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No hay dinero ni predio para reubicar a los damnificados de la capital, señala una regidora

Fernando Hernández

Chilpancingo

La regidora panista de Chilpancingo, Reynalda Pablo de la Cruz denunció que el gobernador Ángel Aguirre Rivero y el alcalde priista de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos no han cumplido su compromiso de conseguir un terreno para reubicar a las familia damnificadas por la tormenta tropical Manuel que todavía viven en el albergue del Instituto del Deporte de Guerrero (Indeg).
Agregó que no existen ni los recursos ni el predio para que sean instalados ya definitivamente.
La edil indicó que a más de tres meses del paso de la tormenta tropical Manuel permanecen todavía 65 personas en el albergue, quienes viven en medio del “constante temor de ser desalojados”.
A pregunta expresa de los reporteros sobre las declaraciones que ha hecho el alcalde Mario Moreno, en las que ha dicho que el municipio ya tiene el lugar para la reubicación de los damnificados, agregó que estas versiones son falsa.
La regidora panista indicó que “ya se ha anunciado mucho el recurso para comprar el terreno pero en realidad no sabemos nada de el dinero, por eso la reubicación no se ha llevado a cabo. Es más, al día de hoy todavía no se tiene electo el predio en el que van a ser reubicados”.
Llamó al alcalde y el gobernador a “tener sensibilidad” y no desalojar a las familias hasta que ya esté listo el predio a donde serán trasladadas.
Y sostuvo que el gobierno municipal pretende desalojar a las familias del albergue, y exclamó: “no son delincuentes, son seres humanos”.
“Primero juntaron el albergue del SUSPEG y del CREA (actualmente Indeg), y ahora ya van a ser desalojados sin saber a dónde se van a ir a instalar (los damnificados)”, lamentó.
A la rueda de prensa se presentaron las damnificadas Teresa Rosales Macedo y María del Rocío Sánchez Leyva, quienes afirmaron que ayer ni siquiera tenían papel de baño, cloro para lavar los baños y, en ocasiones, cuando piden agua se las niega e incluso la leche para los bebés o los pañales se los cuentan.
“Nos prometieron un predio para que ahí pudiéramos vivir, pero hasta la fecha no hay nada, y aún así que no cumplen su promesa, la semana pasada nos amenazaron con que nos iban a desalojar por la fuerza y creo que no es justo”, mencionó mientras derramaba un par de lágrimas.
Indicó que solicitando la intervención de la Comisión de Defensa de Derechos Humanos (Codehum) evitaron ser desalojados el jueves pasado.
Manifestaron que policías municipales y estatales los estuvieron rondando como forma de presión, mientras funcionarios del municipio los presionaban para aceptar 2 mil pesos y 10 láminas para abandonar el albergue.
“No somos perros, no somos animales. Le rogamos que no nos eche a la calle el presidente (municipal), que le remuerda tantito su consciencia y que no nos tire a la calle”, dijo finalmente la mujer.

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