Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

*Muchas veces lo que no se halla cuando se busca,  sale al encuentro cuando no se busca

Séneca

 

Iniciamos un nuevo año lleno de propósitos, energía y ánimo para seguir trabajando por construir un mejor estado y un mejor país. Enfrente el camino no es fácil, está lleno de obstáculos, resistencias, pendientes y curvas, que tendremos que sortear para llegar a los objetivos plantados.
Será un año muy difícil para el país ya que la puesta en marcha de las reformas hacendaria y energética tensarán el ambiente al igual que la discusión de la reforma política, además porque será muy difícil que se supere la violencia por la actividad de la delincuencia organizada, sobre todo en estados como Guerrero, sin dejar de considerar el creciente reclamo de las organizaciones sociales representantes de los núcleos de población más marginados del país y del estado.
En Guerrero el escenario estará determinado por ser el último año de gobierno y la lucha interna en los partidos políticos por las candidaturas que se pondrán en juego en el 2015, especialmente la de la gubernatura del estado, tema que hará surgir rompimientos y nuevas alianzas de acuerdo con los objetivos, intereses y proyectos en pugna.
El tema de la reconstrucción del estado con recursos provenientes del Plan Nuevo Guerrero generará situaciones tensas de ser implementado con ineficiencia, retrasos, desvíos y opacidad, ya que estarán muy al pendiente no sólo los damnificados sino las organizaciones de la sociedad civil interesadas en una aplicación honesta y eficiente de dichos recursos.
En el Congreso del Estado tenemos pendientes como son la nueva Constitución o la reforma integral a este máximo ordenamiento legal, el reglamento de la policía rural y la nueva legislación  en materia de justicia, entre otros.
Las organizaciones sociales tienen su agenda muy consensada con demandas y exigencias muy puntuales que las harán movilizarse desde los primeros días de este nuevo año, el cese del hostigamiento de las policías comunitarias, así como a los líderes y dirigentes de organizaciones sociales, la respuesta gubernamental a demandas de carácter social y que el gobierno garantice la seguridad en comunidades de los municipios en los que opera la delincuencia organizada.
Cualquiera que sea la situación por la que se vaya desenvolviendo el estado, lo principal será que desde ahora se vayan buscando los consensos y encuentros entre los diferentes actores políticos y sociales involucrados, en los que se señalen los limitantes y alcances de la acción gubernamental, los recursos y las facultades de las instituciones para atender las demandas de la sociedad y las vías legales y acciones ilegales en las que se puede caer en la búsqueda de respuestas gubernamentales.
Necesitamos generar una agenda de encuentros políticos que impidan extraviarnos en la carrera por los objetivos particulares o parciales, o confrontarnos irreconciliablemente por ellos, en perjuicio del estado y de cientos de miles de guerrerenses que dependen de las decisiones que se dan en la esfera de la política, a partir de la cual podamos converger partidos, organizaciones e instituciones públicas y privadas en objetivos y esfuerzos fundamentales, comunes y en beneficio del estado.
Todos los actores políticos y sociales necesitamos acordar proteger al mismo tiempo los grandes objetivos de los guerrerenses, independientemente de nuestras diferencias y objetivos particulares, como, por ejemplo, las clases para los niños y jóvenes en educación primaria y secundaria; la transparencia y honestidad en el manejo de sus recursos; el desarrollo sin contratiempos de la actividad turística; el libre tránsito en las carreteras y calles de las ciudades; la vigencia de la legalidad en materia de impartición de justicia y seguridad pública.
Se necesita de esta agenda de encuentros políticos antes de que se intensifiquen las carreras por las candidaturas electorales y las movilizaciones por las demandas sociales, y los principales interesados deben ser los poderes públicos, el ejecutivo, el legislativo y el judicial, primeros responsables de la gobernabilidad en el estado.
Los problemas por los que atravesamos no se van a resolver encarándonos unos contra otros, con estrategias de choque, agudizando conflictos que luego tienen que resolverse por la vía de la coacción, a través de la exclusión o minimizando los problemas.
El 2014 debe ser un año de reencuentro, amnistía, reconciliación, estoy convencido de que los problemas más agudos que se vivieron en el año pasado fueron más por falta de comunicación y confusión, que por verdaderas intenciones de confrontar.
Los asuntos de las policías comunitarias, de los maestros, de la inseguridad, de las demandas de las organizaciones sociales y de los derechos humanos, pueden abordarse entre todos sin confrontaciones, estoy seguro de que no hay puntos de desencuentros irreconciliables.
Vale la pena hacer el esfuerzo de construir esta agenda de encuentros, va en juego la gobernabilidad, la estabilidad, la paz, la seguridad y armonía entre los guerrerenses; sé que los liderazgos sociales, el gobernador, los diputados y los integrantes del poder judicial del estado tienen todo el interés para ello, vayamos pues hacia el encuentro.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los compas que todos vamos en el mismo barco, que hay que decidir entre todos la ruta y que el capitán nomas que nos diga si vamos en el camino correcto.

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