Cartas

No puede Popoca dar clases de moral y ética política, replica Marcos Matías

Estimado Juan Angulo:
Recibe mi agradecimiento anticipado por la publicación de la carta con texto adjunto, sobre la aclaración a la carta de Héctor Popoca Boone, publicada en El Sur del lunes 9 de enero del año en curso.
Héctor Popoca Boone es un pájaro sin alambre que sueña con las mieles del poder que en el pasado gozó cuando era secretario de Desarrollo Rural y amigo cercano de René Juárez Cisneros, en los tiempos del ocaso del PRI. En enero del 2005 y después de años de ordeñar la vaca de sus amigos priístas renunció al tricolor, y aclarando que no había distanciamiento con Juárez Cisneros, cínicamente afirmó: “René es mi hermano, no de sangre sino de vida”. Ahora resulta que el delfín de Juárez Cisneros quiere dar clases de moral y de ética política.
Héctor Popoca sufre alucinaciones y es falsa la afirmación que nos endilga sobre la Secretaría de Asuntos Indígenas. El marco de negociación que se da en el Congreso es a escala global, nacional y estatal que para un legislador con la estatura de responsabilidad que desempeña Armando Ríos Piter, prácticamente es infructuoso distraerse en retazos de presupuesto para secretarías pequeñas como la SAI o la Semaren.
Lamento ocuparme de las invenciones de Héctor Popoca. En Guerrero hay temas trascendentales que exigen la atención de todos los ciudadanos. Este no debe ser el comportamiento de un veterano que salpica amargura y resentimiento. No son fundamentos razonables las ideas que emite en su carta. Más bien, siembran encono y confrontación que a nadie benefician. Yo estoy en la ruta de la concordia y en el reconocimiento a hombres y mujeres que son capaces de brillar en contra de la adversidad. Soy enemigo de los amantes del caos y la discordia. No soy amigo de “pillines”, pillos y bandidos disfrazados de profetas o predicadores de incautos.

Atentamente
Marcos Matías Alonso
Secretario de Asuntos Indígenas del gobierno del estado