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Marco Antonio Suástegui y Bruno Plácido, en riesgo de ser atacados, advierte Marcos Matías

Alude el perredista al encontronazo del dirigente del Cecop con el gobernador Angel Aguirre. Rubén Figueroa Smutny está “calentando el comal” al vincular a organizaciones sociales con la guerrilla, dice

Lourdes Chávez

Chilpancingo

El ex diputado federal Marcos Matías Alonso denunció que el diputado local Rubén Figueroa Smutny está “calentando el comal” vinculando a los grupos de autodefensa y a organizaciones sociales con grupos guerrilleros, y advirtió que si los actores políticos siguen esta línea, 2014 será peor para la lucha social en la entidad.
Recordó que este año Guerrero rebasó a Oaxaca en número de dirigentes sociales desaparecidos y asesinados, y en este sentido los organismos civiles deben estar preocupados por el líder del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la presa La Parota, Marco Antonio Suástegui, el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero, Bruno Plácido Valerio, y aquellos con el valor de hacer denuncias y encarar a las autoridades.
Aseguró que si no se instala una mesa de diálogo de alto nivel, si las autoridades estatales y federales mantienen su cerrazón ante el conflicto social de Guerrero, el tema se volverá más espinoso.
“Ya viste quiénes pueden ser los más próximos, hay una clara dedicatoria, por la sagacidad, el atrevimiento y el valor de (Marco Antonio) Suástegui, puede tener consecuencias próximas, y todos los organismos deberían estar preocupados por el destino de Suástegui, que ha tenido el valor de enfrentar cara a cara, el cuestionamiento, con el Poder Ejecutivo”, manifestó Matías Alonso.
Esto luego de que el dirigente de los opositores a la hidroeléctrica La Parota enfrentó al gobernador Ángel Aguirre Rivero en una gira por los Bienes  Comunales de Cacahuatepec y le recriminó que si lo quería llevar detenido o lo quería mandar a matar, que lo hiciera de una vez.
También mencionó al dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido, y “a los que tenemos el valor de hablar, de decir las cosas”.
En una visita a la redacción de El Sur, el ahora asesor en el Senado destacó que el informe anual de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que México es el único país de la región donde la pobreza se agrava.
Añadió que esta situación es más delicada en Guerrero, donde varios municipios tienen altos indicadores de miseria y de bajo bienestar social.
Aunado a esto, México es el único país que termina el año con la aparición de un grupo que se radicaliza y rompe con el gobierno, las autodenominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias Liberación del Pueblo (FAR-LP).
Indicó que el grupo se presenta en Guerrero, precisamente donde ha ocurrido el mayor número de desapariciones forzadas y asesinato de dirigentes; el de la Liga Agraria de Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata, Raymundo Velázquez Flores; el de la dirigente de la Organización Campesina de la Sierra del Sur (OCSS), Rocío Mesino Mesino; el de la Unidad Popular, Arturo Hernández Cardona; el de la Organización Popular de Productores de la Costa Grande, Luis Olivares Enríquez, y la desaparición del político indígena Longino Vicente Morales.
Asimismo, señaló las detenciones de la coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado García, y del asesor de la Casa de Justicia de El Paraíso, Arturo Campos Herrera, pertenecientes a la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC).
Consideró que su detención y traslado a penales de máxima seguridad parece que en lugar de tener miedo a un levantamiento indígena, las autoridades quieren propiciar el rompimiento con los pueblos, porque los ven como un peligro.
Reveló que conoce personalmente a Campos Herrera y no es un guerrillero, “es un dirigente indígena de Ayutla, originario de una región compulsiva, pobre, y testigo cercano de lo que ocurrió en (la masacre de) El Charco, que siempre transitó en la vía pacífica como defensor de derechos humanos”.
Matías Alonso recordó que en el periodo de gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo se habló de 30 años de retroceso en derechos humanos, por el hostigamiento y encarcelamiento de dirigentes sociales, pero con Aguirre Rivero se repite este fenómeno.
Sin embargo, precisó que este retroceso lo sufren los pueblos más débiles, y es caldo de cultivo para el nacimiento del grupo guerrillero, con sus reivindicaciones nacionales, pero sobre todo de carácter estatal.
Consideró que este grupo vino a llenar el boquete que ha dejado abierto el PRD, y que medio ha cubierto el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, con la defensa de organizaciones y dirigentes sociales e indígenas.
Se reservó hablar de políticos que en otro momento han relacionado a los movimientos sociales con la guerrilla, pero detalló que Figueroa Smutny fue irresponsable al vincular a la UPOEG y a la CRAC con grupos subversivos, sin pruebas.
Reconoció que nadie puede descartarlos, pero tampoco han podido demostrar que estén vinculados a la guerrilla; por lo tanto, no es suficiente acusar y culpar a guerrilleros de los problemas sociales de la entidad, olvidando la estela de sangre del figueroísmo.
En este sentido, subrayó que todos los actores, sociales y políticos deben insistir en el diálogo, que incluya no sólo a los grupos de la CRAC y la UPOEG, sino a la Policía Ciudadana de Temalacatzingo, y demás que se han ramificado.
Añadió que de lo contrario, el 2014 comenzaría en condiciones muy lamentables y los actores sociales, orillados por el gobierno federal, van a quedar atrapados en una situación muy peligrosa y nada deseable para el estado.
Finalmente, demandó que se revisen las estrategias para reducir la pobreza, a un año del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto y a tres de Aguirre Rivero, porque según los resultados del Cepal, la Cruzada Nacional Contra el Hambre “y toda la inversión que se dice que se ha hecho en el estado, es insuficiente o son equivocadas, porque los focos rojos siguen ahí”.

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