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La música es la poesía de la vida, de lo cotidiano: José Manuel Delgado Domínguez

El creador escribió un poemario a partir de una supuesta charla con el músico y compositor de blues Leadbelly y obtuvo en fechas recientes el premio estatal María Luisa Ocampo

Óscar Ricardo Muñoz Cano

“Soy fan de la música, es más, me considero más músico que poeta, pero un día me senté y escribí sobre una charla con Leadbelly acerca de la música, la poesía y la vida”, aseguró José Manuel Delgado Domínguez, quien con esa charla convertida en poemario obtuviera en fechas recientes el premio estatal de poesía María Luisa Ocampo, cuya fecha de premiación se encuentra todavía pendiente.
En entrevista, Delgado Domínguez dijo sentirse contento y sorprendido; a sabiendas de que la música es la poesía de la vida, de lo cotidiano, las nostalgias, los recuerdos forman parte de su trabajo.
“El diario íntimo de Leadbelly es una colección de poemas, como unos 30, de diversas estructuras poéticas donde predomina el verso libre”, dijo al tiempo que agregar que aún así considera su trabajo como muy sencillo, “dejándolo a consideración de los jueces, a quienes al parecer les gustó.
En ese sentido, el acta del jurado integrado por Paula Abramo, Jorge Fernández Granados y Josu Landa, indicó que se acordó por mayoría otorgar el premio al poemario Diario íntimo de Leadbelly, presentado bajo el seudónimo de Frances Farmer que correspondió al poeta y músico José Manuel Domínguez.
Asimismo, agregó que el trabajo “se trata de un libro con un tema claramente definido, que contiene textos en una relación unitaria y conforme a una atmósfera que el autor (a) transfigura y escenifica con notoria eficacia poética”.
“Tiene una estructura claramente armada, que muestra estar al servicio de las necesidades discursivas del autor (a)”, concluyó.
Yo mandé mi trabajo sólo para medirlo, dijo, y recordó que Leadbelly fue un músico norteamericano de blues de principios del siglo pasado, de origen negro y que era un especialista en la guitarra de 12 cuerdas.
De sus composiciones, dijo, destaca su virtuosismo en los instrumentos y las letras mordaces basadas en personajes de las noticias de aquel entonces como Roseevelt y hasta Hitler, pasando por los problemas raciales de Estados Unidos.
Luego de aceptar la influencia de autores tan distintos en forma y fondo como Walt Withman o Charles Simic, a quienes consideró como sus padres literarios, no negó su admiración por Keruac, Boukoswky y Ginsberg, incluso agradeció haber leído a los mexicanos Juan Rulfo, Gonzalo Celorio y Jeremías Marquínes.
El poeta, quien actualmente colabora en Radio y Televisión de Guerrero (RTG) en el área de edición, explicó que su trabajo es entonces la suma de “varios autores que se van acumulando; me he formado con los libros, las lecturas y claro, con los cursos tomados…”. Aceptó que a partir del reconocimiento tendrá que esforzarse más.
No obstante, reveló que su afición por la música es mayor y que efectivamente su poesía estaría supeditada a su trabajo como músico, porque además tiene su propia banda: Síndrome de Lenox, donde es bajista y corista al tiempo que desarrolla diversos trabajos literarios de los que no abundó por estar en los primeros procesos de desarrollo.

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