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Con engaños, hacen que una damnificada de Chilpancingo renuncie a su reubicación

*La mujer aceptó el ofrecimiento del Ayuntamiento capitalino de 2 mil pesos y 20 láminas de cartón a cambio de salir del albergue del Indeg, luego le informaron que no tenía derecho a recibir más apoyo

Paola Mónico Mario denunció que trabajadores del Ayuntamiento capitalino, le hicieron firmar un documento donde exime a las autoridades municipales de la responsabilidad de reubicarla, a pesar de que ella les dijo que no sabía leer.
La madre de familia que vivía en la colonia Ampliación Renacimiento, aceptó el ofrecimiento del Ayuntamiento capitalino de 2 mil pesos y la entrega de 20 láminas de cartón, a cambio de salir del albergue del Instituto del Deporte del Estado de Guerrero (Indeg).
Durante una reunión que sostuvieron con integrantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG), la afectada, hizo la denuncia publica con la finalidad de recibir ayuda.
La familia perdió todos sus enseres durante la tormenta tropical Manuel que azotó la capital del estado y que a tres meses las autoridades se preocupan más por restablecer la vialidad, que por los damnificados que aún viven en zonas de alto riesgo.
En menos de tres meses, el encauzamiento está siendo atendido de manera pronta, y en partes se ha abierto el paso vehicular, mientras que en las barrancas que rodean la ciudad, las familias siguen sumergidas en la miseria.
Mónico Mario explicó que cuando aceptó dicho apoyo se presentó en el Palacio Municipal capitalino, en las oficinas de la “licenciada Seraida (Salgado Bandera)”, encargada del DIF municipal, donde le hicieron firmar un documento, sin que le explicaran de qué trataba, a pesar que ella les informó que no sabía leer.
Comentó que los mismos trabajadores del área le informaron que no tenía derecho a pedir más apoyo, y con el que había recibido era suficiente.
La madre capitalina salió del albergue y pidió prestado un terreno para vivir mientras se cumplía la promesa que el mismo alcalde Mario Moreno Arcos le había hecho, por lo que hizo un techo con las láminas y paredes de plástico, mientras la reubicaban.
“El dijo que para febrero íbamos a tener nuestras casas, pero cuando regrese al Ayuntamiento me dijeron que yo no tenía derecho a reubicación”, agregó.
Acongojada por la falta de certeza sobre su situación, acudió nuevamente al albergue, para informarse sobre los procedimientos de reubicación, aunque nadie le pudo decir como se resolvería.
Doña Paola vive con su esposo y sus dos hijos, quienes se mantienen del sueldo del padre, quien gana entre 400 a 500 pesos semanales, ya que trabaja de peón por las mañana, y aseguró que el dinero no es suficiente para comer y mantener a los hijos en la escuela.
La familia vive a la intemperie, sin drenaje, sin luz y sólo los protege una pared de plástico a pesar de estar en una de las partes más alta de la ciudad, donde se registran bajas temperaturas, y ahora se han quedado sin la posibilidad de tener una casa.
“A mí me prestaron el terreno para quedarme hasta febrero, pero ahora no sé qué podemos hacer, no puedo regresar a la casa que dejé”, resaltó.
La madre, preocupada, pidió ayuda para que no queden en el olvido las acciones cometidas por los trabajadores, quienes aprovecharon la situación y la despojaron de la reubicación que le habían prometido. (Anarsis Pacheco Pólito / Chilpancingo).

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