Trasladan a 14 reos más de la prisión de Iguala tras el ataque de sicarios; exigen información sus familiares

*Se quejan parientes de los presos, que pernoctan en el lugar, de que no les dicen a dónde son llevados ni quiénes son. Han escuchado gritos y golpes, informan. Suman 28 los internos que han sido removidos de este reclusorio, a raíz del ataque del viernes que dejó 10 muertos

De la corresponsalía

Iguala

Durante la media noche de este domingo otros 14 reos de la cárcel de Tuxpan, del municipio de Iguala, fueron transferidos a otros centros penitenciarios del estado, dijeron sus familiares, quienes demandan a las autoridades que se les informe a dónde son llevados.
En la noche trascendió que tres de los transferidos fueron asesinados en el penal de Acapulco.
Con esta nueva acción suman 28 los presos transferidos del penal de Tuxpan a otros centros carcelarios luego de la irrupción de un comando que ejecutó a cuatro presos y a un custodio. El viernes pasado fueron asesinados cinco de los sicarios. En total murieron 10 hombres.
Ayer, un grupo de mujeres que pernocta afuera del penal desde la noche del viernes con la intención de que les den información de sus familiares, tanto de los que están en la prisión de Tuxpan como los que fueron transferidos el viernes, dieron a conocer que a la medianoche de este domingo otros 14 reos fueron sacados de la cárcel y, al parecer, transferidos a otros penales en el estado.
Dijeron que los guardias de la aduana les confirmaron que otros 14 presos fueron transferidos durante la noche y al igual que el viernes pasado fueron trasladados luego de revisar una lista que los policías traían.
El viernes, 14 reos fueron transferidos a otros penales del estado luego del ataque que realizaron seis pistoleros. Los presos sacados del penal son Isaac Lugarda Soto, Cecilia Ibón Morales del Río, Enrique Rosales Patricio, Víctor Manuel Coria, Orlando Arreola Mendoza, Jesús Jonathan Lambert Parra, Fátimo Vargas Morales, Jesús Hernández Betancourt, Felipe Castorena Tapia, José Elpidio Gutiérrez Barrera, Abelardo Huicochea Santiaguillo, Jonathan Pedraza Hernández, Juan Marín García y Jonathan García Fajardo.
Este lunes continuaban suspendidas las visitas al penal, según dijeron en la cárcel, para seguridad de la gente externa.
Durante la mañana de ayer unas 30 personas, familiares de presos, pedían ingresar al penal para ver a sus familiares detenidos, lo cual se les negó. Solo se les permitía llegar uno a uno hasta la aduana, donde se les proporcionaba información y en donde dejaban algunos víveres bajo la promesa de que los policías los entregarían.
Los familiares demandaron ver a sus presos para saber en qué condiciones se encuentran, ya que desde el pasado viernes, tras la irrupción del comando armado las visitas están suspendidas.
En el lugar manifestaron su enojo porque no se les da a conocer el nombre de los transferidos ni el lugar al que serán enviados.
Evidenciaron que durante las últimas dos noches que se han quedado a dormir en el exterior de la cárcel han escuchado gritos de los presos y golpes, “como si les estuvieran dando tablazos”.
A las 2:00 de la tarde de ayer una camioneta tipo urban de la Policía del Estado llegó al penal custodiada por más de 20 efectivos estatales y municipales, en ella regresaron a siete reos que tres horas y media antes habían sido sacados del penal para ser llevados al Juzgado de Distrito para hacer sus declaraciones de los hechos de la madrugada del viernes, informaron fuentes del lugar.
Ayer, por medio de un comunicado, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) confirmó el asesinato de tres reos en la cárcel de las Cruces en Acapulco, los cuales el viernes fueron transferidos del penal de Tuxpan. Trascendió que dos de las víctimas son Jonathan Pedraza Hernández y Jonathan García Gajardo, dos de los que fueron transferidos a otros penales.
Se quejan ante la Codehum familiares de los presos trasladados de la cárcel de Iguala

La tarde de ayer familiares de reos del penal de Tuxpan presentaron una queja ante la coordinación regional de la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos (Codehum) en la zona Norte, en contra de las autoridades penitenciarias, por la falta de información sobre el traslado de 28 reos de la cárcel de esta ciudad a otras del estado.
Desde el viernes, cuando el primer grupo de 14 convictos fue transferido a diferentes penales del estado –después del ataque de un comando que mató a cuatro reclusos y los custodios mataron a cinco de los atacantes–, a los familiares de los presos no se les dio a conocer el motivo ni el lugar de la transferencia.
De manera oficial se dijo que esos presos purgaban condenas por delitos del fuero común y federal, pero no dieron datos precisos.
Ayer por la tarde un grupo de familiares, que pidieron omitir sus nombres y el de sus familiares detenidos, acudieron a las oficinas de la Codehum pero no presentaron la queja porque ahí se enteraron que entre los asesinados en el penal de las cruces en Acapulco estaban sus familiares trasladados el pasado viernes.
Un segundo grupo presentó la denuncia ante el organismo, principalmente, para exigir a las autoridades estatales y penitenciarias que les proporcionen información de los trasladados.
No se dio a conocer el número de averiguación ni los nombres de los quejosos o de sus familiares encarcelados por temor a represalias hacia ellos y sus familiares presos.
Ayer en el exterior del penal donde permanecen unas 30 personas en espera de información, denunciaron que hay reos a los que tienen castigados “en la torre”, donde los han estado golpeando.
Denunciaron que durante la noche de este domingo, cuando 14 reos más fueron trasladados, los policías estatales que custodian el penal soltaron a los perros para que se retiraran de la cerca del perímetro y no interfirieran en el traslado.
El 3 de octubre del año anterior familiares de reos de este penal de Tuxpan presentaron una queja ante la comisión regional de derechos humanos por la suspensión de visitas durante 15 días. En aquella ocasión, dijeron los familiares de los detenidos, se suspendieron las visitas porque iban a realizar traslados de convictos a otros penales y no querían que los familiares interfirieran con la acción o se enteraran.