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Cerco militar, acarreo de mujeres e invitados a modo para evitar protestas en Tlapa

Carmen González Benicio

Tlapa

La visita del presidente Enrique Peña Nieto a Tlapa se desarrolló en medio de un cerco militar y policial y con invitados a modo para evitar manifestaciones o quejas.
La actividad se llenó con el acarreo de mujeres indígenas de los municipios de La Montaña, porque un presidente municipal comentó que los citaron a las 10 de la mañana para entrar y les pidieron cierto número de mujeres, que iba de 10 a 80, según el municipio o “según el sapo la pedrada”.
Ese dato fue confirmado con personal de otro ayuntamiento al que le pidieron 60.
Esta reportera observó a grupos de mujeres de Cochoapa el Grande y Metlatónoc que se distinguieron por su vestimenta tradicional, de Olinalá, Tlapa y Malinaltepec, entre otros. Y en la ruta de acceso había varias combis y camionetas en que las transportaron; también se usaron vehículos oficiales de la Cdi y Sedesol para el traslado de las que asisten a los comedores comunitarios.
A las del Centro de Justicia las citaron a las siete de la mañana, con la advertencia de que ya no entrarían, para esperar el acto programado para la una y media de la tarde.
Al acto llegó una persona que pidió el paso de los padres y esposa del senador Sofio Ramírez, y los mimebrtos del Estado Mayor Presidencial le dijeron que sólo era para la esposa, y después de la insistencia y argumentación le dijeron que no, porque los lugares eran sólo para presidentes municipales y sus esposas, por lo que el empleado se retiró molesto.
A las personas que llevaban pancartas hechas por las mismas autoridades les revisaban el contenido y aprobaban o no su ingreso, pero ya adentro se las quitaron; a los que llevaban oficios les quitaban su carpeta y sólo entraban con sus hojas.
En la entrada estaba un letrero que restringía pasar con videocámaras, cámaras, navajas, vidrios o alimentos.
En este mismo espacio se acercaron decenas de mujeres y hombres que llevaban oficios para pedir apoyos y muchos de ellos sobre las afectaciones sufridas por la tormenta Manuel, como las viviendas, o que ya no pasaron a sus casas a censarlos y nadie los atiende. Todas esas peticiones fueron recibidas en el último nivel de los que lograron entrar.
Ahí dos mujeres de Tlapa se acercaron por atención, ya que el presidente municipal Victoriano Wences Real se las negó.
“Nos dijo que sólo iba a hacer una oración por todos los damnificados, pero que no había nada cuando nuestras casas se inundaron”, le comentaban al receptor de las peticiones.
En un filtro a esta reportera le negaron el acceso con un sinfín de argumentos, entre los que destacó responsabilizar al área de comunicación social del estado, que nunca estaba para identificar a los periodistas y sólo con indicaciones, y si alguien se hacía responsable de la de El Sur; pero al resto de periodistas no le pusieron objeciones.
La construcción del Centro de Justicia empezó en  los últimos años del periodo de Zeferino Torreblanca. En el 2011 ya estaba el edificio concluido y se estaba definiendo el personal por parte de la Secretaría de la Mujer.
Se habló varias veces de su inauguración, sin que ésta sucediera, al faltarle mobiliario y personal. Desde hace más de un año cuenta con personal, pero poco se sabía de sus funciones y en la inauguración de este día por Peña Nieto le dio otro giro al cambiarle a Ciudad Mujer.
El Centro de Justicia actual cuenta con  dormitorio y cocinas como albergue temporal y personal en lo jurídico, psicológico, traductoras, y se pretendía concentrar a las diferentes instituciones que atienden a mujeres sin que se haya consolidado.

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