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Por negligencia del gobierno, hace 18 años no ve la familia a un preso acusado de ser del EPR, señalan

*Se reúne la esposa de Tomás de Jesús Barranco con el subsecretario del Sistema Penitenciario, Miguel Ángel Orihuela.  Se venció el plazo de anuencia para trasladarlo al penal de La Unión, confirma el funcionario y se compromete a actualizar el trámite

En 18 años de prisión, el indígena Tomás de Jesús Barranco, acusado por el gobierno de ser parte del Ejército Popular Revolucionario (EPR) ha pasado por cinco penales federales, no ha visto a sus familiares porque no tienen dinero para visitarlo y, por negligencia de autoridades estatales, perdió en tres ocasiones la oportunidad de ser trasladado a una prisión de Guerrero.
El dirigente de la Organización de Pueblos y Colonias de Guerrero (OPCG), Pedro Nava Rodríguez denunció que el año pasado venció el segundo plazo de anuencia de cupo para traerlo al penal de La Unión en la Costa Grande (el primero se aprobó en la cárcel de Chilapa, el más cercano a sus familiares), así que se volverán a realizar los trámites administrativos en el estado y en el penal federal de Chihuahua para autorizar su regreso a esta entidad.
Luego de hora y media de retraso para una reunión programada, y tras exigir que se respetara la agenda de trabajo, el dirigente fue atendido junto a la esposa del prisionero, Tomasa Tejeda Trinidad, por el subsecretario del Sistema Penitenciario, Miguel Ángel Orihuela Hernández.
Informó que explicaron el caso al funcionario, este pidió el expediente de De Jesús Barranco y confirmó que se venció el plazo de anuencia para trasladarlo al penal de La Unión, se comprometió a actualizar el trámite y hablar al penal de Chihuahua, donde ahora está recluido, para que actualice los estudios que se tienen que hacer al interno antes de un  cambio.
Informó que Orihuela Hernández ofreció darles una repuesta en ocho días sobre la anuencia de cupo, y que se programarían lo antes posible la sesión extraordinaria del Consejo Penitenciario para volver a autorizar su ingreso a un penal de Guerrero.
Confirmó que tendrán que repetir el procedimiento, pero confió en que se resuelva favorablemente porque en ese plazo se acordó otro encuentro con el secretario general de Gobierno, Jesús Martínez Garnelo, para resolver su petición.

Desinterés oficial

Antes del encuentro, Nava Rodríguez informó que el miércoles se reunieron con Martínez Garnelo y el encargado de despacho de la Secretaría de Seguridad Pública, Leonardo Octavio Vázquez López, y acordaron la reunión de ayer a las 10 de la mañana con el segundo, pero pidieron la asistencia de la esposa de De Jesús Barranco.
Señaló que la señora Tejeda Trinidad hizo un gran esfuerzo para estar en la cita, llegó un día antes a Chilpancingo de la comunidad de Santa Catarina, municipio de Ahuacuotzingo, donde sólo hay una camioneta que llega y sale de Chilapa a las 2 de la tarde, pero en el Palacio de Gobierno les dijeron que el funcionario había salido a un acto con el gobernador Ángel Aguirre Rivero de último momento. Que los llamaría cuando regresara.
Esta situación molestó a los activistas, porque explicaron que cada día fuera de su localidad representa gastos para Tejeda Trinidad que se sostiene (a ella y a sus hijos) con la elaboración de petates y cintas de palma.
Nava Rodríguez consideró una falta de respeto que el funcionario no haya dejado a alguien para atender su agenda.
Tejeda Trinidad confirmó que necesitaba estar en Chilapa a las 2 a la tarde, para elaborar sus cintas y petates porque aún tiene tres hijos menores de edad en casa, pues los mayores se fueron del pueblo. Asimismo, indicó que en 18 años no ha visto a su marido.
Nava Rodríguez aclaró que sólo se habla con él por teléfono, pues en Santa Catarina no hay línea telefónica, y le ha insistido en que acelere su traslado por humanidad, pues ya tiene 52 años de edad y está fracturado de un brazo y una pierna porque se cayó de una litera.
El dirigente denunció que De Jesús Barranco, un indígena que nada tiene que ver con lo que se le acusa, fue llevado al penal federal de Matamoros Tamaulipas, después a Veracruz, a Durango, Querétaro, y ahora está en Chihuahua.
Recordó que De Jesús Barrando fue detenido el 28 de agosto de 1996, luego de tres días de un ataque del EPR a una comandancia de la policía en Tixtla, en esa cabecera municipal porque supuestamente llevaba algunos cartuchos percutidos.
“Quién iba creer eso, si el ataque fue a por la noche o la madrugada, qué persona en la oscuridad andaría buscando los cartuchos para llevárselos, y después de tres días seguir en la cabecera municipal y traerlos encima. Son argumentos infantiles que de verdad, ni el más tonto se lo cree”, se quejó.
El indígena fue detenido y sentenciado a 40 años por terrorismo y homicidio, muchas organizaciones sociales han pugnado por su libertad y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) aceptó revisar su caso porque se denunció tortura para obtener una confesión, no se respetó el debido proceso y hubo contradicciones en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) cuando dictaminó su condición física.
Destacó que durante su detención, De Jesús Barranco era miembro del Comité municipal de PRD en Ahuacuotzingo y con él muchos comisarios municipales y dirigentes fueron encarcelados. Entre ellos Nava Rodríguez quien señaló que cuando estuvo en la prisión de Chilpancingo llegaron a estar 90 líderes sociales en prisión.
Recordó que cuando fue detenido era gobernador interino Aguirre Rivero, y conoció de las irregularidades del proceso, y recientemente, el 12 de febrero de 2012 le volvieron a pedir que regresen a De Jesús Barranco a Guerrero, para que esté más cerca de su familia y reactivar su defensa.
Agregó que entonces el gobernador dio instrucciones para revisar el expediente, se autorizó la anuencia de cupo, pero “tal parece que no hace caso y tienen que repetir el proceso”. (Lourdes Chávez / Chilpancingo).

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