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Accesos bloquerados y aguas negras reciben a bañistas en la playa Revolcadero

Karla Galarce Sosa

Obstrucción del libre tránsito, paso de un número indeterminado de cuatrimotos en la arena, así como un tramo de playa y la duna que divide la barra de la laguna Negra de Puerto Marqués con la playa Revolcadero, que es utilizada como un enorme estacionamiento, así como el ofrecimiento de especies en peligro de extinción como corales, equinodermos y hasta tortugas a los turistas, se observó en playa Revolcadero ayer por la mañana.
Desde el acceso al balneario da la bienvenida un escurrimiento de aguas residuales que desemboca en la laguna Negra y que genera pestilentes olores que se diseminan por la zona.
Debido a que la tormenta Manuel arrancó una fila de negocios asentados a orilla de la laguna, los locatarios aprovecharon el playón que dejó para permitir el estacionamiento de vehículos y la instalación de cientos de sillas, ramadas y camastros entre la laguna y el mar, dejando poco espacio para el libre tránsito desde la desembocadura de la barra hasta la amplia playa Revolcadero.
Aunado a la pestilencia de la zona por el drenaje, también se observan desperdicios tirados en la arena a lo largo de la playa.
Entre los servicios que se ofrecen en la playa desde Revolcadero hasta el hotel Princess, están el de pequeñas albercas inflables para niños, paseos a caballo o cuatrimoto, masajes y diversas bebidas que se entregan desde mesas instaladas cerca de los restaurantes o áreas de descanso en la playa.
A lo largo de la zona hasta el hotel Princess, existen dos módulos de salvavidas, quienes se trasladan de un lado a otro de la playa, a bordo de cuatrimotos que corren a alta velocidad, mismas que son utilizadas para el traslado de alimentos y bebidas.
Según la ley de zona federal marítimo terrestre, la introducción de vehículos en playa, sólo se permite para la realización de vigilancia, y no para ofrecer servicios de traslado de turistas.
La ausencia total de las autoridades como la Profepa, así como la de vigilancia de policías en los accesos a la playa, permite que los vehículos corran a velocidades en las que se corre el riesgo de que algún peatón sea atropellado en la arena.
Tampoco se observaron cestos de basura y sí una gran cantidad de barras que ofrecen diversos tipos de bebida a los visitantes.
Las áreas concesionadas a los hoteles Pierre Marqués y Princess, están completamente acordonadas y se impide el paso a cualquier persona que carezca de alguna reservación en esos hoteles.
Las áreas de playa de esos hoteles de lujo lucen limpias y ordenadas, regadas y hasta cuentan con pasillos móviles de madera, por donde sus huéspedes llegan a las playas.
Frente a la concesión del hotel Princess se observó la instalación de una tarima que servirá para desarrollar el espectáculo de fuegos pirotécnicos durante la noche de año viejo.

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