Anuncian en Xolapa que formarán su propia Policía Ciudadana tras agresión a tres vecinos

*Decidimos tomar las armas para no dejar entrar a otros grupos ni a la comunitaria, porque estamos en contra de que no se nos trate como seres humanos”, dijo el comisario Emiliano Zapata Morales

Mariana Labastida

El comisario municipal de Xolapa, Emiliano Zapata Morales, informó ayer que decidieron conformar su propia Policía Ciudadana después de que los de la comunitaria de Xaltianguis torturaran a tres jóvenes que detuvieron en su comunidad, para obligarlos a que se declararan culpables de delitos de los que se les acusaban.
En la reunión de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano en Xaltianguis, también se presentaron los encargados de los grupos de Río Verde y San Miguelito, comunidades pertenecientes a Chilpancingo.
También se presentó a los comisarios y comandantes de los nuevos grupos que funcionan desde hace un mes en Xolapa, municipio de Acapulco, así como Río Verde y San Miguelito, de Chilpancingo, los cuales decidieron organizarse ante la nula respuesta de las autoridades municipales a sus solicitudes de mayor vigilancia policiaca.
Así, ayer en declaraciones a reporteros, el comisario de Xolapa explicó que decidieron organizarse en primer lugar por la filtración que había del “virus de los jóvenes de la mañana” en su comunidad, y en segundo para que los policías ciudadanos de Xaltianguis no volvieran a entrar al poblado a agredir personas, como ocurrió con su sobrino, quien fue uno de los tres detenidos y presentados el pasado 14 de noviembre, acusados de homicidio, secuestro y delitos contra la salud.
“Tuvimos un contratiempo con la misma policía comunitaria que detuvo a tres jóvenes y los quemó, y con esa finalidad decidimos tomar las armas para no dejar entrar a otros grupos ni la misma comunitaria entre al pueblo, estamos en contra de que no se nos trate  como seres humanos”, dijo Zapata Morales y agregó que los jóvenes detenidos fueron los que les dijeron que el entonces comandante, Miguel Ángel Jiménez Blanco, los quemó con ácido para que aceptaran los delitos de los que los estaban acusando.
“Los obligó diciendo que efectivamente eran asesinos, que debían 27 muertos y no sé qué; los preparó muy bien para que en una asamblea aquí, ellos dijeran eso; obligaron a los chavos a decir eso que no era la verdad,. Yo soy el comisario y doy fe que ellos no son de los que él decía”, enfatizó Zapata Morales.
Según el comisario los detenidos no eran responsables de nada, tan es así que ya fueron entregados a su comunidad luego de haber sido trasladados a El Mesón por los delitos de los que se les acusaba, además de que no denunciaban a Jiménez Blanco porque “le tenemos miedo porque es riguroso y es una persona que se nos pone pesado y grosero”.
En el caso de la policía ciudadana de Río Verde, una de las habitantes Silvia Flores Jaimes les reprochó que hayan detenido a sus tres hermanos sin ninguna denuncia y les pidió que le explicaran qué fue con el aval de la asamblea del pueblo que firmó el acta donde los responsabilizan de los actos delictivos en la comunidad al comandante de la policía y al comisario municipal suplente, José Carbajal Jaimes.
Zapata Morales expuso que el problema de inseguridad empezó cuando una persona que llegó al pueblo huyendo de las autoridades se casó con un familiar y le permitieron que se quedara, “pero no sabíamos que iba con unas ideas o mañas graves” y fueron incrementándose los delitos en la comunidad.
Agregó que en junio en una visita al alcalde Mario Moreno Arcos, le solicitaron que les apoyara con policías municipales y les dijo que llevaran la documentación a Chilpancingo; sin embargo, cuando acudieron no los aceptaron, les pusieron muchas trabas y el presidente se olvidó de lo que nos prometió.
“Matamos venado, vino como con 70 gentes y se acabaron cuatro venados y cuando fuimos allá nadie nos conoció, eso nos decepcionó”, dijo José Carbajal, quien dijo que por eso decidieron conformar la policía ciudadana y tomar las armas, aunque no les gustan por ello no las portan y siguen investigando quien más está involucrado en los robos a la comunidad de 300 habitantes, ya que con la detención de los tres jóvenes no pararon los robos.
En la asamblea denunciaron que ellos decidieron también incorporarse a la policía ciudadana porque la inseguridad provocó que dejaran de ir los maestros de la primaria; desde diciembre del año pasado no tienen profesores y apenas hace dos meses llegó una maestra que es la que se hace cargo de los seis grados, cuando antes tenían tres. Y en el caso de los de la secundaria acuden, pero no con frecuencia, por eso solicitaron a las autoridades municipales y estatales que los apoyen con más docentes.