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El plan de paz marchará cuando los insurgentes sean desarmados, señala el presidente sirio a Koffi Annan

DPA

 

Damasco

 

El presidente de Siria, Bashar al Assad, dijo que pondrá en marcha el plan de paz del enviado especial Kofi Annan cuando los insurgentes sean desarmados, según transmitió en un mensaje a los participantes de la cumbre de los países BRICS, que ayer publica la agencia oficial de noticias siria, SANA.

En el mensaje le pide a Annan que se centre en erradicar “el cenagal terrorista”. Para ello el enviado especial para Siria tiene que recibir la confirmación de las otras partes en el conflicto de que van a poner fin a las “operaciones terroristas”.

Además, tiene que acabar, pide Al Assad, el apoyo con dinero y armas por parte de determinados países (en referencia a Arabia Saudí y Qatar). Y con vistas a Turquía dijo que había países vecinos que “facilitan” las “actividades terroristas contra Siria”.

El enviado especial de Naciones Unidas y la Liga Árabe presentó un plan de paz de seis puntos que, entre otros, contempla el fin de la violencia, el acceso a la ayuda humanitaria y un diálogo político.

La cúpula siria aceptó esta semana el plan a pesar de “tener algunas reservas”. La oposición señaló que no cree en las promesas vacías del régimen y además se niega a conversar con Al Assad.

Annan exigió al gobierno sirio que ponga en marcha de inmediato el plan de paz, pues es la parte más fuerte la que tiene que poner fin a la violencia, según dijo el portavoz de Annan, Ahmad Fawzi, en Ginebra, informó la agencia suiza sda.

En este conflicto, subrayó Fawzi, hay dos partes. Una persona delegada por Annan será la que analice en Estambul con los opositores al gobierno de Damasco el alto el fuego. Pero primero el gobierno sirio tendrá que dejar de atacar, dijo el portavoz de Annan.

Mientras, en los esfuerzos para poner fin a la violencia, la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, llegó hoy a Riad, la capital de Arabia Saudí, donde conversará con las autoridades antes de la reunión del grupo de amigos de Siria, que tendrá lugar el domingo en Estambul.

Clinton se reunirá con el rey Abdullah y el ministro de Asuntos Exteriores, el príncipe Saud al-Faisal, con quienes planificará la postura a tomar sobre Siria. Tanto para Clinton como para la familia real saudí el punto más importante es poner fin al derramamiento de sangre en el país árabe.

Por su parte, el movimiento de protesta sirio está decepcionado por los magros resultados de la cumbre de la Liga Árabe en Bagdad, según afirma en el comunicado emitido hoy por el conjunto de losgremios de dirección de la revolución siria.

“Nos satisface que al gobierno sirio no se le haya permitido participar en esta cumbre, pero condenamos y lamentamos que ningún representante del pueblo sirio hubiese sido invitado para informar sobre lo que está pasando en Siria”.

Varios participantes de la cumbre, que ayer concluyó con un llamamiento al diálogo político en Siria, impidieron que en el encuentro se informara sobre las atrocidades cometidas por el régimen del presidente Bashar al Assad. La culpa de ello es sobre todo el gobierno de Irak, que organizó la cumbre.

Los revolucionarios instaron a los países árabes a buscar de forma seria alternativas, ya que Assad ni aplicó el plan de la Liga Árabe para solucionar el conflicto ni pondrá en marcha el plan de seis puntos de Annan. Irak, que hasta la próxima cumbre será la que tenga la presidencia rotativa de la Liga, tiene “una responsabilidad histórica con el pueblo sirio”.

Para este viernes fueron convocadas nuevas protestas en todo el país. La consigna es: “Los musulmanes y los árabes nos defraudaron, pero Dios está con nosotros y con nuestra voluntad lograremos la victoria”. Actualmente, los opositores debaten de forma interna si deben seguir manifestándose. Algunos de ellos creen que, para no poner en riesgo a más personas, sería mejor limitarse a ataques al aparato de seguridad de Assad.

En tanto, según información de activistas, las tropas de gobierno mataron hoy a 37 personas, La mayoría de los muertos se registraron en la provincia de Deir as Saur. En Damasco, opositores al régimen informaron de detenciones.

Mientras, las comunidades cristianas de Siria suspendieron las procesiones y celebraciones de Semana Santa debido a la ola de protestas y violencia que vive el país, según informaron hoy miembros de las distintas ramas en Damasco.

Sólo se mantendrán los servicios religiosos, en los que se rezará por las almas de las víctimas del conflicto y la recuperación de los heridos y para que la caridad impere en la relación entre los miembros de las distintas confesiones. En torno al diez por ciento de los sirios son cristianos.

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