarrollo incluye 43 mil 756 hectáreas de superficie, que afectan a Totomixtlahuaca, Tenamazapa, San Miguel del Progreso, Tierra Colorada, Tilapa, Pascala del Oro y Acatapec. Según el gobierno estatal la compañía ya se había retirado de Guerrero

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El proyecto Corazón de Tinieblas para explorar La Montaña de Guerrero se encuentra entre los principales desarrollos de la minera inglesa Hochschild Mining, de acuerdo con la lista de proyectos que difunde la compañía en su página web (www.hochschildmining.com).
Sin embargo, esta información es contraria a los dichos del director general de Promoción, Industrial, Agroindustrial y Minera de la Secretaría de Desarrollo Económico, Héctor Zurita Brito, quien aseguró que la minera ya se había retirado de Guerrero.
Incluso, en entrevista para El Sur, el funcionario desacreditó el amparo que solicitaron las autoridades comunitarias de San Miguel del Progreso, municipio de Malinaltepec, contra la concesión que otorgó la Secretaría de Economía a esta empresa.
Y acusó al Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollán, de tener “intereses oscuros” porque asesoró a los comuneros en este proceso.
Pero en una tarjeta informativa de Tlachinollan, que se publica en redes sociales, se indica que en una solicitud de información, el comisariado de Bienes Comunales de San Miguel se enteró de la concesión de mineras de Corazón de Tinieblas, bajo el título 237861, al 25 de junio de 2013.
En esa fecha “fue cuando la comunidad de Júba Wajiín (San Miguel, en me’pha) tuvo conocimiento de la expedición de las concesiones por 50 años que afectan sitios que la gente considera sagrados”, explicó el comisariado.
Se precisó que de acuerdo con los datos obtenidos a través del Instituto Federal de Acceso a la Información, “Corazón de Tinieblas es la concesión más grande de La Montaña, con 43 mil 756 hectáreas de superficie y que afectan a Totomixtlahuaca, Tenamazapa, San Miguel del Progreso, Tierra Colorada, Tilapa, Pascala del Oro y Acatapec”.
Pero el proyecto Corazón de Tinieblas, sí está en los planes de Hochschild Mining desde 2010, cuando la firma compró a la Minera Zalamera, los derechos de las propiedades en el Corazón de Tinieblas.
La misma web de la compañía da cuenta de esto a través del reporte anual de 2012, en el apartado de estados financieros consolidados, inciso tres, se detallan que “el 18 de diciembre de 2010, el Grupo firmó un acuerdo de opción de compra con Minera Zalamera SA de CV para ganar el derecho a comprar el 100 por ciento de las propiedades en el Corazón de Tinieblas Área del Proyecto, ubicada en Guerrero, México, en la actualidad propiedad de Minera Zalamera”.
Asimismo, dice que la inversión que Hochschild Mining hizo por esta concesión hasta diciembre de 2012, fue de 968 mil dólares, equivalente a 12 millones 683 mil pesos.
En otro párrafo dice que “a la firma de la carta de intención del Grupo pagó 10 mil dólares estadunidenses y al firmar la opción de compra  acuerdo del Grupo pagó 25 mil dólares a Minera Zalamera”.
Adicionalmente, se obligó a pagar más de 2 millones de dólares y cubrir los gastos de exploración que se generen hasta 2015.

El amparo

En redes sociales, Tlachinollan informó los pormenores de la demanda de amparo que se presentó el 15 de julio de 2013, en el Juzgado Primero de Distrito del Estado de Guerrero, en el expediente 1131/2013, argumentando que las concesiones relativas a los lotes Reducción Norte de Corazón de Tinieblas y Corazón de Tinieblas contraviene la Constitución y los Tratados Internacionales que el Estado mexicano ha ratificado.
En la demanda, se fundamentó que el otorgamiento a Hochschild de las concesiones mineras contraviene el derecho colectivo a la propiedad territorial indígena (derecho al territorio) previsto en el artículo 21 de la CADH y en los numerales 13, 15 y 17 del Convenio 169 de la OIT, y el derecho constitucional a la protección integral de las tierras indígenas previsto en los artículos 2º fracciones V y VI y 27 fracción VII párrafo segundo, relacionados con el artículo 1, de la Constitución.
En su respuesta, el gobierno federal insistió en no procedía la demanda porque la Comunidad Me’phaa “carece de interés jurídico para impugnar las concesiones”, porque “los recursos minerales son propiedad exclusiva de la nación por lo que el Ejecutivo federal puede concesionarlos libremente siempre y cuando cumpla la ley secundaria”.
Dijeron que otorgar una concesión minera no implica autorizar un programa de explotación de minerales, y la consulta a los pueblos que exigió San Miguel El Progreso, se tiene que verificar en el procedimiento de aprobación del manifiesto de impacto ambiental, conforme a la ley general de equilibrio ecológico, entre otros aspectos.
En el escrito, denunciaron que “el Presidente de la República, representado por la Directora General Adjunta de lo Contencioso de la Secretaría de Economía, defendió a ultranza la Ley Minera arguyendo razones de política económica para relegar la vigencia de los derechos humanos”.
En el informe de Tlachinollan indicaron que luego de varias fechas propuestas, el 31 de octubre se realizó la audiencia constitucional, y desde entonces el expediente está listo para ser resuelto.

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