Les fue requerido el espacio, justifica el encargado el cierre del comedor universitario

Jacob Morales Antonio

Chilpancingo

El encargado del comedor universitario de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), David Ortiz Campos, indicó que el cierre del servicio fue porque la administración de las canchas de la universidad exigió el espacio donde operaban, y la tardanza del área financiera para otorgar el recurso que se destina para la compra de alimentos.
En consulta telefónica el encargado afirmó que mañana martes se reabrirá el servicio en el nuevo edificio que desde el año pasado inició su construcción, con lo que se mejorará la atención a los estudiantes.
Señaló que en septiembre la casa particular donde operaban resultó afectada por la crecida del río Huacapa, por la lluvias que dejó la tormenta Manuel en el estado, lo que los obligó a operar por tres meses y medio en las canchas de la UAG.
Ortiz Campos informó que tras el regreso de las vacaciones decembrinas, el comedor dejó de operar en las canchas universitarias porque la administración pidió el espacio que ocupaban.
Y a pesar de haber culminado los trabajos de construcción del nuevo edificio, este no tenía el equipo ni los materiales necesarios para ofrecer el servicio, aunado a ello, los recursos económicos que se gestionaron en el área financiera de la UAG, tardaron una semana en llegar.
Indicó que el trámite no se pudo realizar antes de salir de vacaciones, por el cierre del ejercicio fiscal en la universidad, por lo que esto se tiene que realizar en la primera semana de trabajo.
Informó que el costo de los alimentos se mantiene en 4 pesos para moradores de casas, y de 7 pesos para el resto de los universitarios, y 15 pesos para el público en general, aseguró que no se prevé un alza en los alimentos.
Ortiz Campos sostuvo que los estudiantes de la Federación de Estudiantes Universitarios, no han tenido comunicación con él, para conocer sus inquietudes.
El viernes los integrantes de la federación estudiantil, Francisco Sierra Rivera, Carlos Oropeza Cosme, Darío González Jiménez y Reynaldo Salas Zuñida, demandaron al encargado del comedor universitario David Ortiz Campos y a la administración central de la universidad, la reapertura del servicio de alimentación, porque afectaba la economía de los estudiantes de escasos recursos.