Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Alertan obispos sobre “riesgos en un futuro” si no se atiende a las víctimas de la violencia

Redacción

Los cuatro obispos de Guerrero, que son parte de la Provincia Eclesiástica de Acapulco, advirtieron que si no se atienden a las víctimas de la violencia de manera integral, por parte de las autoridades, podría haber riesgos en un futuro; también pidieron que se atiendan a las víctimas del desastre causado por la tormenta Manuel.
En un comunicado de prensa del 15 encuentro de la Provincia Eclesiástica de Acapulco, que se efectuó en Ciudad Altamirano, los obispos de esa localidad, Tlapa, Chilpancingo-Chilapa y Acapulco, hicieron un llamado a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, para atender de manera integral a estos sectores vulnerables de la sociedad.
De las víctimas de los desastres naturales, indicaron que se requiere forjar una cultura de prevención que incluya el respeto al medio ambiente, para saber cómo actuar en caso de emergencia.
Durante la reunión, en la que participaron 174 agentes pastorales, los obispos mencionaron la atención que han dado a las víctimas de violencia y de desastres naturales, “merecen una atención especial de parte de las autoridades y de la sociedad misma, de manera que sean fortalecidos para que se conviertan en sujetos de su propio desarrollo y contribuyan al bien común”.
En el comunicado de dos cuartillas, donde vienen los nombres del arzobispo de Acapulco Carlos Garfias Merlos, y de los obispos de Chilpancingo-Chilapa, Alejo Zavala Castro; de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda, y de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, se detallan las acciones que han hecho para ayudar a ese sector de la población.
“Desde hace mucho tiempo hemos acompañados a víctimas de violencia intrafamiliar e intercomunitarias, pero el creciente número de las víctimas de la violencia generadas por el crimen organizado requiere una atención más especializada, para que sea eficaz, por lo que estamos previendo formas para fortalecer las capacidades de los agentes de las diócesis, para ofrecer desde nuestras estructuras pastorales el apoyo especializado que requieren”, puntualizan en el comunicado de prensa.
Explican que se perciben algunos aspectos urgentes que necesitan ser atendidos, respecto a las víctimas de la violencia, que desgraciadamente son un sector muy amplio de la sociedad, el que tiene necesidades de reconocimiento de su verdad, de justicia, de reparación de daños, de fortalecimiento de capacidades, para incidir positivamente al desarrollo y a la paz.
Advirtieron que si no se atiende oportuna e integralmente, “hay riesgos de que las secuelas que se desprenden de su situación tengan efectos destructivos en el futuro próximo”. Y es que “urge un enfoque del gobierno para atender las necesidades que estas víctimas tienen, para incorporarse de manera constructiva a la sociedad”.
En el caso de las familias y comunidades afectadas por el desastre ambiental de septiembre del año pasado, se requiere que haya información constante y fluida de los proyectos de reconstrucción, para que se puedan incorporar a los mismos con su propia contribución.
Alertan obispos sobre…
“Hacemos un llamado a las autoridades, para que encabecen acciones específicas que atiendan de manera integral a estos dos sectores tan vulnerables, mediante políticas públicas que contribuyan a prevenir el número de víctimas. En el caso de las víctimas de la violencia, se requieren programas educativos que generen una cultura de paz entre niños y jóvenes, así como programas de fortalecimiento de las familias y del tejido social”, dijeron.
Abundaron que luego del estudio y el taller que realizaron “invitamos a todos a continuar por el camino del diálogo y la corresponsabilidad, para tener una actitud de prevención y lograr protocolos y esquemas muy precisos de organización, capacitación y vinculación interinstitucional ante los desastres y la violencia”.
También que la reconstrucción y prevención para las emergencias, así como la prevención de la violencia son prioridades de la pastoral, de manera que el llamado también es para que los misioneros asuman “una actitud de misericordia” en sus servicios pastorales, con un enfoque de intervención en crisis.
“Como obispos y con nuestro pueblo, nos comprometemos a promover programas de capacitación para la prevención y la atención de las emergencias, para el acompañamiento a las víctimas de la violencia entre nuestros agentes de pastoral, para seguir afrontando los grandes desafíos que estos sectores representan”, concluyen.

468 ad