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Se debe mejorar el sistema penitenciario; las cárceles, cotos de poder del crimen: arzobispo

*Al gobierno le corresponde buscar que haya seguridad dentro de los penales, así como procurar que haya condiciones de readaptación, señala Garfias Merlos

Aurora Harrison

El arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, pidió a las autoridades mejorar la situación del sistema penitenciario, porque señaló que no se resocializa, ni readapta, sino que en muchos casos promueve la organización criminal, pues la sobrepoblación y la corrupción carcelaria motivan a que “sean cotos de poder del crimen”.
Durante su conferencia de prensa semanal, propuso revisar el sistema penitenciario, para que sea más eficaz  y humano, e indicó que al gobierno le corresponde buscar que haya seguridad, así como procurar que haya condiciones de readaptación, “esperamos que esa sea la función que cumplan, esa es la parte que le corresponde”.
Sobre los señalamientos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), que le pidió al gobierno no eludir su responsabilidad mediante el informe que emitió hace días acerca de los grupos de autodefensas y comunitarios; así como su injerencia para la designación del presidente interino de la Codehum, respondió que espera que haya diálogo.
En su comunicado, el arzobispo señaló que ante los hechos violentos ocurridos en las cárceles, se requiere que haya atención al sistema penitenciario, no sólo en Guerrero sino en el país, porque las autoridades reconocen la sobrepoblación que hay, y que constituye un factor de riesgo, porque no se cumple la función de rehabilitar los internos.
Recordó que en el análisis que hicieron los obispos mexicanos en 2010, “señalamos que enfrentamos una crisis del sistema penitenciario, que no resocializa, ni readapta a los internos y en muchos casos promueve la organización criminal. La sobrepoblación y la corrupción carcelaria están motivando que los reclusorios también sean cotos de poder del crimen organizado, desde los cuales se planean y dirigen acciones delictivas”.
“En lugar de servir a la readaptación social, se convierten en verdaderas universidades del crimen, dada la indiscriminada convivencia de los reos de alta peligrosidad, con la multitud de detenidos por delitos famélicos”, puntualizó y dijo que son dos cosas las que preocupan: la incapacidad del sistema penitenciario para rehabilitar y la cooptación de los reclusorios por el crimen organizado, “convirtiéndolos en espacios de alta inseguridad”.
Agregó que es urgente que las autoridades correspondientes atiendan esas situaciones, que mejoren las condiciones de vida de los internos, además de que sería conveniente revisar el sistema penitenciario para hacerlo eficaz y humano, “necesitamos un sistema penitenciario, fundado en la perspectiva de los derechos y deberes humanos”.
“Al gobierno le toca buscar la seguridad y procurar que tengamos condiciones de readaptación de los centros penitenciarios, esperamos que esa sea la función y cumplan, creo que esa es la parte que le corresponde y tenemos que confiar”, declaró el arzobispo al preguntársele si hubo complicidad por parte de las autoridades estatales.
Cuando se le preguntó si coincidía con el diagnóstico que hizo la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que advertía sobre el autogobierno en las cárceles, declaró que los obispos en 2010 también advirtieron que si no se ponía atención en los reclusorios, para readaptar, se podrían convertir en “verdaderas universidades del crimen”.
Cuando se le preguntó su opinión de que en la Subsecretaría de Seguridad Pública y Protección Civil del estado esté de encargado alguien quien ya estuvo al frente de las cárceles, declaró que no conocía esa información, pero confía en que quienes estén al frente den buenos resultados.
En otro tema, sobre la injerencia del gobernador Ángel Aguirre Rivero en la designación del presidente interino de la Codehum, el arzobispo declaró que no podía dar juicios sobre los aspectos que están en diálogo entre organizaciones e instituciones, pero opinó que esperaba que “se sienten a dialogar las personas afectadas, y los representantes de las instituciones”.
Subrayó que no es partidario deque se dialogue a través de los medios de comunicación, por el contrario, debe haber una mesa donde estén los responsables de las diferentes instituciones u organizaciones, y que sería oportuno que hubiera comunicados o boletines de prensa, que informen sobre el proceso de las reuniones que se tengan.
Aseguró que es importante también que expliquen a la sociedad cuáles son las atribuciones y las funciones de los organismos que intervienen, para que se conozca, “en ese sentido es importante que informen”.
Sobre la alerta que emitió Estados Unidos a sus ciudadanos para que no visiten Guerrero, el arzobispo declaró que “sigue habiendo signos de preocupación, y creo que es un hecho, es una realidad que vivimos en Acapulco, en México y en el mundo”, aunque dijo que debe de darse una imagen más objetiva de la realidad de la ciudad y el país.
Por otra parte, recordó que el pasado jueves ordenó tres nuevos sacerdotes en el Santuario de Nuestro Señor del Perdón, en Igualapa: César Borja Carmona, Ambroisio de la Cruz Ruiz y Valentín Ruiz Solana, los cuales aportarán su dinamismo a la acción pastoral.

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