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El país está mejor que hace seis años, dice Calderón y niega que aumentó la pobreza

Agencia Reforma y Proceso

Ciudad de México

Como si rindiera un Informe de Gobierno, el presidente Felipe Calderón congregó ayer a miles de empleados de la administración pública, reseñó la entrega de obra pública durante una hora y cuarenta minutos y afirmó que México es mejor ahora que hace seis años.
Además de promover la obra pública y los logros de gobierno, Calderón refutó a los que sostienen que la pobreza creció durante su gestión, afirmó que ningún otro gobierno ha hecho más que el suyo por los indígenas y sugirió mantener y perseverar en la estrategia anticrimen.
Ayer, al filo de las 10 de la mañana, Calderón aludía al inminente arranque de las campañas de los candidatos a la presidencia, coincidente con la veda que los gobiernos tendrán para difundir la obra pública, y lanzaba una queja a las disposiciones legales que le impedirán manifestarse libremente.
“Como ocurre en cualquier democracia –argumentó–, buena parte de la campaña girará, seguramente, en torno a un debate intenso sobre la situación del país y sobre los programas y políticas de esta administración. Es pleno uso de su libertad de expresión, los candidatos y los partidos podrán cuestionar, como siempre lo han hecho, al gobierno que encabezo, pero a diferencia de otras democracias en nuestro país no será posible que el gobierno exprese con esa misma libertad sus argumentos o sus puntos de vista”.
Es por eso, explicó, que, con el afán de contribuir a un debate ciudadano mejor informado, pretendía “hacer un balance” de los “cambios fundamentales” que se han vivido en los últimos cinco años.
Con cinco años y cuatro meses de gobierno, Calderón pronunció en el Auditorio Nacional un discurso que sonó a despedida, dijo que, “más que una carga”, había sido un honor para él ejercicio de gobierno y apremió a los funcionarios públicos a trabajar hasta la última hora, el 30 de noviembre de este año.
“Siempre he soñado con un México diferente, y siempre he trabajado intensamente para lograrlo. Ese México, también lo sé, a partir del sacrificio y el esfuerzo, ese México ahora está más cerca de lo que le encontramos. Sé que en muchos rubros, con la tranquilidad de consciencia que da el deber cumplido, sé que en muchos rubros -en salud, educación, infraestructura, en hospitales, vivienda y fortaleza macroeconómica-México es mejor que lo que era hace seis años”, sostuvo.
El mandatario dijo que podía asegurar haber actuado “conforme a lo que el deber me indicó, pensando siempre e invariablemente en el bien de México y en el futuro de las mexicanas y los mexicanos que vendrán después de nosotros en el futuro de nuestros hijos”.
Con aires de despedida, afirmó que “ha sido larga y compleja la travesía, intensa y llena de experiencias y aprendizajes”. Según recordó, aprendió de su padre que la “política es para servir y que el servicio público y la política son un deber”.
Calderón puso énfasis en los indicadores relativos a la pobreza, y categórico afirmó: “¡Mienten quienes afirman que ha crecido la pobreza en México en este periodo!”.

Culpa de la narcoviolencia a gobiernos del pasado

Calderón concentró el arranque de su discurso en la política de seguridad. Expuso lo que ya ha dicho en repetidas ocasiones: que su gobierno combate como nunca al crimen, que no haberlo hecho a su modo hubiera sido peor, que el avance del crimen organizado es culpa de los gobiernos del pasado, miedosos o cómplices.
También expresó que dejar pasar más tiempo, hubiera implicado dejar en una posición difícil a la próxima o próximo presidente de México: “hubiera sido demasiado tarde”, dijo.
El presidente hizo un recuento de obras, programas acciones y resultados en los que esgrimió cifras de su administración. Para Calderón el país está mejor que hace 6 años y, como lo han hecho todos los presidentes anteriores, afirmó:
“He actuado conforme el deber me indicó”.
Desde el inicio del año, Calderón ha realizado numerosas actividades y ha recorrido la mayoría de las entidades federativas, inaugurando obras grandes y pequeñas; ha puesto en marcha programas sociales, como la ampliación de “70 y más”, para regalar dinero a los ancianos o Compuapoyo para subsidiar la compra de computadoras a la población de bajos ingresos.
Inclusive, el pasado lunes, cuando la atención la acaparaba la visita del Papa Benedicto XVI, Calderón lo despidió y viajó a Jalisco. Hoy, va de regreso a Guanajuato, donde volverá a inaugurar obras.
El año pasado, poco antes de que iniciaran las campañas para elegir gobernador en varias entidades del país, Calderón convocó a dos actos semejantes: uno de éstos, celebrado en mayo con casi la misma concurrencia, sirvió para que el mandatario pidiera a sus empleados que difundieran su obra, que era su deber defender al gobierno.a

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