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El atropello fue intencional; con la satanización que hace Aguirre de Ayotzinapa, avala matar, señalan

*El Comité Estudiantil de la Normal Rural acusa al gobierno estatal de ser responsable de la muerte de los dos estudiantes. El gobernador se ha encargado de mostrar a los normalistas como delincuentes ante la sociedad, por sus movilizaciones, dicen. Explican que los 90 alumnos de primer año se encontraban en Atoyac boteando para tener dinero para sus pácticas de campo

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

El Comité Estudiantil de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, señaló al gobierno estatal como responsable de la muerte de dos estudiantes, atropellados por un tráiler en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, lo que fue “intencional”, aseguraron.
En conferencia de prensa en las instalaciones de la escuela, el secretario del comité estudiantil, Guillermo Hernández Castro, afirmó que desde que el gobernador Ángel Aguirre Rivero asumió la gubernatura, se ha encargado de “estigmatizarnos y satanizarnos, mostrándonos como delincuentes ante la sociedad, por las movilizaciones que hacemos ante la cerrazón a nuestras demandas”.
“Esta es la consecuencia, los automovilistas no tienen cuidado en las carreteras, porque el gobernador dio el aval para matarnos. No hay que olvidar que Ángel Aguirre no escatimó esfuerzos ni recursos para crear odio hacia los estudiantes de Ayotzinapa; primero nos dijo que teníamos rencor social, luego nos acusó de delincuentes y después de guerrilleros, poniendo en peligro nuestra integridad física”, agregó.
Señaló que la actividad de recaudar dinero en botes entre los automovilistas y c onductores, boteo, que realizaban los 90 estudiantes, que cursan el primer año en la Normal Rural de Ayotzinapa, en la carretera federal, es porque no tienen recursos económicos para las prácticas y observaciones de campo, y se tiene que recurrir a esas actividades.
Denunció que desde hace un año, la Secretaría de Educación Guerrero no ha entregado un autobús para las actividades académicas, además de que no cumple con las demandas que cada año entregan al gobierno, entre las que se encuentran la construcción de dos edificios y la remodelación de uno; la entrega de paquetes de producción y animales de crianza.
Los estudiantes del comité rechazaron las versiones, difundidas en varios medios de comunicación, de que se encontraban robando gasolina a los automóviles que transitaban en la carretera, y que trataron de incendiar el tráiler con el chofer adentro.
Sobre la muerte de sus compañeros atropellados en Atoyac en la carretera federal y tres heridos, el Comité Estudiantil expresó que los normalistas salieron la mañana del martes de las instalaciones de la escuela, a bordo de varios autobuses, para realizar el “boteo” y tenían dos horas y media de haber arribado al lugar cuando se dio el accidente.
Que fue de manera “intencional y premeditada”, por el conductor Benjamín Torres, quien manejaba el tráiler a exceso de velocidad, que como resultado dejó dos muertos y tres heridos, uno de ellos de gravedad, que hasta ayer se reportaba estable.
El camión con placas 932-AN-7 arrolló a cinco estudiantes el martes, alrededor de las 2:30 de la tarde en la carretera Acapulco-Zihuatanejo, cerca de la colonia Buenos Aires, en el municipio de Atoyac de Álvarez.
Hernández Castro dijo que el lugar donde se suscitó el hecho es una recta, con visibilidad a una gran distancia, pero el chofer a pesar de que se le indicó con movimientos que bajara la velocidad del tráiler, aceleró, embistiendo a cinco estudiantes, quienes se encontraban parados a la orilla de la carretera.
“Arrojó directamente el tráiler a los compañeros, y no se detuvo aunque los arrolló, en cambio comenzó a reírse de manera burlona”, dijo.
Falleció al instante el estudiante Eugenio Alberto Tamarit Huerta, de 20 años, originario de Tenamazapa, municipio de Tlacoapa, y Freddy Fernando Vázquez Crispín, de 23 años, originario de Tixtla, quien murió cuando era trasladado al hospital del municipio.
En la conferencia denunciaron que al momento del accidente pasó una patrulla de la Policía Federal de caminos, con numero 10 00 59 a la que pidieron auxilio, pero no se detuvo y tampoco hizo el intento de alcanzar al camión.
Por eso, a bordo de un carro particular algunos estudiantes siguieron al chofer, y lo alcanzaron en la comunidad de El Cayaco, municipio de Coyuca de Benítez, donde lo detuvieron y posteriormente lo entregaron a policías municipales y federales, que trataron de liberar al conductor y dejarlo ir.
Antes de entregarlo a los policías, el chofer responsable del doble homicidio ofreció dinero a los estudiantes para que lo dejaran libre, pero no aceptaron y lo retuvieron.
Por otra parte, exigieron a las autoridades de la Procuraduría que el caso no quede impune y se castigue al responsable de la muerte de los dos estudiantes.
Pidieron a la fiscal, a quien identificaron como Guadalupe, quien tomó la declaración a tres estudiantes testigos, que no se precipite en afirmar que el homicidio fue imprudencial, porque no es su función y demandaron la reparación de los daños a las familias de los atropellados.
Al preguntarles a los estudiantes si con este accidente abandonarán estas actividades de boteo, indicaron que analizarán nuevas estrategias.
El cuerpo del estudiante Freddy Fernando Vázquez Crispín llegó este miércoles al mediodía, a su casa ubicada en el barrio del Santuario en Tixtla, donde fue velado y será sepultado el día de hoy.
La casa del normalista fallecido es de las que resultaron severamente afectadas por el paso de la tormenta Manuel, en septiembre, porque quedó inundada y el agua llegó a más de metro y medio de altura.

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