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Saturado, el basurero de Tixtla por el aumento de desechos durante la contingencia, informan

*No han podido darle el tratamiento necesario al tiradero debido a los problemas financieros del Ayuntamiento, reconoce el director de Ecología municipal, Joel Tlamanauco López. Carece de un sistema de drenaje para captar los lixiviados

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El director de Ecología del Ayuntamiento de Tixtla, Joel Tlamanauco López aseguró que durante la contingencia causada por la tormenta tropical Manuel aumentó en un 60 por ciento la basura que se genera en la cabecera municipal, lo que provocó la saturación de las dos hectáreas de terreno que ocupa.
Tlamanauco López señaló que es urgente atender el basurero a cielo abierto, pero que debido a los problemas financieros que atraviesa el Ayuntamiento de Tixtla por las deudas de la administración pasada, es complicado dar el tratamiento necesario.
Ayer por la mañana, personal de la Procuraduría de Protección Ecológica de Guerrero (Propeg), realizó un recorrido como parte de la revisión que se le está dando a los basureros de los tres municipios que intentan unir esfuerzos para la creación del Relleno Sanitario Intermunicipal de Zumpango, Chilpancingo y Tixtla.
El basurero de Tixtla enfrentó una de las contingencias que más daños ha dejado al estado de Guerrero, y siendo el único espacio donde podían depositar el lodo que se generó por la lluvias, propició la saturación de las dos hectáreas de terreno.
El director de Ecología explicó que en el poblado se generan al día 32 toneladas de basura, pero luego la contingencia, en estos últimos cuatros meses, se estuvieron generando 50 toneladas, que eran depositadas en las dos hectáreas, incluyendo el lodo que se generó por la entrada de la Laguna Negra.
La población de la cabecera municipal, de 22 mil 826 habitantes, cuenta con un solo basurero a cielo abierto, que cumplió 24 años y no ha recibido mantenimiento, ni la atención necesaria para disminuir el impacto ambiental.
El director señaló que durante la administración pasada no se le dio el saneamiento adecuado ni el mantenimiento que requerían los residuos, por lo que fue recibido en “pésimas condiciones”.
Dijo que por ello la Propeg emitió recomendaciones para que se mejorara su condición y lograr disminuir el impacto ambiental, por lo que se realizaron las mejoras con el respiradero para evitar riesgos de explosiones por el gas que se acumula, pero todavía carece de un sistema de drenaje para captar los lixiviados.
En las recomendaciones realizadas por la Propeg se establecía mejorar la ventilación de la basura concentrada en las dos hectáreas para evitar alguna explosión por el gas metano, así como una atención para los lixiviados, lo que apenas se está por hacer.
Una de las acciones que por primera vez se realizará para el control de la basura consiste en cubrirla de tierra y compactarla, y sólo esperan a que se reduzca la humedad del suelo para realizar dicha operación, lo cual permitirá un mayor periodo de vida útil.
El objetivo del Ayuntamiento es clausurar el basurero e iniciar la gestión del nuevo relleno sanitario, para que los tres municipios puedan iniciar una nueva etapa en cuanto a la recolección de desechos y su tratamiento.
El tiradero se ubica en una hondonada, cercado con alambre de púas y postes de madera; en el terreno siguiente, un vecino se dedica a romper piedra de uno de los cerros, mientras que en los demás terrenos, la gente pastorea chivos, exponiendo a los animales a contaminarse por la basura que vuela sobre el pequeño cercado.
A diferencia de los grandes basureros, como el de la capital del estado, en este se ve poca participación de pepenadores, ya que entre ellos mismos decidieron repartirse los días para poder obtener mejores ingresos (durante el recorrido sólo habían tres trabajando), ya que el Ayuntamiento no les da ningún apoyo, mientras ellos se exponen a enfermedades o accidentes, por la falta de equipo para manejar los desperdicios.
En este basurero, no hay casas para los pepenadores, por lo que viajan de manera diaria al basurero, en el trasporte público, y regresan a sus casas después de nueve horas de trabajo, sin prestaciones, sin protección y sin sueldo fijo.

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