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Incluir al movimiento social en la reconstrucción del estado, plantea el investigador Julio Moguel

La UAG es también un actor fundamental, destaca el investigador en una conferencia

Karla Galarce Sosa

El investigador Julio Moguel Viveros dijo que el gobierno debe incluir los movimientos y actores sociales en la reconstrucción de la entidad.
El también escritor dictó en Acapulco la conferencia magistral “Retos de la reconstrucción del sur-sureste: economía y sociedad”, ante estudiantes de la Unidad Académica de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Dijo que el cambio en la entidad sería inconcebible sin la crítica de los movimientos sociales y sin la participación de la UAG.
“La universidad por sí misma es potencia enorme que al ser considerada como potencia, cambia el sentido de su intervención, hay que visibilizar la intervención de la universidad”, destacó.
Señaló también la necesidad de otorgar “poder sustantivo” a los actores involucrados en la reconstrucción de la entidad después de la tormenta Manuel.
“No puede hacer como se hace hoy, poniendo policía rural a los fenómenos organizativos propios de la ciudad, no sólo al tema de seguridad, sino de la reconstrucción social que ellos han decidido tomar; no se puede seguir confrontando como si eso fuera el problema principal de la sociedad guerrerense”, argumentó.
Consideró que “la CRAC tiene una función principal, ha ganado un lugar y no se puede pretender que se le nulifique en su condición de crecimiento, de desarrollo y en el impacto que tiene; no se puede pretender minimizar el papel que tienen organizaciones como la Coordinación de los Damnificados de la Costa Chica, no se puede hacer como si no existiera Tlachinollan”.
Insistió en que “no se puede permitir que la gente no participe de manera sustantiva en el proceso constructivo, tienen que cuidar que en efecto, no se politicen, no se polaricen de manera absurda, pero si tú asumes una actitud absurda, y parece que algunos gobernantes lo están haciendo, estatales y federales, de que tu problema principal es que la gente no se involucre, entonces tienes un problema esencial y no resuelves y das pie a todos los vicios”.
Reiteró la necesidad de que la gente se organice, opine y participe para darles voz.
Indicó también que para que haya una reconstrucción integral de la entidad, se debe acompañar a las personas, a los grupos y a la sociedad, con estrategias de largo plazo, en donde se prioricen modelos de desarrollo de países de primer mundo como Brasil.
“No haber olvidado la otra pierna de la solidaridad social y comunitaria, el factor social que impacta a la economía a favor de los más pobres, postura que va ligada a no temerle a la organización de la gente, pero que no se ve así; sin economía popular no hay crecimiento”, dijo Moguel Viveros.
Cuando se le preguntó su opinión por el rumbo de la entidad ante el contexto que presenta en la actualidad, el conferencista dijo que “yo confío en los movimientos sociales organizados de ahora, confío en que se marquen pautas como las que se están marcando ahora con los organismos, que se están viendo ahora como los de la Costa Chica, la Costa Grande, El Paraíso, La Montaña, en Atoyac, las colonias organizadas; confío en que esas voces adquieran una mayor madurez y frente a ese fenómeno de mayor madurez, los grupos emergentes de la universidad se muevan, que sea un factor que catalice, que acompañe y se conjugue para que se recoloquen la mayor parte de las intervenciones del gobierno que me parece, que en lo fundamental, son conservadoras, las intervenciones del gobierno federal, estatal y aún no tengo claro el municipal, pero que seguramente lo son”.
El escritor habló de la próxima presentación de su nueva obra, Guerrero en vilo, de vitalismos y tragedias, enmarcada en los desastres que dejó a su paso la tormenta tropical Manuel y que habla de la reconstrucción de las circunstancias de la tragedia del 15 de septiembre, a partir de su experiencia por los días en que nadie podía entrar o salir de Acapulco.
“Primero lo centré en la circunstancia acapulqueña, después al estado en Costa Chica, El Paraíso, La Pintada, Tixtla, La Montaña y eso hace una reconstrucción de mosaicos sintomáticos, significativos del impacto de meteoro con procesos de desgracia y de organización, en donde la parte organizativa la identifico como ‘vitalismo’, un vitalismo general que se resume en la frase que dijo una señora de la Costa Chica, de Cuajinicuilapa: ‘ya chingamos, pasamos dos huracanes –Paulina y Manuel– y estamos vivos’, todo se perdió y su primera expresión ‘ya chingamos’. Eso es un vitalismo generador que tiene la sociedad guerrerense, sin la cual la historia completa de Guerrero no se podría entender, que aparece, reconstruye, compone y hace historia, no es localista, sino que hace patria. Si eso no lo sabemos identificar en la expresión de la señora de Cuaji, ese sentido vital que emerge desde el medio popular, estamos jodidos. El libro trata de eso”, ahondó Julio Moguel.
En relación a las acciones de la UAG ante los desastres, comentó que se anuncian “35 acciones de la universidad desligadas una de la otra, como si fueran acciones diversas, las brigadas, esto, aquello, y no”.
Agregó: “hay que ver a la universidad como un sujeto activo, ligado íntimamente a la sociedad guerrerense, porque los estudiantes de la Universidad Autónoma de Guerrero, más que los de cualquier otro lugar del país, quizás del mundo, están ligados a la comunidad; por la expansión misma de la universidad, por la forma en la que creció, para bien o para mal”.
Comentó que la perspectiva que dio la universidad-pueblo y sus derivados, hace que tenga una raigambre social muy amplia y muy ligada a sectores medios y populares
No sería posible concebir, continuó, hoy lo que sucede el estado de Guerrero, sin visualizar como un actor fundamental a la universidad.
Hizo referencia a quienes tienen posturas opuestas a lo que calificó como “vicios” de la máxima casa de estudios: “unos que son críticos de la universidad porque quisieran que se mantuviera tal y como está ahora, y otros que fuera como fue en algún momento, que simplemente no le dan un peso en su justa dimensión”.
“La universidad es un activo definitivo y hace la diferencia con los proyectos del Guerrero de hoy, con respecto al Guerrero de antes, un Guerrero bronco, caciquil, muy anti democrático, frente a un Guerrero que tiene posibilidades a pesar de todo, de abrir líneas de intervención”, argumentó.
“La universidad debe moverse en una lógica en la cual los estudiantes tienen que ser el activo principal, ¿cómo? Hay adormecimientos, no hay apego, hay sectores estudiantiles que no se movilizan como antes, hay problemas de conciencia, y problemas de adormecimiento, culturales; hay muchas broncas que tienen que ver con eso, hay temores pero esa lucha ahí está, la juventud”, destacó el especialista en temas sociales y de investigación.
Preguntó cómo ha saltado en distintos momentos de la historia el factor estudiantil, “en donde nadie apostaba un día antes de que se movilizaran en diferentes partes del mundo, pero de pronto aparece esa combinación fundamental que casi hace milagros, esa se convierte en un ente activo y decide actuar para terminar con los sometimientos de lo que son objeto”.
Agregó que “el 80 por ciento de la población universitaria son jóvenes y con condiciones de cambio, es necesario empujar por allí”, y al final señaló que se debe pensar en procesos de política pública, en términos de integralidad.

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