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Cuestionan creadores la opacidad detrás de la entrega de recursos para el Centro Cristo Rey

*Es evidente que se utilizaron trucos para otorgar 27 millones de pesos con el claro conocimiento de que eran para una asociación religiosa y para fines religiosos disfrazándolos para fines culturales, señala el artista plástico Jorge Alfaro

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Luego del anuncio del diputado federal Manuel Añorve Baños de la gestión y entrega de 27 millones de pesos al Centro Cultural Cristo Rey con claros nexos con la Iglesia católica, y tras conocerse que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) señalara que no avaló dichos recursos, miembros de la comunidad cultural expresaron su rechazo afirmando que de entrada se puede hablar de un fraude a las instituciones.
Para el consejero presidente del Consejo de Cultura de Acapulco, Jorge Alfaro, esta situación “me parece un asunto trucado, es evidente que se utilizaron los recursos legales de alguna manera disfrazados para poder bajar recursos con el claro conocimiento de que era para una asociación religiosa y para fines religiosos disfrazándolos para fines culturales”.
Asimismo, recalcó que los recursos para cultura deben ser entregados a instituciones que saben de cultura; “la Iglesia tiene otros fines y que disfracen las cosas como asociaciones civiles me parece fraudulento, trucado, chueco…”.
El también artista plástico señaló que le cuesta trabajo creer que la Iglesia pretenda utilizar los recursos para fines culturales, por lo que dijo “podrían utilizarlo para sus propias instalaciones y a lo mejor un poco para algún evento cultural”.
Por lo mismo, hizo un llamado a la comunidad cultural “primero a que se entere de esta situación y ya enterados posicionarnos de alguna manera expresando nuestra opinión de manera pública”.
No obstante la actriz Malena Steiner, quien fuera principal promotora de los trabajos para la creación de una Secretaría de Cultura, fue más allá y dejó entrever que es posible que se haya cometido algo ilícito al recordar que “yo sé que la primera vez se pidieron 8 millones de pesos, más o menos, y no se los otorgaron porque no lo pidió la sociedad civil sino que lo pidió directamente la Iglesia y no se les otorgó, entonces después en el siguiente año cabe la posibilidad de que se hayan puesto más listos y organizaron una asociación civil con los mismos feligreses y a partir de ahí es como se pudieron bajar los recursos…”.
Y agregó que así, “se opera de tal manera que se cubren todos los requisitos que pide el Conaculta como cualquier asociación civil”.
Steiner indicó que es lamentable que aún los políticos crean que la gente se chupa el dedo, por lo que exigió como miembro de la comunidad cultural del estado saber del proyecto; “cuáles son las salas de exposiciones de danza, de música de teatro, porque no me queda claro dónde lo van a hacer de manera independiente dentro de los terrenos de la iglesia”.
“Estas cosas son secretos a voces, los políticos y los funcionarios menosprecian a la gente que nos damos cuenta de estas simulaciones”, recalcó al tiempo que dijo, es poco probable que la línea que pudiera sugerir el nuevo centro respecto a la cultura sea tan amplía y tan tolerante como la cultura por sí misma.
Por su parte, la presidente del Patronato Domingo Soler, Iris García Cuevas, declaró que “me parece incorrecto que se designe presupuesto público a un centro religioso, le pongan el nombre que le pongan, porque además es evidente por las propias declaraciones de los integrantes de la fundación es un proyecto excluyente, que es todo lo contrario de lo que se puede esperar de un centro cultural.
Agregó que “además, en este caso debería aplicar aquello de que para recibir recursos públicos de la sociedad civil no deben ir encaminados a intervenir en campañas políticas ni realizar propaganda a favor o en contra de partidos políticos o doctrinas religiosas”.
Señaló que esta situación es además un llamado de atención a los gestores culturales del estado de Guerrero, “para que trabajemos de manera más contundente desde las asociaciones civiles para exigir con más fuerza los proyectos de verdadero beneficio social que no forman parte de la agenda de los políticos”.

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