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Contagia a chilpancigueños la música de Los Beatles que evoca la nostalgia del amor y paz

Anarsis Pacheco Pólito

 

Chilpancingo

 

Los Beatles, el cuarteto de Liverpool revivió durante una hora y 15 minutos la noche del jueves en el Auditorio Estatal Sentimientos de la Nación, en donde logró evocar los recuerdos de antaño de una generación que quería hacer el amor y no la guerra.

La presentación de la Orquesta Filarmónica de Acapulco, dirigida por el maestro Eduardo Álvarez, dio inicio a las 8 con 20 minutos en donde se desarrolló una audición con auténtica calidad en el sonido que se ambientó con una iluminación de tonos de luces azules y moradas que dejaban ver a los músicos en la ejecución de sus instrumentos.

La Orquesta Filarmónica de Acapulco abrió el concierto de Beatlemanía con la pieza Eleonor Rigby, que robó suspiros del público asistente, quienes al escuchar las primeras notas de la pieza aplaudieron al recordar aquella época.

La filarmónica rindió tributo a una de las bandas del rock inglés con más éxito en el mundo, la cual se formó en Liverpool en 1960, para constituir un hito comercial aclamado por la crítica en la historia de la música popular.

En el concierto participó una de las agrupaciones más reconocidas en México, For no one, que antes era conocida como Morsa, que fue fundada en 1984 y está integrada por Mario Alberto Zavala Sandoval, Fidel Sánchez Castruita, Ernesto Gómez Santana, Ernesto Domínguez y Marco Zavala Sandoval, quienes se han dedicado 25 años de carrera a interpretar la música de la legendaria banda de Los Beatles.

El público que asistió a la velada llegó desde horas antes para comprar de último momento los boletos para el espectáculo, al cual acudieron un número importante de niños y jóvenes, algunos de ellos llevaban puestas playeras de la banda inglesa.

El escenario fue decorado con tableros de madera que daban profundidad al escenario y justo enfrente de la orquesta fueron colocados los instrumentos de la agrupación For no one: una batería de tono dorado, un teclado doble, las guitarras y el bajo.

En el concierto se interpretaron más de 30 canciones, algunas de ellas tocadas en conjunto con la Filarmónica de Acapulco, otras sólo por la banda invitada y otras por la filarmónica.

Los asistentes permanecieron parte del espectáculo en cierta calma y en voz baja dejaban saber de su sorpresa ante la interpretación de las notas de la melodía conocida, como tratando de no interrumpir la ejecución de los acordes del conjunto.

Fue hasta que el director de la orquesta, Eduardo Álvarez, logró romper el hielo con los asistentes, pues les pidió que fueran parte del concierto ayudándolos con los aplausos coordinados durante la intepretación de la famosa canción Yellow submarine.

Con un formato más moderno que los conciertos en el que se encendían los encendedores durante una balada, ahora fueron los celulares los que sustituyeron las luces como muestra de estar comunicados con los artistas. Ésto ocurrió durante la interpretación de Yesterday e Imagine.

El público disfrutó de la presentación y no faltó la complacencia de peticiones hechas por los asistentes, quienes aclamaban otra canción cuando veían el eminente adiós de la banda y la orquesta filarmónica.

Algunas de las canciones interpretadas durante el espectáculo fueron Let it be, And I love her, All you need is love, Hey Jude, Strawberry fields forever, Get back, Don’t let me down , Something, I need you, Ticket to ride, entre otras muchas que lograron enganchar al público y revivir la magia de un grupo que con su legado vivirá por siempre.

“Algunos están dispuestos a cualquier cosa, menos a vivir aquí y ahora”, frase dicha por John Lennon, el fundador de Los Beatles, la banda inglesa de la que se derivó el concepto Beatlemanía, que se originó durante el siglo pasado para describir el frenesí de los fanáticos durante sus primeros años de éxito.

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