Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Claman en una marcha ciudadana por seguridad y paz en Chilpancingo

*Unos mil comerciantes, vecinos y pobladores del valle del Ocotito se solidarizan con el empresario Pioquinto Damián

*Visten de blanco y portan carteles de repudio a la violencia y contra el pago de cuotas, los secuestros y las extorsiones

*Soldados revisan en busca de armas a los autodefensas antes de su entrada a la capital

*“Queremos a los asesinos de la muchacha”, decían respecto a la joven asesinada, y reprochaban que los persiguieran a ellos y no a la delincuencia organizada que opera en la ciudad

Paz y seguridad exigen más de mil vecinos en una marcha en Chilpancingo tras el atentado a Pioquinto

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

Alrededor de mil vecinos de esta ciudad, del valle del Ocotito, de Mazatlán y activistas de la Unión de Pueblo y Organizaciones del estado de Guerrero (UPOEG) de diferentes municipios marcharon por las principales avenidas de la capital del estado para exigir paz y justicia en el municipio tras el atentado al empresario Pioquinto Damián Huato, donde asesinaron a su nuera.
Desde la una de la tarde de este jueves se concentraron en el parque Margarita Maza de Juárez poco más de 200 ciudadanos del sector empresarial, del transporte y vecinos quienes a pesar del temor generado por las recientes balaceras y por el clima de violencia de los últimos años decidieron no callar y exigir al gobierno paz, y justicia.

La marcha creció durante su trayecto hasta el Zócalo de la ciudad

La Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México (Canaco) convocó a organizaciones sociales, civiles y a los habitantes de la capital a participar en el marcha por la paz a raíz del ataque que sufrió el empresario Pioquinto Damián Huato, en el que resultó herido y fue asesinada su nuera Laura Rosas Brito, quien recibió balas de calibre 5, 56 y .223.
En la marcha los integrantes mostraron su disgusto y hartazgo ante las fallas del gobierno municipal por no brindar seguridad a los ciudadanos, quienes han sido víctimas de extorsiones y secuestros durante más de dos años sin recibir respuestas contundentes.
En la marcha que salió a la 1:38 de la tarde participaron niños, adultos mayores y en su mayoría mujeres quienes fueron las que más gritaban consignas como: “Chilpancingo despierta, la violencia está en la puerta”, “El pueblo unido jamás será vencido”, “Queremos paz, paz, paz”, “El comerciante mirando está apoyando”.
En la marcha, los capitalinos exigieron que de manera inmediata se atienda y se brinde paz y justicia, mientras en cartulinas rotularon frases como, “exigimos paz y seguridad para Chilpancingo”, “Pedimos la devolución de la Paz y Seguridad”, “Paz y Seguridad para Guerrero”.
Como una ola blanca los capitalinos atravesaron la ciudad, mientras se sumaban algunos ciudadanos, para apoyar la movilización ciudadana, y que se entregue un resultado rápido, algunos de los participantes comentaban su temor de salir a la calle, y por participar hubiera represalias por parte del crimen organizado.
“Es peor quedarse callado y escondido en tu casa, que unirte de una vez y exigir lo que por derecho nos toca, como la paz”, platicó uno de los participantes.
Un grupo de participantes portaban cartulinas blancas con letras negras donde se leía “No a las cuotas, No al secuestro, No a la extorsión, Queremos paz”, “Basta de hostigamiento”, “exigimos seguridad para Chilpancingo”.
La marcha por la paz atravesó puntos críticos de la capital del estado, como es el mercado Central Baltazar R Leyva Mancilla, donde semanas antes sicarios habían levantado a cinco carniceros quienes no habían pagado la cuota.
Las avenidas por donde marcharon fueron Insurgentes, Presidente Benito Juárez Vicente Guerrero, Miguel Alemán y Juan N Alvarez, pero hicieron una parada en la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero (Coddehum), donde hicieron entrega de un documento  en que pidieron que el organismo sirva para instaurar las acciones correspondientes que tiendan a exigir a las autoridades de los tres órdenes de gobierno, el estricto cumplimiento en garantizar a la ciudadanía el derecho humano a la vida.
En el documento entregado se lee: “Tan es así, que nuestra Ciudad de Chilpancingo, Guerrero, se ha convertido en un paraíso para quienes se dedican a matar, a secuestrar, a robar, a cometer un sin fin de conductas delictivas que laceran al núcleo social de Chilpancingo todo ello ante la complacencia de los responsables de brindar a los ciudadanos todas las medidas de seguridad necesarias para preservar nuestras vidas, la de nuestras familias y nuestro patrimonio” .
En la avenida Miguel Alemán, a la marcha se le sumaron los contingentes provenientes de Mazatlán y del valle del Ocotito con lo que sumaron alrededor de mil las personas que caminaron para exigir, paz, justicia, seguridad y respeto al estado de derecho.
A su llegada al zócalo capitalino se realizó un pequeño mitin donde a nombre de Pioqinto Damián Huato, su hermano, Miguel Ángel Damián Huato, ofreció unas palabras de agradecimiento y les pidió no dejar de luchar para que en Chilpancingo se mejoren las condiciones de seguridad, y para que quienes han sido víctimas como Laura Rosas Brito, quien perdió la vida en el ataque del pasado martes, tengan justicia y se esclarezca su asesinato.
Durante el mitin  el líder de empresarios capitalinos Víctor Toledo Martinez,  señaló que el gobierno municipal no ha dado el resultado adecuado para la capital, y mientras daba su discurso fue grabado por el secretario particular del alcalde capitalino Marco Urbina desde la ventana del Palacio Municipal.
En la marcha estuvieron presentes actores políticos como Martha Obeso, la viuda del diputado local Armando Chavarría, cuyo asesinarto sigue impune, el líder transportista Apolinar Segueda Dorante y el ex diputado local Ernesto Payan.

Sale Pioquinto

Tras el mitin realizado en la explanada del Zócalo los contingentes se trasladaron al vecino edificio donde vive Pioquin-to Damián Huato, que se en-cuentra resguardado por elementos de la policía estatal, y ahí gritaron consignas como “somos más, somos más devuélvanos la seguridad”, “seguridad, seguridad, sólo el pueblo nos la dará”, además de “Pioquinto no estás sólo”, entre otras. Y entonces el empresario salió al balcón del tercer piso del inmueble y desde ahí pronunció, “los llevo en mi corazón, no dejen de luchar por la seguridad y exigir justicia”, después movió su mano al aire y volvió a entrar.
Minutos antes de que iniciara la marcha por la paz, la presidenta de la Canaco, Leticia Maganda Sánchez recordó que la postura del organismo de los comerciantes establecidos es pedir la salida del alcalde Mario Moreno Arcos del gobierno municipal, aunque la marcha no era para ese propósito.

Entran autodefensas a la capital a una marcha por Pioquinto; los registra el Ejército que busca armas

*Pasan nueve camionetas de la Policía Federal, todas con efectivos con armas de alto poder, una de ellas dirigida a los manifestantes, y una unidad artillada blindada de las que se conocen como rinoceronte para disuadir disturbios. “Si nos van a matar de una vez”, “queremos a los asesinos de la muchacha”, decían respecto a la joven asesinada, y “vayan por el Melox”, en alusión a una presunto líder de la delincuencia organizada que se refugia en la ciudad

Lourdes Chávez

Chilpancingo

En medio de una aparatosa operación militar y policiaca, hombres y mujeres del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadano (SSJC) de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) entraron a la capital para participar en una marcha por la paz, en solidaridad con el empresario Pioquinto Damián Huato, quien sufrió un atentado el martes en el que asesinaron a su nuera a balazos.
Antes de ingresar a la capital por el sur, en el punto conocido como El Parador del Marqués, un centenar de militares condicionaron el acceso a unos 200 manifestantes a la revisión de los vehículos y de las personas en busca de armas, lo que motivó una confrontación verbal entre ciudadanos y uniformados; al final todos entraron desarmados. Los primeros condenaron las acciones de la fuerza pública contra el pueblo, lo que no se hace contra los delincuentes.
Desde las 10 de la mañana se observó a los soldados del Ejército a los lados de la carretera, esperando la llegada de los policías ciudadanos en seis camionetas artilladas y dos camiones de militares, después llegaron policías estatales con equipo antimotín y sobrevoló un helicóptero de la Marina Armada de México.
Durante la confrontación pasaron nueve camionetas de la Policía Federal, todas con efectivos con armas de alto poder, una de ellas dirigida a los manifestantes, y una unidad artillada blindada de las que se conocen como rinoceronte, para disuadir disturbios.
Los manifestantes salieron en unos 30 vehículos del valle del Ocotito para participar en la movilización que se convocó en Chilpancingo, participó la familia de la joven Laura Rosas Brito, ultimada en el ataque al empresario Pioquinto Damián Huato cuando regresaba de un mitin de la UPOEG en El Ocotito.
A la 1:50 de la tarde, el primer vehículo de policías ciudadanos fue detenido por los militares para revisarlo de forma minuciosa y a cada uno de los activistas.
Entonces comenzaron a bajar los manifestantes de los automóviles para cruzar a pie el retén, pero intervinieron policías estatales para revisar a los peatones; a las mujeres les revisaban los bolsos y a los hombres les levantaban la playera y palpaban su pantalón desde la cintura hasta los pies.
Así comenzaron las primeras reacciones de protesta a través de consignas: “si soldado tú fueras, con el pueblo estuvieras”, “sí a la vida, queremos paz”.
De manera individual, otros denunciaban: “si nos van a matar de una vez”, en relación al acoso militar de los últimos días, “allá, (señalando hacia la ciudad) están los delincuentes”, “queremos a los asesinos de la muchacha”, decían respecto a la joven asesinada, y “vayan por el Melox”, en alusión a una presunto líder de la delincuencia organizada que se refugia en Chilpancingo.
También gritaron, “ya vamos, llegando, y Mario está temblando”, porque Damián Huato responsabilizó al alcalde de Chilpancingo, Mario Moreno Arcos del ataque que sufrió, luego de que lo acusó de vínculos, en su cara, de vínculos con la delincuencia organizada en un acto público en El Ocotito.
Ayer los soldados se colocaron en medio de la carretera en una valla de dos hileras para impedir el avance de los manifestantes y reducir el ingreso de los vehículos, uno a la vez en el carril de sur a norte, durante más de media hora, lo que duró la confrontación.
Un militar dio instrucciones a los policías estatales para que las mujeres policías revisaran a las mujeres activistas, los varones uniformados hicieron lo mismo con los que marchaban.
Los promotores de la UPOEG enfrentaron a los mandos militares para exigir una explicación y el mayor de apellido Espinoza, según el membrete de su uniforme, contestó que estaban haciendo labores de seguridad.
A su vez lo cuestionaron sobre quién les dio la orden de hacer funciones de seguridad pública en Chilpancingo, cuando esto corresponde al estado y al municipio. Pero el militar no contestó e insistía en que permitieran la revisión para liberar el tránsito.
Luego, los promotores de la UPOEG destacaron el trabajo de la Policía Ciudadana en el valle del Ocotito, recordaron que hallron un sembradío de amapola el sábado y ayer una fosa clandestina, donde se presumía que había restos humanos, pero sólo encontraron chalecos antibalas de policías y semillas de mariguana.
Dijeron que los chalecos representaban a policías “compañeros de ustedes que fueron asesinados ahí, porque quizá estaban haciendo bien las cosas”.
Otro, exigió respeto al derecho a la libre manifestación y al libre tránsito, “venimos en solidaridad y a una marcha por la paz, si ustedes no pueden hacer nada por nosotros entonces denle la oportunidad al pueblo de que se defienda. Lo único que queremos es paz y tranquilidad y tener una vida familiar sana”.
Una vez que la mayoría cruzó el retén marcharon sobre el bulevar Vicente Guerrero cantando el himno nacional, avanzaron unos 200 metros antes de volver a los vehículos para unirse a la marcha de ciudadanos que ya había llegado al centro de la ciudad.
Al mismo tiempo, al norte de la capital, a la altura del panteón nuevo, los soldados tenían otro retén militar, otro en Tierra Colorada a unos 15 minutos 15 en automóvil.
También hay otro puesto militar a unos 300 metros de la base que la semana pasada instalaron en el Valle de Ocotito, y otro en la cabecera municipal de Juan R. Escudero.

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