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Guerrero, primer expulsor de mano de obra y va en aumento

*Para finales de enero más de 10 mil jornaleros agrícolas habrán abandonado el estado, informa el secretario del Migrante, Netzahualcóyotl Bustamante

*La mitad de ellos son mujeres y niñas, que trabajan en el norte sin derechos laborales y reciben maltratos y un pago ínfimo

*Es “una afrenta” para los guerrerenses que las mujeres sean explotadas de manera evidente

Guerrero es el primer expulsor de mano de obra y se incrementará en este año, informa la Secretaría del Migrante

*Estima el secretario Bustamante Santín que para finales de enero más de 10 mil jornaleros agrícolas habrán abandonado el estado, y la mitad son mujeres y niñas

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En consulta telefónica sobre el exhorto de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) para establecer políticas públicas con perspectiva de género y responder a las necesidades de las mujeres migrantes, el secretario de los Migrantes y Asuntos Internacionales, Netzahualcóyotl Bustamante Santín reconoció que es un asunto pendiente en la agenda estatal.
El funcionario lamentó que Guerrero ocupe el primer lugar en expulsión de mano de obra dentro del país, y este año el número de jornaleros agrícolas que salen en busca de empleo fuera de la entidad será mayor.
El funcionario indicó que el 12 de diciembre, se había superado el número de migrantes del ciclo anterior, que va de agosto de 2012 a enero de 2013. Para entonces, la cifra había rebasado los 8 mil 400 jornaleros agrícolas del año anterior, y estimó que para finales de enero sumarán más de 10 mil personas, y de estos, la mitad son mujeres y niñas.
Sin embargo, destacó que se reconoce la problemática de los jornaleros agrícolas haciéndola visible; la misma que han denunciado organizaciones civiles de derechos humanos por años.
Bustamante Santín declaró que han sacado del anonimato el tema de los jornaleros agrícolas con la integración de un consejo ciudadano que sesiona cada mes en Tlapa desde julio, donde participa una comisión intersecretarial.
Informó que el 16 de diciembre fue la última reunión y se informó de los recursos que se ejercieron este año en la agenda de jornaleros agrícolas, que se estimó en 6.8 millones de pesos de diez diferentes dependencias estatales.
Por ejemplo, señaló que Desarrollo Urbano y Obras Públicas construyó con 1.2 millones de pesos el techado y sanitarios de la Unidad de Servicios Integrales (USI) de Tlapa, que se encontraba en condiciones deplorables.
La Secretaría de Desarrollo Social invirtió un millón en kits de viaje, que consisten en cobijas y artículos de limpieza personal, en cuanto a la de Migrantes y Asuntos Internacionales, dijo que entregó 1.5 millones de pesos para el financiamiento de proyectos productivos en cinco comunidades. Aseguró que el 60 por ciento de 63 proyectos, se destinaron a mujeres.
Por los datos revelados por el Centro de Derechos Humanos de La Montaña Tlachinollan en el estudio La Montaña de Guerrero, fuente de mujeres migrantes, reconoció que la mitad de la población de jornaleros agrícolas son mujeres, muchas de ellas madres y un amplio universo, menores de edad.
“Preocupa las condiciones en que migran, en las que son empleadas en los campos de cultivos, con ausencia de derechos laborales, en muchos casos hay empresas que les ofrecen seguridad social, educación, condiciones de habitación digna, escuela para sus hijos, pero en particular a los indígenas, las condiciones son de hacinamiento, maltrato y un pago ínfimo respecto de lo que laboran”.
Aseguró que han considerado incluir la perspectiva de género en la política de migrantes antes del llamado de la CNDH, desde la integración de la comisión intersecretarial en julio, porque también han tomado nota del informe de Tlachinollan que documentó las condiciones infrahumanas de muchas mujeres que emigran.
Reconoció que está pendiente el diseño de políticas con perspectiva de género, pero insistió en que el gobierno estatal ya no oculta las condiciones en que las jornaleras y jornaleros emigran.
Ahora, señaló que el gran reto es atacar causas de la migración en La Montaña alta y baja, con una estrategia integral. Aclaró que no quieren administrar la migración, sino que las familias se queden, porque están generando en los estados receptores.
No obstante, señaló que para las mujeres migrantes tendrían que buscar un pago digno, igual al de los hombres, seguro social, protección, seguridad y educación para los hijos.
Admitió que es vergonzoso que mujeres embarazadas trabajen en los campos ocho horas al día, y los testimonios documentados por Tlachinollan, “son como una afrenta para los guerrerenses, que las mujeres son explotadas de manera evidente”.

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