Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Rogelio Ortega Martínez

Mexico, entre Revueltas y Paz

 

Eduard H Carr afirmó que en la historia de la humanidad había siglos cortos y largos, delimitados por grandes acontecimientos para definir sus temporalidades. Ejemplifica con el siglo 20, al que define como siglo corto, si se consideran dos grandes sucesos mundiales que marcan su nacimiento y fin. Inició, según el connotado historiador británico, en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, y terminó en 1989 con la caída del Muro de Berlín.
En otra perspectiva, podríamos decir que nació con el triunfo de la revolución bolchevique, el 7 de noviembre de 1917 y feneció con la implosión de la URSS, con el Golpe de Agosto de 1991.
Si pensamos en México, podemos decir que el siglo 20 empezó con el fraude electoral que la dictadura porfirista perpetró en contra de Francisco I Madero y dio legitimidad a la revolución que estalló el 20 de noviembre de 1910 y, siguiendo la línea de Carr, el siglo 20 culminó con la derrota del PRI en julio de 1997, al realizarse las primeras elecciones libres organizadas por el IFE, en las que el PRI perdió la mayoría en el Congreso y/o las de julio de 2000 al producirse la alternancia, con la derrota del PRI, en el ejecutivo federal. Si pensamos en la ponderación de los movimientos sociales podemos suponer que inició el 1 de junio de 1906 ó el 7 de enero de 1907, con las huelgas de Cananea y Río Blanco, respectivamente, y culminó el 1 de enero de 1994 con el levantamiento armado de los indios de Chiapas dirigidos por el Subcomandante Marcos y el EZLN.
Pero, si ponemos el acento en las letras mexicanas podemos afirmar que el siglo inició en 1914, con el nacimiento de dos de los más relevantes escritores del siglo XX: José Revueltas y Octavio Paz.
Octavio Paz nació en la ciudad de México el 31 de marzo de 1914. En días pasados el Congreso mexicano acordó formar una Comisión Especial para la Conmemoración del Centenario del Natalicio de Octavio Paz. Bien merecido y bien atinada la iniciativa de nuestras legisladoras y legisladores.
Las y los mexicanos debemos sentirnos sumamente orgullosos y celebrar con especial pundonor los primeros cien años del nacimiento del gran poeta, narrador y ensayista mexicano. Paz, fue galardonado con los reconocimientos y premios de mayor relieve mundial: el Príncipe de Asturias, el Cervantes y el Nobel de Literatura, por sólo mencionar tres. De prosapia rebelde, su abuelo combatió contra los franceses al lado de Porfirio Díaz y su padre Ireneo Paz Flores fue zapatista; en su niñez padeció el exilio por la militancia zapatista de su padre; en 1929 participó en la primera huelga estudiantil en la secundaria 3; fue proclive al socialismo en sus años de juventud; militante activo contra el fascismo desde las trincheras de los internacionalistas que viajaron a España para defender la República; renunció a su cargo de embajador de México en la India, como protesta por la matanza de estudiantes del 2 de octubre del 68; fue un crítico irreverente con todos los autoritarismos y un demócrata y liberal irredento.
Sus ensayos políticos más relevantes de crítica al poder, caracterización de la cultura de los mexicanos y el rol de México en el mundo globalizado son: El ogro filantrópico; El laberinto de la soledad; Posdata; y, Pequeñas crónicas de grandes días. Su mejor poesía: Piedra de Sol. Menospreciado e incomprendido, erróneamente, por la izquierda. Su obra, desafortunadamente y a pesar de los esfuerzos del Fondo de Cultura Económica, es poco conocida por las y los mexicanos. Que el bicentenario de su natalicio sirva para conocer y reflexionar a Paz, en paz y con optimismo.
El 20 de noviembre de 1914 nació en Santiago Papasquiaro, Durango, José Revueltas Sánchez. El próximo año también se cumplirá el primer centenario de su natalicio.
Excelente novelista, cuentista, guionista y poeta. Rebelde, revoltoso, revolucionario, comunista e iconoclasta. Influyó en toda la izquierda mexicana y fue inspirador de todos sus proyectos hasta su muerte temprana, 1976, antes de cumplir 62. Fue detenido a los 14 años por participar en un mitin organizado por los comunistas en el DF; padeció prisión en dos ocasiones en las Islas Marías y en Lecumberri, por su militancia de izquierda y su destacada participación en el movimiento estudiantil de 1968.
Hermano de tres genialidades: Silvestre, el extraordinario músico; Fermín, el pintor prolífico y; Rosaura, la brillante bailarina, actriz y escritora. Destacan sus novelas: Los muros de agua, El luto humano, Dios en la tierra Los días terrenales, Los errores y El apando, esta novela corta fue llevada a la pantalla grande, con gran éxito, bajo la dirección de Felipe Cazals, y el guión, escrito por el propio Revueltas y José Agustín. Este filme ocupa el lugar 60 entre los cien mejores de México, según opinión de 25 expertos. De sus ensayos políticos destacan: Cuestionamientos e intenciones; Dialéctica de la conciencia; Ensayos sobre México; México: una democracia bárbara; México 68: juventud y revolución. Pero de manera especial, el que marcó a toda la izquierda radical de la década de los 60 y 70, fue: Ensayo sobre un proletariado sin cabeza.
Durante todo el siglo XX, las y los mexicanos vivimos entre revueltas, rebeliones, revolución y tiempos de relativa paz, pero disfrutando del imaginario y la magia de la inspiración de Paz y Revueltas. En el XXI, padecemos los “daños colaterales” de la narco-guerra, sus estragos, sus miserias, sus abominaciones. Celebraremos el próximo año, con nuestros congresistas, el centenario del natalicio de nuestro gran Octavio Paz. Pero, se les olvidó Revueltas. Grave error, el gran rebelde, no puede ser ignorado, y menos en Guerrero, tierra de rebeldes, de revueltas, rebeliones y revoluciones. Demócratas y pacifistas también. Nos congratula que, gracias a la iniciativa de la poeta Citlali Guerrero, ya se organiza, con el doctor Javier Saldaña Almazán, rector de la UAGro, un meritorio programa de homenaje a José Revueltas. El próximo sábado a las 19 horas se dará a conocer, en presencia de Julio Revueltas, nieto del rebelde, iconoclasta, comunista, gloria de las letras mexicanas del siglo XX, el organizador de todas las revueltas y conspiraciones de izquierda, de nuestro gran José Revueltas.

468 ad