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A un año, siguen sin sentencia los detenidos por la violación de las turistas españolas

*El proceso legal de los seis acusados “está en periodo de instrucción y desahogo de pruebas”, indica el juez sexto Penal, Víctor Alejandro Arellano Justo. Sólo el panadero Hugo Ávila Vázquez ha pedido un interrogatorio con las víctimas y una confrontación, por lo que se enviará la solicitud al consulado español en México, dice

Carlos Moreno A.

Hoy se cumple un año de la agresión sexual que sufrieron seis turistas españolas que se hospedaban en la casa de playa Badaje, ubicada en San Andrés Playa Encantada, por Barra Vieja, y todavía no se ha fijado una sentencia contra seis de los ocho hombres detenidos debido a que se encuentran en proceso de instrucción y desahogo de pruebas, informó el juez sexto penal, Víctor Alejandro Arellano Justo.
Los otros dos acusados son menores de edad y fueron recluidos en el tutelar de menores en Chilpancingo.
La relevancia internacional que tomó el caso no fue suficiente para que, en ese entonces, el gobierno del estado cuidara los detalles de una investigación, pues por intentar aclarar el asunto rápido detuvo a hombres que fueron liberados después.
Los detenidos son Abraham Rodríguez Flores, El Barny, de 27 años; Omar González Gaspar, El Burguer, de 20; Miguel Ángel Torres Tlaixco, El Migue, de 19; Jorge Antonio Helodio Carmona, de 20 y José Antonio Castañeda, El Candela, de 30 años –éstos dos últimos acusados también de participar anteriormente de la violación contra una turista nacional–, así como un menor de 16 años. Después fue aprehendido el panadero Hugo Ávila Vázquez, el 11 de febrero, y señalado por la PGJE de haber comprado un Iphone en mil pesos con el que se localizó a los demás involucrados en el caso.
En un principio la información que salió de la Fiscalía Regional de la PGJE fue que los agresores habían sido 15, pero después en una visita a Acapulco, el procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, indicó que eran siete, que estaban “plenamente identificados”, uno de ellos un menor de edad de 16 años.
El 9 de marzo, en un boletín de prensa la PGJE detalló que ingresaron a la cárcel de Las Cruces seis hombres por el delito de violación tumultuaria, luego de que fueron arraigados en Chilpancingo el 21 de febrero.
Durante las aprehensiones de ese momento, que generaron varios despliegues policiacos, y participaron Ejército, Federal, Ministerial, Municipal, en las investigaciones las autoridades sólo coincidieron en que fue mediante un teléfono celular con localizador satelital (Global Positioning System-GPS) lo que permitió ubicar a los agresores, pero el gobernador Ángel Aguirre y la entonces procuradora de Justicia, Martha Elba Garzón Bernal, expresaron versiones diferentes de cómo ese aparato permitió ubicar a los detenidos.
Una de las versiones fue dada por el gobernador el 14 de febrero, en entrevista con Denisse Maerker en el programa Atando Cabos de Radio Fórmula, donde dijo que en la detención de Jorge Antonio Elodio (Heladio) Carmona, El Payaso, en Tenango, municipio de Azoyú, le encontraron un teléfono propiedad de una de las víctimas.
La segunda versión fue el 7 de marzo, cuando la procuradora Garzón Bernal refirió que la aprehensión del panadero Hugo Ávila fue posible porque localizaron un teléfono celular propiedad de uno de los turistas españoles.
En una conferencia de prensa en un salón del hotel Camino Real el 13 de febrero, sin precisar cómo y en qué circunstancias, el procurador Murillo Karam habló del arresto de seis hombres que habrían violado a las seis turistas españolas el pasado 4 de febrero.
Murillo Karam, acompañado del gobernador, dijo que “en ese asunto tenemos ya seis detenidos confesos, totalmente confesos, con el relato pleno de lo que sucedió y nos faltaría sólo uno de los identificados en este proceso”.
Los nombres de los detenidos fueron expuestos, Abraham Rodríguez Flores, El Barny, de 27 años; Omar González Gaspar, El Burguer, de 20 años; Miguel Ángel Torres Tlaixco, El Migue, de 19 años; Jorge Antonio Elodio (Heladio) Carmona, El Payaso, de 20 años; José Antonio Castañeda, El Candela, de 30 años; y un menor de 16 años de edad al que identificaron como El Mundo.

Aguirre habla del caso

Un día después (14 de febrero), Aguirre Rivero en entrevista con Denisse Maerker informó que el primer detenido fue Jorge Antonio Heladio Carmona, en Tenango, municipio de Azoyú, y colaboró con la detención de los demás.
Ahí explicó que la aprehensión de los seis agresores ocurrió gracias a las nuevas tecnologías.
En esa entrevista indicó que el inculpado reconoció su participación en la agresión y narró lo sucedido “con lujo de detalle” y su relación con los demás integrantes de la “banda”.

Posteriormente, con el testimonio de Jorge Antonio Elodio (Heladio) se detuvo a José Antonio Castañeda, quien “es conocido como El Negro Candela” y quien vivía en la unidad habitacional El Coloso.
Después Aguirre Rivero dijo que los demás integrantes de la banda “vivían en una vecindad en Acapulco”, sin precisar el lugar,  y el día de la agresión a las turistas españolas “estuvieron consumiendo cerveza y droga y posteriormente él (José Antonio Castañeda) los invita a que cometan un robo”.
El 4 de febrero del año pasado, el reporte policiaco indicó que 15 hombres, siete de ellos armados y con el rostro cubierto con paliacates, se introdujeron en la casa de playa Badaje donde se hospedaban 13 turistas, siete mujeres y seis hombres, 12 de nacionalidad española y una mexicana, y que las seis españolas fueron atacadas sexualmente.
El 6 de febrero, el director de la Policía Investigadora Ministerial del estado, Marcos Esteban Juárez Escalera, informó que ocho personas habían sido interrogadas sobre la agresión pero no informó sus nombres.
Dos días después, el 8 de febrero, fueron detenidos Carlos Samuel Sánchez Flores, José Luis Flores Morales, Ivan Alexis Jacinto Benítez, Arnulfo Padilla Zavaleta, Juan Carlos Sánchez Silva y Moisés Martín Mariche Salas, de quienes sus familiares denunciaron que fueron golpeados y torturados para declararse culpables.
Fue hasta el 14 de febrero que se liberó a Iván Alexis Jacinto Benítez, Arnulfo Padilla Zavaleta, Juan Carlos Sánchez Silva y Moisés Martín Mariche Salas, y el 20 de ese mismo mes a Carlos Samuel Sánchez Flores y a José Luis Flores Morales, después de permanecer arraigados durante 12 días.
El 11 de febrero, policías federales y ministeriales aprehendieron en el barrio de La Cuerería al panadero Hugo Ávila Vázquez, de 22 años, pero de él nadie informó hasta que El Sur lo publicó el 18 de febrero.
La única vez que Hugo Ávila Vázquez fue mencionado por la PGJE fue el 7 de marzo, cuando la procuradora informó que todos los acusados por el caso habían sido consignados.
Ese día Garzón Bernal refirió que la aprehensión del panadero Hugo fue posible porque localizaron un teléfono celular propiedad de uno de los turistas españoles en manos de Ávila Vázquez, quien fue detenido e incomunicado.
El 7 de marzo, la procuradora indicó que habían arrestado a un menor de edad que era el séptimo acusado por el delito, pero el 9 de marzo fueron trasladados ocho detenidos, entre los que iba el panadero Hugo Ávila, quien fue recluido en el penal junto con los demás acusados.
Mediante un boletín de prensa de la PGJE se detalló que “fueron trasladados al penal ocho personas consignadas por su participación en la violación tumultuaria contra seis turistas de origen español, Jorge Antonio Heladio Carmona, Miguel Ángel Torres Tlaixco, Omar González Gaspar, Abraham Rodríguez Flores, José Antonio Castañeda y Hugo Ávila, además de dos menores de edad que fueron turnados al tutelar de menores”.
En este boletín se hizo referencia a los siete detenidos, cinco de ellos consignados y dos menores de edad, y a Hugo Ávila Vázquez como el octavo.
Dos días después (11 de marzo), los seis fueron consignados al Juzgado Sexto Penal y presentaron su declaración preparatoria en la rejillas de prácticas en compañía de sus abogados que solicitaron que los delitos fueran reclasificados por robo y no por violación tumultuaria.
En esta comparecencia, los seis inculpados declararon que son inocentes y que no violaron a ninguna turista, que todo fue con consentimiento, por lo que aceptaron que sí hubo un acto sexual pero no violación.
En su declaración, el panadero Hugo Ávila Vázquez se dijo inocente y que sólo había comprado un teléfono celular a uno de los inculpados.
Cuatro días después, el juez Sexto Penal, Víctor Alejandro Arellano Justo, les dictó auto de formal prisión, pero los acusados presentaron una apelación ante la resolución y a la fecha continúa el desahogo de pruebas. Mientras que los dos menores fueron turnados al tutelar de menores en Chilpancingo y Hugo Ávila promovió un amparo que no procedió.
Después de cinco meses, el 22 de agosto, entre hermetismo y áreas restringidas del penal de Las Cruces, dos de las seis turistas españolas estuvieron en el Juzgado Sexto Penal para una “prueba de confrontación” con los detenidos, los cuales fueron observados por las víctimas a través de un vidrio donde sólo ellas podían verlos pero ellos no.
Ahí una de ellas identificó a los acusados, mientras que la otra mujer reconoció a dos como sus agresores.

Las españolas sólo estuvieron en la prueba de confrontación

Consultado brevemente vía telefónica ayer por la mañana, el juez sexto Penal, Víctor Alejandro Arellano Justo, informó que el proceso legal de los seis detenidos por la agresión “está en periodo de instrucción y desahogo de pruebas”.
Dijo que a un año no ha habido avances en el proceso legal porque los acusados han aportado pocas pruebas pero no han decidido si finalizar el desahogo para demostrar su inocencia.
El juez indicó que sólo el panadero Hugo Ávila Vázquez ha solicitado que haya un interrogatorio con las víctimas y una confrontación, mismo que se enviará al consulado español en México y que se solicitó el martes pasado al MP.
Informó que la única vez que estuvieron las españolas en los juzgados fue en la “prueba de confrontación “(22 de agosto) por lo que reiteró que va lento el proceso, e indicó que ahí los acusados en la rejillas de presentación mostraron una cartulina donde se quejaban que porque eran mexicanos y no extranjeros no les hacían caso y los culpaban.
Sobre cuándo se presentará una sentencia, después de que ya pasó un año, el juez respondió que no se puede porque todavía están en desahogo de pruebas y “no puedo cuartar este procedimiento hasta que ellos digan que no presentarán más pruebas”.
“El problema es que ellos dicen que el acto sexual fue con consentimiento pero la procuraduría los acusó por violación”, finalizó Arellano Justo.

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