Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Turistas y porteños conviven en la playa Tlacopanocha entre obras inconclusas

Karla Galarce Sosa

Visitantes y residentes disfrutaron ayer de la pequeña y tradicional playa Tlacopanocha, donde se reúnen familias a descansar para degustar cocteles de mariscos, quesadillas de pescado y observar el vaivén de una flotilla de embarcaciones que ofrecen paseos en lanchas de fondo de cristal.
Aunque la belleza natural de este balneario es innegable, las constantes remodelaciones en las banquetas y en la zona federal de la ciudad representan incomodidad para algunos turistas, quienes comentaron que faltarían escaleras o rampas para llegar a la playa.
Según ellos, las remodelaciones restan belleza y confort al emblemático sitio, identificado por su cercanía con el malecón y el corazón del puerto.
Las sombrillas multicolor que hace años ofrecían a los visitantes en la playa quedaron atrás. Hoy, los prestadores de servicios turísticos ofrecen sombrillas de lona azul que son acompañadas por dos sillas de plástico. Ya no hay camastros de madera, ni tampoco conjuntos musicales en las ramadas del fondo. Lo que sigue habiendo es oferta de plátanos fritos, cocteles de camarón, ostiones y anzuelos para pescar en el malecón.
Mientras, los niños se lanzan del único tramo del malecón que aún sobrevive a la remodelación. Otros, gritan pidiendo alguna moneda para sacarla del fondo del agua. Los vendedores ambulantes ofrecen palas de plástico, cubetitas y pelotas a los vacacionistas.
Las apacibles olas combinan con sus movimientos, rítmicos sonidos del golpe del agua en los cascos de los botes y embarcaciones. Los vigilantes de los botes, observan a los paseantes que bajo el rayo del sol, caminan presurosos a resguardarse bajo la sombra de algún árbol, o se dirigen hacia la playa.
En contraste con el pesado tráfico que se observa en playas como Papagayo, La Gamba o Icacos, en Tlacopanocha, aún hay espacio para instalar otras dos hileras de sombrillas, muy cerca de las lanchas fuera de borda, enfiladas en la arena.
La playa está rodeada por dos remodelaciones: una que es la banqueta en sí y la otra es en la Rotonda de los Hombres Ilustres. Ambas obras comenzaron hace más de un año y aún no concluyen. Al respecto, los prestadores de servicios turísticos y meseros comentaron que aunque no hay quejas de los visitantes, no se tiene buen aspecto de la playa, a pesar de que hace más de un año cambiaron el viejo mobiliario de diferentes cooperativas, por el que administra la Promotora de Playas en Acapulco.

468 ad