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Inversiones para cambiar a familias afectadas por Manuel, propone especialista de Brasil

*Es enorme la diferencia económica que hay entre el Acapulco suburbano con el que se ofrece al turista, critica el doctor Elías Antonio Vieira, de la Universidad Estatal Paulista Julio De Mesquita Filho, durante su participación en el Tercer Congreso Internacional en Patrimonio y Desarrollo Sustentable, Biodiversidad, Patrimonio y Turismo

Karla Galarce Sosa

El doctor Elías Antonio Vieira, de la Universidad Estatal Paulista Julio De Mesquita Filho de Brasil, propuso ayer realizar inversiones “importantes” para cambiar a miles de familias que resultaron afectadas por las inundaciones o deslaves luego del paso de la tormenta Manuel para evitar una posterior catástrofe mayor.
El investigador brasileño, con especialidad en Geografía, destacó la necesaria integración de estudios que incluyan propuestas de solución, la participación de la ciudadanía y que estas propuestas cuenten con equipos multidisciplinarios.
El académico dictó la conferencia La insustentabilidad de las ciudades, durante el primer día de actividades del Tercer Congreso Inter-nacional en Patrimonio y Desarrollo Sustentable, Biodiversidad, Patri-monio y Turismo, que concluirá mañana en el hotel Crowne Plaza.
El doctor Vieira criticó la enorme diferencia económica que hay entre el Acapulco suburbano –por donde pasó el domingo a su llegada al puerto–, con el Acapulco que se ofrece al turista.
Al respecto, mencionó que el gobierno, en sus tres ámbitos, debe establecer alianzas que permitan disolver las enormes diferencias económicas y de vida entre sus habitantes.
En entrevista antes de su exposición, el especialista dijo que en los países del mundo existe un interés por el desarrollo del modelo económico capitalista.
“Nosotros vivimos del modelo de consumo capitalista y el capital no siempre mira la sustentabilidad, solamente cuando hay cómo agregar valor a su negocio”, expuso.
Señaló que a nivel empresarial, en consorcios, existe una exploración de marketing que relaciona a la sustentabilidad con cosas puntuales, como con sembrar árboles, actos que no garantizan la sustentabilidad.
El expositor hizo referencia a los acuerdos de la Agenda XXI, cuyas premisas de sustentabilidad en las ciudades, abarcan cuestiones sociales, culturales, ambientales, equidad social, calidad del agua, aspectos sanitarios e incluyen una visión mucho más amplia.
“Acapulco tiene una división social que pude observar ayer (domingo) en mi llegada, antes y después del túnel; pude ver que la miserabilidad es muy fuerte en la periferia. Después del túnel es otra ciudad, hay más revestimientos para mejorar la estructura, pero más para el uso del turismo, no para la población de Acapulco que podría estar inserta en esta política más amplia porque el turismo depende también de una población que tiene mínimas condiciones de vida”, señaló el investigador
El también director adjunto de la revista Meridiano, del Centro de Estudios Humboldt de Buenos Aires, advirtió que las consecuencias de las diferencias económicas están detrás la violencia urbana y los robos: “no es suficiente con tener una infraestructura para el turismo de fuera, hay que tener una visión más global con todos estos aspectos, la ciudad en bajos niveles, es descuidada, sucia, hay ocupaciones irregulares en zonas de riesgo de derrumbes que viven con normalidad, pero una ciudad que tiene eventos sísmicos ya no puede hacer este tipo de ocupaciones en las partes altas de la ciudad”.
Destacó que en áreas como Guerrero, expuesto a sismos y ahora a inundaciones, “hay una vulnerabilidad muy grande no solo de personas de bajo ingreso, también de personas que tienen altos ingresos que ocupan las áreas que no debían ocupar porque podríamos tener una catástrofe muy grande si las autoridades no se preocupan”.
–De qué depende modificar la situación de vulnerabilidad de las personas cuyas casas ya fueron inundadas con el paso de la tormenta, se le preguntó.
–Es difícil porque es una cuestión de la naturaleza. Hay un tramo de tierra muy pequeño entre las aguas del mar y la cuesta, yo pienso que Acapulco debería tener una población más baja, no me parece sustentable esta ocupación, porque hay una limitación física que no se ha respetado. Puede haber una catástrofe de enormes dimensiones.
Ante esto, el doctor propuso la integración de un diagnóstico de largo plazo en el que se identifiquen las zonas más vulnerables de las zonas que resultaron inundadas en septiembre pasado.
“Hay que hacer un plano para disminuir y minimizar el riesgo, el crecimiento de la ciudad tiene que basarse sobre otro paradigma que respete las limitaciones físicas del sitio de Acapulco”, explicó.
Según el académico hay también una estrecha relación entre Acapulco y la ciudad de México, y se identifican áreas muy vulnerables en las que se ven escurrimientos de suelo, de las montañas y que son peligrosas. Es muy visible el riesgo que hay en las montañas que hay entre la ciudad de México y Acapulco.
En relación al arraigo cultural y tradiciones en la zona, comentó que las primeras personas que deben tener el sentido de riesgo son los mismos habitantes de las poblaciones.
“Hay que trabajar la sensibilización con equipos que acuden a las comunidades, porque en muchos casos se requiere cambiar las casas. Estas poblaciones con arraigos y tradiciones culturales pueden ser incluidas en los recorridos turísticos, porque México es muy rico en su cultura y puede integrar en su presupuesto la mejora de los lugares para fortalecer su infraestructura sin excluir a su población”, insistió.
–¿Funciona la planeación de ciudades como la de Acapulco?
–No hay otra forma de establecer un sitio urbano. Sin planeación los principales problemas de las ciudades grandes, pequeñas, no importa su dimensión, todas tienen ahí el origen de sus problemas. La falta de planeación se origina porque tienen intereses inmediatos de grupos económicos que no miran esa gestión más ampliamente.
“Podría decir que hay una miopía de grupos capitalistas que no consiguen mirar a largo plazo los defectos de sus intervenciones sin planeación. Es preciso tener un poco de más tolerancia, paciencia, y no se puede ser inmediatista con el resultado del capital. Se requiere pensar en el retorno del dinero a mediano y a largo plazo”, expresó el investigador.
En cuanto a Acapulco, el doctor Vieira reconoció que “la ciudad tiene un potencial muy fuerte, hay una belleza de la naturaleza muy importante que para planear esto, porque ya hay ocupaciones indebidas, es difícil, se requerirá poner mucho dinero para corregir y adecuar estos errores, más es posible por comenzar con las prioridades mediante una planeación y comenzar a trabajar, puede ser que en los próximos 20 años haya un nuevo Acapulco, porque es un destino mundialmente conocido y famoso, pienso que las autoridades deben hacer un esfuerzo conjuntos no solo a nivel municipal, sino en el estado y la federación”.
Después del problema de la catástrofe de septiembre es mucho dinero que se aplica y con efectos no garantizados que en una próxima ocasión, se pueden revertir, advirtió.
Es “más inteligente, hacer una prevención de mediano y largo plaza, establecer una barrera, un trabajo amplio, planeado y poner los dedos en las heridas, para exponer medidas de solución, de mediano y largo plazo”, reiteró.
Consideró que el vínculo entre los intereses económicos y políticos es una realidad en todo el mundo, además de la ignorancia de los ciudadanos.
“Cuando la gente conozca más el funcionamiento de la política, será diferente. Los políticos tampoco hacen un trabajo educativo, no hacen que las personas participen y discutan, hagan propuestas de solución que atiendan no al interés de un grupo vinculado con sus intereses particulares, sino a los que resuelvan las necesidades de la población, de los ciudadanos, pero eso sería resultado de lo que los trabajos puedan generar”, concluyó el invitado brasileño.

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