En Iguala se vive un estado de ingobernabilidad y una campaña de miedo, acusa Sofía Mendoza

*La amenaza contra ella y la regidora priista Marina Hernández de un operador del alcalde, “es un mensaje claro a los opositores”

La regidora del PRD, Sofía Mendoza Martínez calificó de graves las amenazas que lanzó en contra de ella y su homóloga del PRI, Marina Hernández un funcionario municipal ligado al presidente José Luis Abarca Velázquez. Dijo que desde hace varios meses en Iguala se vive un estado de ingobernabilidad y una campaña de miedo.
Mendoza Martínez es viuda del asesinado dirigente Arturo Hernández Cardona y mantiene un juicio de revocación de mandato en contra del alcalde de Iguala por su presunta responsabilidad en el homicidio, según declaraciones notariadas del sobreviviente Nicolás Mendoza Villa, quien escapó del multihomicidio en contra de integrantes de la organización Unidad Popular (UP) y quien dijo que vio cómo el alcalde de Iguala disparó contra Hernández Cardona.
Ayer, una vez más, responsabilizó en conferencia de prensa al alcalde José Luis Abarca de lo que le pueda suceder a ella, a la regidora Marina Hernández y a los asistentes de ambas.
Cerca del mediodía Mendoza Martínez convocó a la rueda de prensa en una mesa que improvisó para atender a los ciudadanos en el exterior del Palacio Municipal, junto a la puerta principal del edificio.
Habló de la visita que hará a Guerrero el Obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López y anunció que a partir de ayer recibiría quejas de violaciones a los derechos humanos de servidores públicos contra ciudadanos, los cuales entregará al Obispo en su visita programada para el 9 y 10 de febrero.
De la amenaza que lanzó el operador político del alcalde José Luis Abarca, Antonio González Méndez contra ella y de la regidora Marina Hernández que les dijo que “las aguas estaban revueltas y que podían pasar muchas cosas y que se cuidaran porque les podría pasar algo muy muy pesado”, Sofía Mendoza calificó como “muy grave” que un funcionario de tercer nivel se sienta con la autoridad suficiente para amenazar a dos regidoras.
Exigió respeto no sólo por el cargo sino por el hecho de ser mujeres, “se está poniendo al tú por tú con una mujer, lo que habla muy mal del tipo de gobierno que hay en Iguala”.
Advirtió que es una amenaza clara y directa el que se les haya dicho que “las aguas están revueltas y que podían pasar muchas cosas”, “es un mensaje claro a los opositores”.
La regidora del PRD responsabilizó al alcalde, a su gobierno y a su operador político Antonio González de lo que le pueda pasar a ella, a la regidora Marina Hernández y a los asistentes de ambas, “desde aquí y desde ahora yo hago responsable de lo que nos pueda pasar al gobierno de José Luis Abarca”.
Ante la pregunta anticipó que en la próxima sesión de cabildo pedirá la destitución de Antonio González y consideró que este funcionario se siente con autoridad porque el presidente se la da, por lo que pidió “que lo bajen de la nube en la que anda”.
Mendoza Martínez indicó que en Iguala desde hace varios meses se vive un estado de ingobernabilidad y una campaña de miedo y terror, “hay violación a los derechos humanos, la gente está inconforme y tiene miedo pero no habla por lo mismo”.
Informó que ayer tras la sesión de cabildo en el que algunos regidores, serviles al presidente les reprocharon la acción de haber tomado dos oficinas para instalar sus regidurías, el secretario de gobierno Humberto Villalobos les ofreció, en una reunión privada con ella, la regidora del PRI Marina Hernández y el del PVEM Nicolás Guerrero, negociar con las regidora del PAN, Martha Gregoria Rojas Lagunas y del Panal, Sandra Luz Mota Rojas, para ser reubicadas de oficina y recorrerlas de acuerdo a las fracciones partidistas, esto en base a la fuerza política que representan.
Dijo que Villalobos Domínguez se comprometió a darles una respuesta a más tardar hoy y que de no ser así se instalaran oficialmente en las oficinas de la Dirección de Atención Ciudadana y Atención al Migrante, de las cuales ya tienen las llaves de las puertas tras haber cambiado las chapas, aunque siguen cerradas. (Redacción / Iguala).