Exigen en Egipto que declaren de nuevo jefes militares en el juicio a Mubarak

DPA

El Cairo

El juicio al ex presidente egipcio Hosni Mubarak, reanudado ayer en un tribunal a las afueras de El Cairo, se aplazó hasta hoy, informaron medios estatales.
El tribunal egipcio comenzará hoy a escuchar a la acusación, que realizará su alegato final durante tres días
Decenas de personas se congregaron ayer en torno al edificio de la academia de policía, donde Mubarak enfrenta un proceso acusado de haber ordenado el asesinato de unas 850 personas durante las revueltas que lo derrocaron del poder el pasado febrero.
Los congregados gritaban eslóganes en su contra y sostenían banderas egipcias.
Un gran número de oficiales de la policía se ocupó de mantener alejados a los grupos de opositores y defensores de Mubarak, tras la violencia desatada entre las dos partes desde el inicio del proceso el 3 de agosto.
Durante la sesión de ayer, abogados de las familias de las víctimas exigieron que el jefe del consejo militar gobernante, Hussein Tantawi, y el jefe del Estado Mayor, Sami Anan, volvieran a ser llamados a declarar.
Tantawi testificó durante una sesión de puertas cerradas en septiembre. Los abogados de las víctimas acusaron a la corte de parcialidad con Mubarak y otros acusados después de que no se les permitiera a muchos de ellos entrar en la sala.
Tras el testimonio de Tantawi, los abogados exigieron nuevos jueces, acusándolos de parcialidad con Mubarak y otros acusados, pero su petición fue rechazada en diciembre.
Los familiares de las víctimas vieron frustradas sus esperanzas tras los testimonios de varios testigos, que en su mayoría negaron que hubiera órdenes de disparar a los manifestantes.
También se enfadaron el último jueves cuando un tribunal absolvió a cinco policías acusados de matar a manifestantes durante las protestas populares a principios de 2011. El tribunal estimó que los policías actuaron en defensa propia tras ser atacados el 28 de enero en el distrito de al-Sayeda Zeinab de el Cairo.
Mubarak, de 83 años, se encuentra bajo arresto en un centro médico militar a las afueras de la capital desde agosto y está siendo juzgado junto a sus hijos Alaa y Gamal, así como el ex ministro del Interior Habib al Adli y otros seis antiguos funcionarios de seguridad.
Todos se han declarado inocentes de los cargos que se les imputan y podrían enfrentarse a la pena de muerte si se les declara culpables.