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Crean otro grupo de autodefensa en Mazatlán, Chilpancingo, tras rodear un cerco militar

*Ya es tiempo de hacerle frente y dejar el miedo atrás”, dice un joven del lugar en una asamblea del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano de la UPOEG. Después de las 9 de la noche el pueblo está en toque de queda, relatan

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Rodeando un amplio cerco militar, unos 200 integrantes del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano (SSJC) de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) llegaron a la localidad de Mazatlán, ubicada a unos 15 kilómetros de la capital del estado, para crear un nuevo grupo de autodefensa.
En la población, los promotores de la UPOEG convocaron a los vecinos a organizarse para combatir la inseguridad, y recordaron que acudieron al lugar porque una comisión de ciudadanos pidió su apoyo para restablecer la tranquilidad y el orden.
En la asamblea que se realizó en la plaza junto al mercado, el promotor Gonzalo Torres informó que pidieron al comisario, Juan José López, que convocara a una asamblea pero respondió que en Mazatlán “no pasaba nada”, pero los asistentes al mitin respondieron a gritos que eso era falso.
Entonces, un joven de Mazatlán tomó el micrófono para celebrar la presencia de “nuestros hermanos de la Policía Ciudadana”, señaló que la fuerza que debía estar en el pueblo llegó con ellos, “creo que ya estamos un poco más tranquilos, ya era tiempo de tomar cartas en el asunto”.
Añadió que como estudiante, ciudadano y mexicano siente asco del gobierno que les quiere cerrar los ojos con despensas, falsas palabras y con promesas de un futuro mejor, “cuando sabemos que no es cierto”.
Reconoció que no basta culpar a los funcionarios porque la población permitió que esto creciera, “y ya es tiempo de hacerle frente y dejar el miedo atrás”.
También participó el comisario suplente de Palo Blanco, Jony Hernández López para invitar a la población a unirse a esta lucha, y adelantó que su localidad también se sumaría a la campaña de autoprotección.
Aclaró que esta no es una estrategia de guerra, “no se trata de matar, de intimidar al pueblo, sino de liberarlo de gente que puso el mismo gobierno, que hacen -como dijo un compañero-, arreglos atrasito para sacar dinero para sus campañas y los resultados son la violencia que estamos viviendo”.
Aseguró que en Palo Blanco les interesa la seguridad, pero también obras que el gobierno del estado le deben a la población desde hace mucho tiempo y que se acordaron por la donación de agua que hacen a otros pueblos.
Algunos vecinos comentaron que en Mazatlán, por el clima de inseguridad, después de las 9 de la noche el pueblo está básicamente en un toque de queda, porque no hay ni taxis en las calles. No mencionaron casos específicos, pero los promotores insistían en que ya no habría más extorsiones o secuestros.
Los promotores explicaron que en la localidad se quedaría un grupo del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano durante dos o tres meses, en tanto se organizan los del lugar.

La caravana

Sin anuncio previo, ayer a primera hora cuatro camionetas llenas de policías ciudadanos armados con escopetas salieron del valle del Ocotito, donde tiene una base de operaciones, para promover en Acahuizotla y Palo Blanco una reunión en Mazatlán para informar sobre las acciones de la autodefensa de la UPOEG.
A baja velocidad avanzaron por la carretera federal sin ningún percance hasta la comunidad de Mazatlán, a donde llegaron a las 11:30 de la mañana, ya en el centro de la población cruzó frente a ellos el primer vehículo con militares.
La llegada de los policías ciudadanos coincidió con la retirada del alcalde Mario Moreno Arcos de la comisaría municipal de Mazatlán, aparentemente para abordar el tema de las autodefensas de la UPOEG, que no se pudo constatar porque el funcionario evitó a los reporteros y el comisario se retiró del edificio.
Al medio día trascendió que este equipo sólo era la avanzada y unas 30 camionetas con hombres y mujeres activistas salieron del Ocotito rumbo a Mazatlán con algunas personas que también iban armadas.
Éstos se encontraron con el primer retén de militares a un kilómetro de la entrada principal a Mazatlán, quienes revisaron el primer vehículo cuando los manifestantes comenzaron a marchar sobre la carretera cantando el Himno Nacional para resguardar a sus compañeros armados.
Promotores y comisarios entablaron comunicación con el subteniente a cargo de los soldados, para pedirle su comprensión y solicitarle que los acompañara a Mazatlán a atender las necesidades de la población. Aseguraron que ese sí sería un servicio a la nación, y no el hostigamiento a los ciudadanos organizados.
Hubo quien demandó coordinación, así como hicieron con las autodefensas en Michoacán, pero los militares advirtieron que podrían continuar su marcha si dejaban sus armas (escopetas caseras y viejas) y las recogían después en el cuartel militar; luego de unos momentos de discusión Gonzalo Torres advirtió que si no les permitían el paso, en todos los pueblos donde tienen presencia, habría bloqueos carreteros.
Momentos después, el militar accedió a darles paso sin retirarles las armas, pero otro retén con un mayor número de soldados los aguardaba en la entrada principal de Mazatlán, el que los policías ciudadanos evitaron a través de una brecha que lleva directamente a la población.
El mitin en la plaza comenzó a las 2 de la tarde tras el incidente con los militares, y aunque no intervinieron, un grupo de soldados se mantuvo a unos 200 metros de los manifestantes.
Los soldados dejaron los retenes en la entrada de Mazatlán y a un kilómetro del poblado, al sur de la carretera federal México-Acapulco, hasta la conclusión del mitin.
La salida de la Policía Ciudadana de Mazatlán se realizó mediante el mismo procedimiento con el que ingresaron, evadieron el primer retén a través de la brecha y negociaron el paso con el siguiente.

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