CARTAS (Representaba a los trabajadores no al director del Fidaca, aclara abogado)

Señor director:

He leído con sorpresa la nota publicada el pasado 26 de noviembre en el periódico El Sur, relacionada con un conflicto entre empleados y directivos del Fideicomiso Acapulco, (FIDACA),  que ha llevado a la toma de las instalaciones físicas de ese organismo.
Considero que es una nota que cumple con los cánones de veracidad con que se conduce todos los días el periódico que usted acertadamente dirige.
Sin embargo, en el cuerpo de la nota se me involucra con la parte patronal en un conflicto laboral entre empleados del Fideicomiso Acapulco y el director del mismo lo que, debo precisar, falta a la verdad. Permítame relatarle de manera breve mi participación en ese conflicto:
Hace tres semanas fui contratado por la señorita Rosy Pavón y otros empleados del Fideicomiso Acapulco para asesorarles jurídicamente en un conflicto que sostenían con su director, Miguel Ramón Palacios Vargas. Acepté darles mis servicios, pues consideré que se trataba de un movimiento justo. El día de la toma de las instalaciones me hice presente y comencé con mi respaldo jurídico, aunque desde un principio les informé que al tomar el edificio público incurrirían en graves delitos.
Durante los días posteriores al movimiento me mantuve en contacto permanente con la señorita Rosy Pavón y sus compañeros, quienes forman parte de uno de los grupos inconformes. La nota informativa que publica El Sur, en la que se me involucra como representante del director Miguel Ramón Palacios Vargas es falsa, pues ese día acudí (25 de noviembre) a informar a los trabajadores de la gravedad en que incurrían y que existía la posibilidad de mediar con un representante del gobierno del estado para llegar a una solución que les beneficie. Existía la posibilidad de instalar una mesa de negociación y llegar a una solución favorable a los trabajadores.
Ese día fui informado por otra de los representantes de los trabajadores, la señorita de nombre Rosalba Nieto Castillo, que quien contrató mis servicios, Rosy Pavón, había abandonado el movimiento y por lo tanto ya no requerían de mi intervención. Me informaron que el nuevo asesor de los trabajadores sería el licenciado Edmundo Román Pinzón, quien es además magistrado del Poder Judicial del Estado de Guerrero, por lo que me retiré, no sin antes informar a todos los trabajadores lo siguiente.
1.- Que incurrían en los delitos: despojo agravado, motín, ejercicio indebido del propio derecho, asociación delictuosa, daños, robo agravado, ejercicio indebido y abandono del servicio público y coalición de servidores públicos, entre otros, considerados, todos ellos,  como graves.
2.- Que ya existía una negociación con un representante del gobierno para llegar a una solución que contemplaba la reinstalación de los cuatro detenidos, el retiro de las averiguaciones abiertas en su contra y del pago de la primera quincena del mes de noviembre que no se les ha entregado.
Como podrá usted observar yo representé a los trabajadores, jamás a Miguel Ramón Palacios Vargas, como se dice en la nota informativa. La mención de las amenazas que recibió el señor Alfredo Salas Torres jamás provino de mi parte y me deslindo de ese señalamiento por absurdo, pues represento a trabajadores en paro, no a la parte patronal. Aclaro además que yo no fui a intimidar, contrariamente, fui intimidado.
Le suplico precise en su importante medio impreso que mi participación en ese movimiento fue a favor de la parte trabajadora y que posiblemente por una mala apreciación del reportero, jamás creo haya sido de mala fe, se me involucró con  la parte patronal.
Le agradezco la atención que preste a la presente y espero haga la  precisión debida.

Atentamente
Alfredo Pérez Zárate.
Presidente del Colegio de Abogados
Penalistas del Estado de Guerrero.