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Se esfuma el supuesto vínculo satánico del robo de reliquia del papa Juan Pablo II

Irene Savio / Agencia Reforma

Roma

En esta historia de una reliquia, perteneciente a un hombre que en vida hipnotizó a miles, tal vez lo más absurdo haya sido el epílogo, que puso fin a un relato en el que no faltaron las hipótesis más improbables.
Porque así empezó todo, el pasado lunes 27 de enero.
“Roban reliquia de Juan Pablo II. Se teme la pista satánica”, escribieron medios de todo el mudo. Eso sí, los investigadores italianos lo dijeron, que si de Juan Pablo II se trataba, esa era una eventualidad imposible de descartar.
Más aún que la conjetura incluso era respaldada por Giovanni Panunzio, maestro de religión y director del Observatorio Anti Plagio, quien se había apresurado a explicar que el día del robo coincidía con una fecha en la que los adoradores de Satanás festejan el nacimiento del Diablo.
Los hechos, además, apuntaban a eso, según la misma fuente. Pues la reliquia que contenía sangre de Juan Pablo –de 1981, cuando el Papa polaco había sido víctima de un atentado–, había sido robada en una iglesia en la que había otros objetos de valor.
Así, la noticia sobre el robo en L’Aquila, en la región de Los Abruzos, no tardó mucho en acabar en medios y redes sociales en todo el mundo.
Tanto que quien fuera secretario de Juan Pablo II, el Cardenal Stanislaw Dziwisz, incluso hizo una apelación pública, en la que instó a la restitución del objeto.
Todo esto ocurrió al tiempo que 50 policías buscaban el artefacto, aquí y allá, por las montañas cercanas a L’Aquila, una zona frecuentada por Juan Pablo II para reflexionar y pasear.
El viernes en la mañana, sin embargo, parte del clamor empezó a deshacerse, cuando los investigadores encontraron a los autores del delito, que resultaron ser tres veinteañeros conocidos por su adicción a las drogas.
En un giro inesperado, las autoridades informaron entonces que la pista satánica ya no estaba entre las más probables, sino que, se trataba de un gesto vinculado a un coleccionista, que habría intentado obtener la pieza de forma ilegal.
El presunto misterio, aun así, no se disipó de inmediato.

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