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CARTAS (El diputado Camacho no sabe de historia de México, dice)

Señor director:
A manera de réplica a la colaboración del diputado Jorge Camacho Peñaloza, titulada “Sin dogmas”, quisiera que publique la presente.
El citado divide a la sociedad mexicana en dos grandes bandos, lo cual es cierto. A unos los cataloga de demócratas y transformadores; a los otros de dogmáticos y anclados en el pasado; él y todos los que votaron y simpatizan con la reforma energética, están en el primer grupo; todos aquellos que votaron en contra y los que no simpatizamos con la reforma de marras, él nos coloca en el segundo grupo, cosa que no es verdad.
Los que conocemos la historia sabemos que desde la ley de 1856, que se promulgó con el pretexto de mover la economía nacional –igual pretexto se usa ahora–, junto con las otras de 1863, 1875, 1894, 1889 y 1901, todas relacionadas con la tierra y los hidrocarburos, llevaron a la semi esclavitud a la inmensa masa popular, lo que desembocó en el estallido revolucionario. Por eso nuestra oposición al proyecto del PRIAN. ¿Entonces diputado, quien es el dogmático?
El diputado nos acusa de mirar el pasado; lo que no reconoce es que el pasado nos dice de tantas infamias contra el  pueblo, cometidas con el pretexto de buscar su felicidad.
El diputado le da un sentido semántico peyorativo a la administración cardenista y a la gran epopeya popular que él concitó, descalificando además la historia. Por supuesto que ni él ni yo vivimos el momento cumbre que descalifica; pero yo a mis 67 años aún recuerdo la historia contada por mi bien recordado profesor de sexto año, Macario Pantaleón Morales, cuando le sorprendió el hecho en Tlapa. Él vivió el momento cumbre y al contárnoslo, hizo posible que 50 niños de su grupo conociéramos un poco más de nuestro querido México y con ello lo quisiéramos y lo defendiéramos.
Camacho sin duda conoce mucho de historia universal, lamentablemente desconoce aparentemente la mexicana, lo que provoca que no tenga empacho en participar en algo que a la inmensa masa del pueblo nos parece un verdadero despojo. ¿O es su espíritu panista –partido que nació para oponerse a las iniciativas cardenistas– el que verdaderamente habla? De los dos gobiernos panistas no me ocuparé por el momento, ya que el pueblo ya hizo el verdadero juicio. El resto de lo mencionado en su trabajo cae por su propio peso.
Con el debido respeto, una réplica de un mexicano que conoce la historia de su país y no la olvida.
Atentamente
C. José Francisco Rivera Meraza

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