Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Marchan 2 mil en El Ocotito para agradecer la llegada de la autodefensa

*Bruno Plácido llama al gobierno a retomar el diálogo, pero subraya que no aceptan las amenazas de Aguirre

*El dirigente dice que la Policía Ciudadana se retirará sólo si la población lo pide y las autoridades detienen a las cabezas de los grupos criminales que operan en la zona

*Entrará la autodefensa a Chilpancingo y Acapulco si la gente se organiza, adelanta

*Lo que sucede en Michoacán puede ser el futuro del país si no hay cambios, advierte el arzobispo Garfias

*Se solidariza con su par de Apatzingán

Marchan 2 mil ciudadanos del valle del Ocotito para agradecer la llegada de la autodefensa
*El contingente estaba formado en su mayor parte por mujeres de todas las edades, y lo encabezaban seis policías ciudadanas. Bruno Plácido llamó al gobierno a retomar el diálogo pero dijo que no aceptan las amenazas que Aguirre lanzó. El dirigente dice que la Policía Ciudadana se retirará sólo si la población lo pide y el gobierno del estado y federal detienen a las cabezas de los grupos criminales que operan en la zona

Rosalba Ramírez García

El Ocotito, Chilpancingo

Unas 2 mil personas, principalmente de El Ocotito, marcharon ayer por la carretera para manifestar agradecimiento y aceptación al Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC), conocido también como movimiento de autodefensa, o autollamada Policía Comunitaria, que entró a la población el jueves y realizó detenciones de presuntos secuestradores miembros de la delincuencia organizada.
Los manifestantes se reunieron ayer en Mojoneras, una de las comunidades afectadas por la presencia de los grupos de la delincuencia organizada, al lugar llegaron unas mil personas, por lo menos la mitad de ellas llevan playera blancas y cartulinas con mensajes de agradecimiento y bienvenida al SSJC, el resto se unió en el trayecto o llegaron a la concentración frente a la comisaría.
La marcha fue encabezada por las seis mujeres del Ocotito que se unieron a la Policía Ciudadana, y las de Tierra Colorada en Juan R. Escudero así como las de Xaltianguis comunidad de Acapulco.
Pero no sólo iban al frente, la mayor parte del contingente que marchó e invitaba con sus consignas a unirse eran mujeres de todas las edades, también acudieron hombres y niños.
También participaron habitantes de Mojoneras, El Rincón, Cajeles, Carrizal de la Vía, Dos Caminos, Buena Vista de la Salud y La Haciendita, iban acompañados de algunos policías ciudadanos armados con escopetas, quienes iban metros adelante del contingente.
“Rifle cañón y escopeta, a la comunitaria se le respeta”, “no somos uno ni somos cien, Mario Moreno cuéntanos bien”, “UPOEG somos todos”, “El pueblo unido jamás será vencido”, “viva la comunitaria”, “viva la UPOEG” gritaban las personas que marcharon para manifestar agradecimiento y aceptación al SSJC.
Mujeres y hombres, también niños y hasta en las carreolas de los bebés colocaron carteles con leyendas a favor de la presencia de la Policía Ciudadana “sí a la comunitaria, no a al miedo” y “la seguridad sólo el pueblo la dará”, se leía en las cartulinas.
Durante el recorrido por la carretera hasta la pequeña explanada frente a la comisaría municipal (que estaba cerrada), pequeños grupos de personas, principalmente familias se unían al contingente, en algunos negocios, la gente entraba a llamar a los dueños “a que pierdan el miedo, porque este es el momento de defendernos”, les decían.
Los integrantes del movimiento que tomaron la palabra, hablaron de la necesidad de reconstruir el tejido social.
“No tengan miedo, si vamos a morir será por una causa buena”, dijo al micrófono el comisario de Mojoneras, Leonel Rodríguez Aranza durante la el mitin, entre llanto y sollozos, el comisario que ya ha sufrido amenazas de muerte, respaldó la lucha de la Policía Ciudadana contra la delincuencia organizada.
Rodríguez Aranza es el único comisario del Valle de Ocotito que se unió a las acciones de la SSJC, y envió un mensaje al resto de los comisarios a que “no tengan miedo de morir, caeremos en la batalla”.
También tomaron la palabra las representantes de las policías ciudadanas de Tierra Colorada y Xaltianguis que llamaron a las mujeres del Ocotito a sumarse al sistema de seguridad que se está formando en su población y a participar en las asambleas para elegir a quienes serán los encargados de la seguridad.
En su intervención, el dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio, reprochó frente a los ciudadanos del valle del Ocotito que “todos los ciudadanos saben quiénes son los delincuentes menos el gobierno”.
Negó que el SSJC esté cerrado al diálogo y afirmó que no están contra el gobierno, pero adelantó que no dejarán solas a las poblaciones si el Estado no brinda seguridad. Llamó a retomar “la mesa de diálogo” pero adelantó también que no aceptan las amenazas que el gobernador lanzó.
Preguntó a los asistentes si están de acuerdo en que se aplicara “un proyecto barrendero”, que explicó que se trata de revisar “casa por casa y patio por patio para limpiar y que la gente encuentre tranquilidad en toda esta zona”, y los manifestantes respondieron con un “sí” colectivo.
Plácido Valerio adelantó que el SSJC se retirará del Ocotito sólo si la población se los pide y el gobierno del estado y federal detienen a las cabezas de los grupos criminales que operan en la zona, por lo pronto, informó que no dejarán las armas porque “la delincuencia no anda con la cruz en la mano predicando la mano de Dios y no vamos a salir con la cruz en la mano a combatirlos”.
Les dijo que si así lo deciden, el SSJC “llegó para quedarse”, y lanzó una advertencia a los integrantes de los grupos de la delincuencia que según informaron algunas personas, les están llamando a sus casas y celulares para amedrentarlos y que no participen con la policía ciudadana.
“Si la regaron es mejor que se vayan porque se las vamos a aplicar, a partir de este momento empieza la restitución del derecho del valle de Ocotito y no están solos”.
Anunció también a los transportistas y ganaderos que revisaran su estructura y pidió a los involucrados con los grupos de la delincuencia que “se vayan de una vez”.

Entrará la autodefensa a Chilpancingo y Acapulco si la población se organiza: Bruno

El dirigente de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Bruno Plácido Valerio aseguró que el Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana (SSJC), conocida como movimiento de autodefensa, entrará a las ciudades de Chilpancingo y Acapulco si la población o sectores de ésta lo solicitan y se organizan.
En declaraciones antes de la marcha de ciudadanos de los ocho pueblos del valle del Ocotito, Plácido Valerio afirmó que “si los ciudadanos se organizan estaríamos entrando a Chilpancingo y Acapulco”, pero adelantó que esperarán a que la población o los sectores afectados por los grupos criminales se organicen, “no somos Cruz Roja para ir levantando muertos o donde haya heridos nada más”.
El dirigente dijo que sólo están esperando que la gente se “arme de valor y se organice”, de lo contrario, consideró que no podrán llegar a Chilpancingo y Acapulco, porque necesitan que en los lugares a los que llegan exista coordinación y decisión de los ciudadanos de autodefenderse de los grupos criminales. De la advertencia que lanzó el gobernador Ángel Aguirre Rivero en la reunión del Grupo Coordinación Guerrero, donde revisaron “el actuar” del SSJC, en el sentido de que “aplicarán la ley”, Bruno Plácido afirmó que no están cometiendo ninguna ilegalidad.
“Es al revés, la deberíamos aplicar nosotros a ellos, porque cuando toman protesta juran que van hacer cumplir la ley y son los primeros que la violentan”, reprochó, y consideró que el gobierno del estado debería apoyar y respaldar y no estar lanzándo amenazas a las personas que se están defendiendo.
Afirmó que la delincuencia es tolerada por los tres niveles de gobierno y reprochó que cuando los ciudadanos se organizan los criminalizan.
El dirigente de la UPOEG insistió en que no están en contra de que el gobierno del estado dé seguridad a las comunidades, pero dijo que si eso no pasa entonces el SSJC no tiene porqué retirarse.
Aunque justificó el miedo de los ciudadanos por la “extrema violencia” en la que vivían, festejó que están rompiendo con el miedo “porque no podemos vivir todo el tiempo de rodillas”.
Dijo que tienen 6 mil policías adheridos pero que se están sumando más y los llamó a no tenerle miedo al proyecto “de muerte y persecución” del gobierno estatal. (Rosalba Ramírez García /El Ocotito, Chilpancingo).

Lo que sucede en Michoacán puede ser el futuro del país si no hay cambios, advierte el arzobispo

*Carlos Garfias se solidariza con el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, ante la situación de “incertidumbre” en esa zona, lo que constituye un desafío muy grave para la sociedad, para las autoridades y para la Iglesia católica

Redacción

El arzobispo de la Arquidiócesis de Acapulco, Carlos Garfias Merlos, se solidarizó con el obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, ante la situación de “incentidumbre” en esa zona y dijo que el caso de Michoacán tiene que ser visto con mucha atención por las autoridades, porque lo que sucede en dicho estado afecta todos, y “puede ser el futuro del país, si no hay cambios profundos”.
Mediante un comunicado de prensa, detalló que la situación que padece la Tierra Caliente de Michoacán, donde la población se organizó para defenderse de las acciones violentas del crimen organizado, “han llegado a un alto nivel de excesos y constituye un desafío muy grave para la sociedad, para las autoridades y para la Iglesia católica, que tiene una amplia presencia en Apazingán”.
Reconoció los esfuerzos de los obispos, por ofrecer un acompañamiento pastoral a los ciudadanos que viven en condiciones de alta inseguridad, “quiero expresar mi solidaridad a monseñor Miguel Patiño Velázquez, obispo de Apazingán, quien el 15 de enero pasado hacía público el sentir ante la situación de incertidumbre, y ante un panorama colmado de armas en manos de diversos actores, una organización criminal, un movimiento de autodefensa y las corporaciones policiacas y militares”.
Agregó que es una sitiuación de “alto riesgo” y que necesita ser asumido con gran responsabilidad por quienes buscan una solución pacífica en Michoacán, porque precisó que ese caso debe ser visto con mucha atención por el resto del país, porque afecta a todos y “podría ser el futuro del país, si no generamos los cambios profundos que han condicionado esa situación”.
Sostuvo que actualmenre se vivien tiempos difíciles y los obispos desde 2010 advirtieron sobre dicha situación a las autoridades; e indicó que esta vez “no puede ser distinto, pero debemos reconciliarnos y debemos reconstituir la unidad nacional, en la riqueza de la pluralidad de las culturas y la sociedad, debemos unirnos en la construcción de la paz, en el impulso del desarrollo humano”.
“Esto sigue siendo un reto y un desafío para todos, como lo expresamos los obispos en la reciente reunión que tuvimos en el consejo permanente; donde expresamos todas las provincias de la Iglesia católica en México, nuestra solidaridad con Michoacán y nuestra disposición a seguir acompañando a nuestro pueblo en su condición de víctima de la violencia y en el compromiso de construir la paz”, dijo.
Garfias Merlos adelantó que ante la situación de pobreza, la Arquidiocesis, a través de la Pastoral Social, está arrancando un proceso de construcción de capacidades para la creación de empresas solidarias a partir de un modelo de economía solidaria, que se ha experimentado con éxito en otras regiones del país.
Lo anterior debido a las “secuelas” de la tormenta tropical Manuel, pues en las comunidades se perdieron los cultivos “y queremos generar una respuesta que genere condiciones, para hacer frente a las necesidades económicas de familias y comunidades mediante un modelo alternativo de economía, caracterizado por la solidaridad y la autogestión”.
El proyecto piloto de empresas solidarias, a través de diversas parroquias de Costa Chica, Costa Grande y Acapulco, es un modelo, explicó, que descansa sobre cuatro pilares, como son el desarrollo humano, el financiamiento, el mercado seguro y la construcción de capacidades técnicas y administrativas.

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