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Reintegra el Ejército a policías de Altamirano y Coyuca de Catalán tras nueve meses separados

Israel Flores

Ciudad Altamirano

El Ejército liberó a los policías municipales de Altamirano y Coyuca de Catalán, después de nueve meses de mantenerlos desarmados en cursos, tiempo en el cual presuntamente los investigarían por nexos con grupos delictivos, pero ninguno fue detenido, pese a que algunos policías fueron arrestados en acciones posteriores, robando y extorsionando.
Aunque liberaron a los policías, el armamento continúa en posesión de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, que se quedó con el resguardo de todas las armas y cartuchos.
Ante tal situación, el Ayuntamiento de Coyuca de Catalán inició el trámite para solicitar el armamento y reactivar a su corporación policíaca. Pero el de Pungarabato, por motivos desconocidos, solicitó que sea la Policía del Estado quien mantenga la vigilancia, y no ha solicitado la liberación del armamento.
Sin embargo, tendrá a su cargo a los policías. Se desconoce la actividad que pondrán a hacer a los policías, pero se estima que vigilen algunos edificios, uniformados pero sin armas.
Al regreso de los policías, los primeros que se quejaron fueron los elementos de Coyuca de Catalán, quienes encontraron la comandancia saqueada. Los espacios están forzados, los abrieron a la fuerza y quedaron doblados. Algunos informaron que se llevaron artículos importantes.
Las patrullas de Coyuca de Catalán llevan nueve meses sin ser utilizadas. Las llantas están bajas y algunas en pésimas condiciones por el tiempo sin uso. Algunas patrullas están llenas de cemento, porque recientemente restauraron un edificio cercano a la comandancia.
En el caso de Pungarabato, ese problema ya había sido denunciado hace tres meses por los mismos elementos municipales, quienes ingresaron un escrito dirigido al Ayuntamiento para denunciar que estaban forzadas las oficinas y que se habían desaparecido algunas pertenencias que dejaron.
El desarme ocurrió el 4 de junio del 2011. En aquel momento eran 150 elementos entre las dos corporaciones. Este miércoles regresaron menos de 100 elementos.
Se dijo que el desarme era para investigar nexos de los policías con algún grupo delictivo. Los elementos estuvieron en manos del ejército nueve meses, y ninguno fue procesado. En cambio, cuatro de ellos, dos de Altamirano y dos de Coyuca de Catalán, fueron detenidos robando y extorsionando y en posesión de armas, días después de haber aprobado el examen de confianza de la Secretaría de Seguridad Pública.

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