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Rinden homenaje en Bellas Artes a la crítica de arte Raquel Tibol por sus 90 años

Agencia Proceso / De la Redacción

Ciudad de México

La decana de la crítica de arte en México, investigadora y periodista de origen argentino Raquel Tibol, quien llegó a nuestro país invitada por Diego Rivera en 1953, fue objeto de un homenaje ayer en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes por su trayectoria, ya que el sábado próximo cumple 90 años de vida.
En el acto organizado por las autoridades culturales participaron la también destacada crítica de arte Teresa del Conde y el investigador de la UNAM Flavio González Mello, así como el editor de la sección cultural de la revista Proceso, Armando Ponce, dado que Tibol es fundadora del semanario, donde durante 30 años tuvo a su cargo la columna de Arte, y aún es colaboradora.
Nacida en Baldivieso, provincia de Entre Ríos, Tibol laboraba como periodista en Santiago de Chile cuando fue a entrevistar a Rivera, quien participaba en un congreso latinoamericano de cultura.
El muralista se impresionó gratamente con ella, y la invitó a que le ayudara a organizar un segundo encuentro en México. Desde esa fecha radica en el país, en el que habría de naturalizarse.
De inmediato se incorporó a la vida cultural, pues ese mismo año publicó su primera entrevista en el suplemento México en la cultura, que dirigía Fernando Benítez en el periódico Novedades (ya desaparecido).
Fue también secretaria de Redacción de la revista Política, colaboradora del suplemento Diorama de la cultura de Excélsior, e invitada a colaborar en este mismo diario en 1968 por su director Julio Scherer en las páginas culturales con su columna Arte y público.
Figura polémica en el transcurrir de la vida artística de México y América Latina, Tibol se ha definido como una “crítica independiente de todo a todo”. Son memorables sus desencuentros con David Alfaro Siqueiros, a quien abofeteó durante un congreso, y con Rufino Tamayo, con el que se reconciliaría 20 años después para ser la curadora de su gran retrospectiva en Tokio, Japón.
Autora de más de 30 libros, entre ellos la primera biografía de Kahlo, Frida Kahlo. Una vida íntima (1983), Historia general del arte mexicano. Época moderna y contemporánea (1964), Siqueiros, vida y obra (1974), José Clemente Orozco. Una vida para el arte (1984), Hermenegildo Bustos, pintor del pueblo (1981), y varios volúmenes sobre Rivera, como Diego Rivera, arte y política (1979), Tibol ha recibido reconocimientos como el Premio Fernando Benítez de Periodismo Cultural, el doctorado honoris causa por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Medalla de Oro Bellas Artes.
Raquel Tibol, en su artículo Cordelia Urueta, óleo y petróleo, extiende sus preocupaciones ante la inminente aprobación de la reforma energética, en particular su previsible carácter privatizador.

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