Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Octavio Klimek Alcaraz

Economía de los ecosistemas de humedales

Los humedales y los servicios ecosistémicos relacionados con el agua deben convertirse en una parte integral del manejo del agua a fin de lograr la seguridad del agua y facilitar la transición hacia una economía verde. Esta es la conclusión principal conforme al comunicado de prensa del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), del estudio La Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad Relativa al Agua y los Humedales, presentado en América Latina y el Caribe el 19 de diciembre del pasado 2013, por el PNUMA, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) de México y la ONG Global Wetlands International.
Dicho estudio o informe forma parte de la iniciativa internacional sobre la Economía de los Ecosistemas y la Biodiversidad (acrónimo en inglés TEEB) del PNUMA y puede ser consultado en la página electrónica de la iniciativa www.teeb.org. El trabajo fue presentado originalmente el pasado año, el 1 de febrero en ocasión del Día Mundial de los Humedales por la Secretaría de la Convención de Ramsar, el PNUMA, el Instituto de Política Medioambiental Europea, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, Wetlands International y el Helmholtz Centre for Environmental Research, con el apoyo de la Oficina Federal de Medio Ambiente de Suiza y la Secretaría de la Red Ambiental de Ginebra.
En el estudio se establece claramente que los humedales son una parte fundamental de los ciclos locales y globales del agua y que se encuentran en el corazón de este nexo, brindando numerosos servicios de los ecosistemas para la humanidad. Se hace énfasis en que el ciclo del agua depende en gran medida de los humedales; sin ellos el ciclo del carbono y de los nutrientes se vería significativamente alterado.
Sin embargo, los humedales siguen siendo degradados o perdidos y, en muchos casos, las políticas y las decisiones no tienen suficientemente en cuenta estas interconexiones e interdependencias. Esto provoca una gran pérdida de la biodiversidad, pues tanto los humedales continentales (por ejemplo lagos ríos y marismas), como los humedales costeros (por ejemplo manglares, marismas de agua salada y arrecifes de coral), figuran entre los ecosistemas más ricos en diversidad biológica del planeta y constituyen el hábitat fundamental de numerosas especies. Sin embargo, la destrucción de los humedales cuesta mucho más: supone también la destrucción de sus servicios ecosistémicos.
Estos servicios ecosistémicos, que se entienden en el estudio como la serie de servicios beneficiosos que ofrecen los ecosistemas para las personas, la sociedad y la economía en general, son básicos para el desarrollo humano sostenible. En general, el estudio hace énfasis en que los servicios ecosistémicos de los humedales son más elevados que los de otros tipos de ecosistemas.
El estudio demuestra y da a conocer el valor de los servicios ecosistémicos relacionados con el agua y los humedales para lograr que las decisiones que se adopten estén mejor documentadas y sean más eficaces y equitativas. Se trata de que el valor total del agua y los humedales sea reconocido e integrado en la toma de decisiones con el fin de satisfacer las futuras necesidades sociales, económicas y ambientales de la humanidad.
Por eso la importancia de destacar que uno de los mensajes claves del estudio es que los humedales constituyen una infraestructura natural que puede contribuir a alcanzar diversos objetivos de políticas. Además de ofrecer calidad y cantidad de agua, tienen un valor incalculable como apoyo a la mitigación del cambio climático y la adaptación a él, a la salud y los medios de subsistencia, al desarrollo local y a la erradicación de la pobreza. Al respecto, se presentan diversos ejemplos relacionados a como los humedales continentales previenen las inundaciones, porque absorben el exceso de lluvia y abasten de agua en épocas secas. Humedales costeros como los manglares ofrecen protección contra huracanes, erosión costera, intrusión de aguas saladas; además de que ante el fenómeno del cambio climático tienen capacidad de adaptarse al aumento del nivel del mar y regular el clima. No se debe olvidar además su importancia como área de reproducción de múltiples especies de crustáceos, moluscos y peces.
También es importante la demostración de ejemplos realizada en el estudio de que la conservación y restauración de los humedales trae consigo en muchos casos una disminución de gastos en comparación con las propuestas de infraestructuras artificiales.
El trabajo subraya que los humedales y los servicios ecosistémicos relacionados con el agua deben convertirse en una parte integral del manejo del agua; su mantenimiento y aumento de beneficios es un elemento clave a fin de realizar la transición hacia una economía sostenible que utilice eficientemente los recursos.
Para ello, el estudio presenta las siguientes recomendaciones sobre la forma en que el valor del agua y de los humedales puede ser integrado a la toma de decisiones:
–Apreciar y tener en cuenta los valores del agua y los humedales en las políticas públicas y las decisiones privadas. Ello incluye el desarrollo de conocimientos más completos sobre la importancia económica del agua y los humedales y el compromiso de integrarlos en las políticas y las decisiones de inversión.
–Comprometerse con el uso racional de los humedales y el manejo integrado de los recursos hídricos.
–Dar prioridad a evitar más pérdidas o conversiones de humedales mediante una mejor y más amplia consideración de los servicios ecosistémicos de los humedales en la evaluación ambiental estratégica de políticas y programas, y la evaluación del impacto ambiental de proyectos.
–Elaborar cuentas de capital ecosistémico como contribución a la evaluación de los problemas ambientales, la planificación del uso de la tierra, la reglamentación, el establecimiento de incentivos adecuados y el cumplimiento.
–Promover la restauración de humedales degradados para mejorar la seguridad del agua, los alimentos y la energía, la conservación de la biodiversidad, los beneficios climáticos (mitigación y adaptación), la protección natural contra fenómenos extremos y los beneficios para las personas y los medios de subsistencia.
También es importante destacar tres recomendaciones prácticas del informe para los responsables de la formulación de políticas a nivel local y regional, que considero son relevantes, vigentes y pertinentes antes de tomar decisiones de gasto de inversión con relación a proyectos relacionados a ecosistemas de humedales:
–Evaluar las interacciones entre los ecosistemas de humedales, las comunidades, las infraestructuras artificiales y la economía, y garantizar que la base empírica esté a disposición de los responsables de la toma de decisiones, ya sean planificadores de la ordenación espacial, autoridades competentes, autoridades de programas de inversiones, inspectores o miembros de la judicatura.
–Integrar los sistemas de planificación –por ejemplo, considerar en el suministro y manejo del agua tanto las infraestructuras basadas en los ecosistemas como las infraestructuras artificiales.
–Garantizar el debido compromiso y participación de las comunidades (incluidos los pueblos indígenas) y velar por que los conocimientos tradicionales se integren de la forma debida en las soluciones de manejo.
El estudio concluye que es necesario que todas las partes interesadas adopten medidas a todos los niveles para gozar completamente de las oportunidades y los beneficios derivados de trabajar con el agua y los humedales, apreciar las consecuencias de la continua pérdida de humedales y reaccionar en consecuencia.

468 ad